La Comisión Informativa de Economía, Hacienda, Interior, Patrimonio, Contratación y Buen Gobierno dictaminaba favorablemente la aceptación de donación al Ayuntamiento de varias obras artísticas (bocetos) del lienzo que adorna las paredes de la Catedral de Albacete, y cuyo autor fue Casimirio Escribá.
Los bocetos donados al Ayuntamiento de Albacete no podrán depositarse en ningún lugar de culto religioso
La persona propietaria, por donación familiar, ofrecía al Ayuntamiento de Albacete esta obra artística en cartulina de bocetos del pintor Casimiro Escribá, realizados en 1962, tres de ellos destinados como modelo de las pinturas la Catedral de Albacete, y un cuarto que se desconoce si finalmente fue realizado. De este modo, la persona propietaria mostraba su interés por ceder esta obra al Ayuntamiento de Albacete de forma gratuita.
Además, la persona propietaria de estas obras artísticas expresaba su deseo de permanecer en el anonimato, reservándose el derecho, para cuando lo estime oportuno de revelar su identidad. Igualmente, ponía como condición para la cesión de este material artístico que los bocetos, en ningún caso podrán almacenarse, depositarse o instalarse en ningún lugar de culto religioso. Del mismo modo, se extrae de estas condiciones que los bocetos, preferentemente y si así lo considera el Ayuntamiento, podrán depositarse en museo o archivo público y, en cualquier caso, abiertos a consulta de investigadores o exposición al público general.

Obras inéditas que muestran los bocetos de algunas de las pinturas que decoran las paredes de la Catedral de Albacete
En relación al valor de estos bocetos de Casimiro Escribá, detallan en un informe emitido por la sección de Bellas Artes del Instituto de Estudios Albacetenses que se trata de unos bocetos a la acuarela sobre papel, todos enmarcados en un cuadro y protegidos por un cristal. Tres de ellos, cuentan con una mayor dimensión y representan las obras definitivas de pinturas sobre lienzo en tres de los muros de la Catedral de Albacete. Concretamente, especificaban que se trata de ‘El pecado, Moisés y la Creación del Mundo’, ‘Exaltación Eucarística, El Sacrifico de Isaac y el divino maná a los israelitas en el desierto’ y ‘Ángeles guardianes, ángeles músicos, la Natividad y el ángel anunciando a los pastores el Nacimiento de Jesús’.

Detalla este informe sobre estos bocetos que son obras de gran soltura plástica, más expresivas, incluso que los grandes murales definitivos y que dan personalidad al interior de la Catedral de Albacete. Además, puntualizaban desde el Instituto de Estudios Albacentenses que se tiene conocimiento de que la propia Catedral posee otros bocetos semejantes, que en alguna ocasión han sido expuestos.
Igualmente, especificaban que esta donación al Ayuntamiento de Albacete comprende otros tres bocetos más pequeños que representan el martirio de San Andrés, la Asunción y la leyenda de Ayora de la Abuela Liñana. Se trata de una historia tradicional de Ayora y Jarafuel que se remonta a las epidemias que sufrieron estos puntos en la Edad Media.
Sobre estos tres bocetos, subrayaban desde el Instituto de Estudios Albacetenses que serían para unas obras, con medidas reales y firmados en 1962, de los que se desconoce si finalmente Casimiro Escribá llegó a realizar. Además, remarcaban que todo el conjunto sigue una idéntica técnica pictórica de gran soltura e interés, especialmente para Albacete, donde Casimiro Escribá realizó su gran obra entre 1958 y 1962. En concreto, se extrae de este mismo informe que el plasmado por Escribá es el lienzo más grande obra de un solo pintor y actualmente esta gigantesca obra adorna los muros interiores de la Catedral de Albacete.
Por todo ello, consideraban que es de especial interés para la ciudad que estas obras inéditas objeto de la donación queden en Albacete y en un archivo o entidad municipal para su debida conservación en el tiempo y con la posibilidad de ser conocidas por estudiosos e interesados.

Obras inéditas valoradas en 2.000 euros en Albacete
Además desde la sección técnica del Museo de Albacete, especificaban que Casimiro Escribá no solo cultivó los temas actos sino también los profanos plasmando paisajes, bodegones, y retratos, entre otros. Fue un pintor que comercializó su obra, entre los años 1947 y 1968, pero no es habitual que se ofrezcan a la venta cuadros del artista en los catálogos de las casas de subastas españolas. De hecho, puntualizaban que en la última década no se tiene constancia de creaciones del pintor vendidas en subasta.
Sobre la tasación y valoración económica de las obras objeto de donación al Ayuntamiento de Albacete, recordaban que tres corresponden a los murales de la Catedral de Albacete y un cuarto para el mural de la parroquia de la Asunción de Nuestra Señora de Ayora (Valencia), por lo que la cuantía de estos bocetos ascendería a 2.000 euros, según la sección técnica del Museo de Albacete. En concreto, remarcaban que los bocetos son obras singulares y únicas por ser la primera idea original que concibió el artista y plasmó en papel para luego llevarla al lienzo, pudiéndose además hacer un análisis comparativo del boceto con la obra terminada.
Igualmente, destacaban la ejecución técnica de estos bocetos, con una gran calidad en la soltura de los trazos y el color. Además, concertaban en relación al formato que reproducen el espacio de la obra final y en uno de los bocetos se muestra el método de la cuadrícula que utilizó Escribá para trasladar las figura del boceto al lienzo. Del mismo modo, valoraban el buen estado de conservación de las obras que componen esta donación, ya que destacaba que no es habitual que se conserven los dibujos o bocetos preparatorios de las pinturas, lo que le otorga un mayor valor a la obra final.
Los bocetos objeto de donación completarán la colección de los otros siete existentes en la Catedral de Albacete, sirviendo para el estudio y el conocimiento de la obra pictórica de Casimiro Escribá.