El Santísimo Cristo de las Misericordias protagonizaba en la tarde de este Viernes de Dolores una de las estampas más especiales de la Semana Santa de Albacete. Y es que, uno de los momentos más particulares de este desfile procesional se vivía cuando la imagen del crucificado cruzaba, a través de las pasarelas habilitadas, por encima de los coches que circulaban por la autovía.

Al filo de las 18:30 horas de este 31 de marzo salía de la capilla del Cementerio Municipal de Albacete la imagen del Santísimo Cristo de las Misericordias, siendo esta cita la que inaugura cada Viernes de Dolores la Semana Santa de Albacete. La de este crucificado es una de las imágenes más antiguas que procesiona en la Semana Santa albaceteña, declarada de Interés Turístico Nacional.

Esta talla data de los años 1850-1880 aproximadamente y su autor es desconocido. Junto a la Piedad, la del Santísimo Cristo de las Misericordias es de las pocas obras de la imaginería procesional que sobrevivió a la Guerra Civil. Se trata de una un Cristo Crucificado de madera policromada al óleo.

Esta imagen se venera durante todo el año en la capilla del Cementerio Municipal y este año presentaba una novedad. En concreto, se incorporaba un ángel que con un cáliz recogía la sangre del costado de Cristo.

El desfile procesional transcurría desde la capilla del Cementerio, pasando por las pasarelas del Cementerio, las calles Letur, Palencia, Toledo, Valladolid, Ferrocarril, parque del Ferrocarril, Federico García Lorca, Carmen Ibáñez, José Isbert, Zurbarán hasta la parroquia del Buen Pastor. A la llegada de la imagen al templo se celebraba un solemne Vía Crucis ante el Santísimo Cristo de las Misericordias.

El Vía Matris recorre las calles del centro de Albacete
La segunda procesión en salir a las calles de la capital albaceteña ha sido el Vía Martris protagonizado por la imagen de Nuestra Señora de a Amargura. Abrazando la Cruz que la acompaña salía desde la Catedral de Albacete esta imagen y recorría las calles del centro de la ciudad.

En concreto, a hombros de sus costaleros ya acompañada por numerosos fieles, Nuestra Señora de la Amargura recorría las calles Martínez Villena, Rosario, Francisco Fontecha, rodeaba la Plaza del Altozano, para dirigirse a Martínez Villena y de nuevo a la Catedral.
/FOTOS Y VÍDEO: ÁNGEL CHACÓN/















































