El pasado 8 de febrero Diputación de Albacete aprobaba sus presupuestos para este año 2023, unas cuentas que ascienden a un total de 141.158.000 euros y que pretenden contribuir al desarrollo de los municipios de la provincia.
El Digital de Albacete ha querido conocer más a fondo estas cuentas de la mano del presidente de la Institución Provincial, Santiago Cabañero.
EL DIGITAL DE ALBACETE- Recientemente la Diputación de Albacete, de la que usted es presidente, ha sacado adelante sus Presupuestos para 2023 con un total de 141.158.000 euros. ¿Qué grandes líneas destacan en estos Presupuestos?
SANTIAGO CABAÑERO- Son unos Presupuestos continuistas, aunque han ido siendo cada vez más expansivos. En estos últimos años hemos tenido la suerte de que se han relajado las reglas fiscales por parte del Gobierno de España y de la Unión Europea y esto nos ha permitido crecer en el presupuesto, crecer en ese techo de gasto, “saltarse” ese techo de gasto. Cuando se habla de saltarse parece que se está haciendo algo mal, pero aquí en esta Casa hemos demostrado que se pueden tener presupuestos expansivos, que se pueda invertir más porque se atraigan recursos a la provincia y que eso no sólo no es malo para la economía, sino que es bueno. Lo hemos demostrado también quitando la deuda que tenía esta Casa.
Son unos Presupuestos humanistas, están hechos pensando en las personas. Nos centramos mucho en los Servicios Sociales, aunque no tenemos competencias para ello, el Consorcio de Servicios Sociales, en el que principalmente participa la Diputación de Albacete, es el que presta la ayuda y las comidas a domicilio en toda la provincia; en los planes por el empleo porque, aunque tampoco tenemos competencias, estamos trabajando para poder formar a la gente más vulnerable a través de ‘Dipualba Protege’, que hemos invertido 10 millones de euros. Pero también hemos participado de los planes de empleo de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha por ejemplo, en este 2023 van a permitir que más de 2.200 familias vayan a tener un colchón, con un contrato a 6 meses que después les permitirá tener otras prestaciones. Nos importa la gente. Nos importan las personas.
Y, por supuesto, estamos en todo aquello en lo que sí tenemos competencias. Hemos arreglado las carreteras más que nunca en la historia reciente de esta Casa; más de 250 kilómetros de carreteras en esta legislatura, que es más de lo que se hizo en los últimos 20 años. Vamos a apostar por esas infraestructuras que nuestros ayuntamientos necesitan, más de 10 millones de euros entre ‘Dipualba Responde’, el POS clásico y también un nuevo programa que hemos sacado para gasto corriente de los ayuntamientos por valor de 1 millón de euros; con una cuestión que para nosotros es esencial, ahora no somos nosotros los que les decimos en qué lo tienen que invertir, y no somos nosotros quien se lo gestionamos si ellos no quieren, sino que ponemos los recursos a disposición de los ayuntamientos y son ellos los que deciden qué es lo que quieren hacer.
Yo soy un municipalista convencido, creo en la autonomía local. Durante demasiado tiempo en este país hablamos de que hay tres patas de la Administración (Estado central, autonomías y ayuntamientos), pero luego los ayuntamientos o las administraciones locales parecemos los hermanos pobres de esta pirámide, incluso hay quien piensa que jerárquicamente estamos por debajo de las otras, cuando no es así. En esta Casa sí que creemos en la autonomía local y por eso ponemos los recursos a disposición de los ayuntamientos. Cada vez sacamos menos ayudas finalistas porque entendemos que lo que puede ser útil en Nerpio, puede ser menos útil en Albacete; o lo que es útil en Villarrobledo sea menos útil en Cenizate. Si los problemas son diversos, las soluciones también tienen que serlo.
E.D.A.- Se recuperaron hace varios presupuestos los POS y también hemos visto recientemente una incorporación pionera como la colaboración público-privada en materia de carreteras, ¿por esa línea es por la que va a avanzar también la Diputación de Albacete?
S.C.- Claro que sí. Se refiere al arreglo de las carreteras en Robledo y El Ballestero, la que va de El Ballestero a la N-322 en la que ha habido una colaboración público-privada con Aquadeus. Se trata de sumar intereses, en el mejor sentido de la palabra. La Diputación es la titular de esa infraestructura, de esa carretera, por desgracia normalmente los recursos son más pequeños de lo que quisiéramos y las necesidades son mayores de las que nos gustaría y es muy difícil poder abordar el arreglo de los 1.500 kilómetros de carreteras que tenemos en la provincia. Arreglando 250 kilómetros hemos hecho más que en los últimos 20 años, pero aún nos quedan otros 1.250 que necesitan de arreglos, de mantener al día, y para poder ir más rápido aquellas empresas que están dispuestas a colaborar, el sector privado, que dentro de su responsabilidad social entienden que utilizan mucho la carretera -y aunque la obligación es de que se la mantengan-, ya que tienen un compromiso para el entorno en el que están generando riqueza, pero también están aprovechando los recursos de ese entorno y quieren contribuir al desarrollo de esta zona, ¿por qué las Administraciones no vamos a poder ir de la mano? Siempre digo que a mí lo que me molesta es la pobreza, la riqueza no. Hay que trabajar para crear riqueza, no para crear pobreza y a quien quiere crear riqueza le tenemos que ayudar. Esta es una forma de ayudarle a quien crea riqueza, pero al mismo tiempo también de exigirle que sea solidario con ese entorno en el que está generando la riqueza, que se está aprovechando de esa riqueza -en el mejor sentido de la palabra- y que eso es bueno para las dos partes. En este caso Aquadeus lo entendió perfectamente y pudimos hacer este acuerdo que va a permitir que se arregle más rápido una carretera que se hubiera acabado arreglando, pero probablemente hubiéramos tardado más tiempo en hacerlo. Ya lo estamos estudiando en otros puntos de la provincia, estamos en contacto con otras grandes empresas para decirles que si están dispuestos a tirar hacia delante, nosotros también.
E.D.A.-Estamos en una provincia en la que el ejemplo del éxodo rural al urbano es claro. ¿Cómo ayudan estos presupuestos a paliar esas deficiencias que puedan existir y a fomentar que el vecino de cualquier municipio de la provincia no tenga que renunciar a seguir en su pueblo y emigrar a la capital?
S.C.- De eso se trata, de que cada uno viva donde quiera y tenga oportunidades. Esta provincia tiene un grave problema de despoblación. En Albacete, la provincia no está perdiendo población en masa, pero sí que tenemos un grave problema de despoblación porque la población se está concentrando en muy poquitas urbes. Más del 75% de la provincia vive entre Albacete, Villarrobledo, Almansa y Hellín; y el resto en los otros 83 municipios.
Si miramos los términos absolutos diríamos que España no tiene un problema de despoblación, por ejemplo, cuando iba al colegio recuerdo que siempre hablábamos de 43-44 millones de habitantes y ahora tenemos 47-48 millones. Por tanto, España tiene un problema de despoblación porque el mundo rural se está despoblando a favor del mundo urbano. Teniendo clara esa premisa y teniendo clara que las soluciones para parar esto, porque las causas son varias, las soluciones también van a ser múltiples y transversales. Lo que queremos hacer con las políticas públicas que desde aquí salen es mirar de forma transversal y girar sobre varios ejes: uno es la autonomía municipal -hay que hacer tratamientos diana- ya que las necesidades de un pueblo de la Sierra no son las mismas que las de un pueblo que está al lado de la ciudad de Albacete -la orografía importa, la lejanía respecto a las grandes urbes importa-, en otros es precisamente esa atracción de las grandes urbes las que le permiten o las que les hacen que se estén despoblando. Las causas son diversas y, por tanto, las soluciones diversas. El otro día ponía un ejemplo en un acto de desarrollo rural en Toledo, decía que nuestro programa ‘Dipualba Responde’ al municipio más grande al que le aportamos recursos si hace los números le damos a razón de 3 euros por habitante y al municipio más pequeño le damos a razón de 650 euros por habitante. Por tanto, la discriminación es brutal, al más grande le damos 45.000 euros y al más pequeño le damos 40.000, ¿por qué? Porque el tamaño importa. Si en Albacete se decide subir un euro los impuestos recaudan de hoy para mañana en torno a 200.000 euros, si lo decide Villa de Ves recauda 60 euros. 200.000 euros dan para lo que dan, para poco en la ciudad de Albacete; pero es que 60 no dan para nada. Por tanto, desde las Administraciones tenemos que ser valientes y aplicar una discriminación positiva, las políticas de género son imprescindibles.
¿Cuál es uno de los grandes problemas que tiene el mundo rural y por qué se está despoblando? Por un lado, porque la población está envejecida, no hay crecimiento vegetativo; y por otro lado, porque está muy masculinizada. Las mujeres tradicionalmente en el mundo rural han sufrido doble discriminación y se han tenido que ir a buscar oportunidades fuera por pura biología. O hay mujeres en nuestros pueblos o nuestros pueblos se mueren. Hay que ser más valientes con las políticas que van destinadas a la mujer. Hay que hacer políticas de género y discriminación de género para darles oportunidades para que se queden, por eso estamos apostando porque nuestros programas formativos vayan especialmente a las mujeres. Más de 10 millones de inversión en el ‘Dipualba Protege’ lo decía antes, para formar a las mujeres y que se puedan quedar en ese mundo más rural; estamos hablando de que hemos multiplicado por cuatro la Unidad de Igualdad; de que estamos al lado de los colectivos de mujeres empresarias haciendo diagnósticos de cómo podemos influir en nuestras comarcas precisamente para favorecer que las mujeres se quieran quedar en el mundo rural; estamos apostando por la conciliación y ahora sumándonos al convenio con la Junta para que sea más fácil conciliar en el mundo rural y, por tanto, eso suponga también mayores oportunidades. Estamos apostando para que nuestra gente mayor se siga quedando en nuestros pueblos, no desarraigar a las personas que han vivido toda la vida en un sitio y al final creo que es un deber para los que estamos gobernando. Además me parece una política económica inteligente si apostamos por la ayuda a domicilio, si apostamos por las residencias en los pueblos, por los centros de día, que la gente pueda seguir comiendo en sus casas y que estén bien atendidos; eso crea empleo en nuestros pueblos, entre la gente joven y además empleos que son muy feminizados en la mayoría de los casos.
Incluso podríamos decir que nuestros circuitos deportivos apuestan por erradicar la despoblación. Cada vez que llevamos un circuito deportivo a un municipio estamos metiéndole una inyección de dinero importante. Estamos haciendo que se aprovechen recursos que muchas veces pueden ser desconocidos para la gente de las ciudades y que eso permite que después vuelvan y dinamicen la economía de la zona. Todo en esta Casa se hace pensando en nuestros pueblos, pero no porque uno tenga algo en contra de las ciudades, la Constitución, el ordenamiento nos mandata que las diputaciones tenemos que ser especialmente cuidadosas con los municipios de menos de 20.000 habitantes; es lo que se nos encomienda y creo que eso lo tenemos que tener muy claro. La ciudad de Albacete funcionaría prácticamente casi igual aunque no existiera la Diputación, pero el resto de municipios habría que inventarse otra figura si no estuvieran las diputaciones y ahí es donde nos queremos centrar. En torno a 45 millones de euros de los que destina esta Casa, que si quitamos el Capítulo uno es más de la mitad, van destinados a esos municipios en intensa o en extrema despoblación que recoge nuestra propia ley autonómica. Por tanto, el esfuerzo que hace esta Casa para ayudar a esos pueblos con problemas de despoblación está muy por encima de la media; yo diría que además es enorme.
E.D.A.- Hay diputados que llegaban a esta Diputación con la promesa de eliminar las diputaciones y el tiempo ha demostrado que no solo no las han eliminado, sino que han llegado a apoyar algunos de los Presupuestos. ¿Cree que conocer el trabajo que se realiza desde Diputación ha sido pedagógico frente a la demagogia?
S.C.- Por supuesto. Cuando yo llego a esta Casa en julio de 2015 estaba en el debate, además era un debate muy urbano, también hay que decir que más que entre partidos era más entre el mundo urbano y el mundo rural. Los dos grandes partidos que estamos en todo el territorio y que somos muy conocedores del mundo rural nunca hemos tenido esos debates internos, pero sí que es cierto que, por ejemplo, Ciudadanos en aquel momento hablaba de la desaparición de los municipios de menos de 5.000 habitantes, pero decían cosas tan incongruentes, como: tenemos que optimizar los recursos, hay que mancomunar los municipios pequeños, pero hay que cargarse las diputaciones. Quedaba bonito, pero si estás diciendo que vamos a tener que mancomunar servicios ¿Cómo lo vas a hacer? ¿Cada dos-tres municipios creas una pequeña diputación? ¿No será mejor que por economía de escala mantengas esa estructura que lo está haciendo bien? Las diputaciones, todas, y de todos los colores lo hacemos bien porque prestamos servicios que si no no prestaría nadie.
Las diputaciones históricamente han tenido mala prensa porque no son de elección directa, cosa que yo abogo porque alguna vez cuando la LOREG se cambie en este país haya una urna que permita elegir a los diputados provinciales y que se elija directamente a nuestro representante en las diputaciones; que no sea una elección de segundo grado ayudaría a que el ciudadano se identifique más con las diputaciones. La inmensa mayoría de los recursos que aportamos, de los servicios que prestamos, si no los prestásemos nosotros no los prestaría nadie. ¿Alguien cree que las cosas que está haciendo esta Diputación, esta o cualquier otra de España, con un presupuesto de 140 millones de euros como tiene esta Casa pasasen a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha o a cualquier otra comunidad autónoma para qué darían? ¿Darían para estar pendiente de si se ha recogido la basura en un municipio, de si has tenido una rotura de una tubería, de ser el 112 como a Fran Valera le gusta decir que somos las diputaciones respecto a los ayuntamientos? ¿Alguien cree que eso sería posible? Y mucho más con los ministerios, ¿qué haría un ministerio con esos 140 millones de euros? Prácticamente nada, no se vería en nuestros pueblos, sería alejar la Administración y los recursos del ciudadano, por eso soy un firme defensor de las diputaciones.
Hace escasamente un mes estuvo aquí el viceconsejero de la Administración Local y Digitalización de la Comunidad de Madrid para conocer nuestra plataforma Sedipualba, él me reconocía que desde que desapareció la Diputación de Madrid muchas cosas que hacía la Diputación ahora no las hace nadie porque ninguna consejería tiene esas competencias, ni esa posibilidad de ser cercanos, ni estar pendientes del día a día de los alcaldes. Yo raro es el día que no hablo con algún alcalde, los diputados de esta Casa igual. ¿Cuántos alcaldes hablan con un consejero o con un ministro….? Cuanto más alejemos la Administración del administrado yo creo que es peor.
E.D.A.- Capítulos de inversiones, de atención como pueda ser ‘Dipualba Responde’, ‘Dipualba Protege’… y todo esto en un marco de reducción de deuda, Diputación ha reducido la deuda en torno al 95% desde que usted es presidente de la misma...
S.C.- Así es. Si hablamos de la deuda que yo me encontré y de la deuda que nos queda está a más del 95% de reducción, pero si metemos la deuda que hemos tenido que hacer frente y que no ha sido derivada de la gestión de este Gobierno, sino que viene de atrás estaríamos hablando que hemos quitado más del 100%.
Cuando yo entro el 3 de julio de 2015, a 1 de julio de 2015 la deuda de Diputación era en torno a 52 millones de euros, cuando acabe este año va a estar en torno a 2 y medio, ahora estará en 3 y pico porque vamos haciendo cada trimestre amortizaciones. Por tanto, hemos terminado con más de 48 millones de euros de deuda, pero hemos tenido que asumir 11 millones de euros de una sentencia que condena a esta Diputación de unos hechos que vienen desde 1968, pero nos lo hemos encontrado en esta. Cuando entramos ya estaba judicializado el tema y en esta legislatura ha tenido lugar la sentencia y el cumplimiento de la misma. A esos 48 millones que hemos quitado hay que sumarles 11 que no estaban contabilizados, pero que son efectos de gestiones anteriores o que derivan de tiempos anteriores. Por tanto, estamos hablando de casi 60 millones de euros, más de 59 millones de euros que hemos quitado en ocho años. En ocho años en los que, y especialmente en estos cuatro últimos, la inversión en carreteras ha sido mucho más grande que nunca, hemos apostado por los POS como siempre o incluso más, hemos creado nuevas figuras de ayuda a los ayuntamientos, hemos hecho Presupuestos más inversores año tras año, hemos crecido en el Consorcio de Servicios Sociales, hemos crecido en Cultural Albacete, hemos crecido en los circuitos deportivos… ¿Por qué digo esto? ¿Por presumir de algo? No, porque esto al final es mérito de todos y aquí hemos sacado los Presupuestos hasta por unanimidad, y no me cuesta reconocerlo. Creo que hablar bien de la Diputación tiene que ser hablar bien de todos los que estamos en ella, no es mérito de un partido frente a otro; evidentemente cuando van mal las cosas las culpas son de los que gobiernan y cuando van bien de todos, hasta ahí lo asumimos, pero hay que dejar las cosas claras y hay que acabar con ciertos tópicos. Este equipo de Gobierno tiene muy claro que para poder trabajar para el ciudadano las cuentas tienen que estar saneadas, no se puede gastar más de lo que se ingresa. Hay que ser muy ambicioso a la hora de ir a buscar recursos. Antes hablábamos de salir a buscar también incluso en el sector privado, ¿por qué no? Si se trata de favorecer a los ciudadanos que viven en la provincia de Albacete, seamos valientes, salgamos a buscar recursos a Europa, pongamos a los equipos a buscar recursos en Europa, para eso hay que tener buenas relaciones y a eso es a lo que nos hemos dedicado.
Hemos entendido desde el primer momento que somos embajadores de la provincia de Albacete, que tenemos encomendado la gestión de determinados servicios, pero que por encima de eso tenemos que ser activos e intentar buscar más recursos porque esta provincia se lo merece.
E.D.A.- Y para finalizar, comentaba esos 11 millones de euros que la Diputación de Albacete cancelará de la sentencia sobre la herencia de Purificación Urrea. Mucho se había hablado del futuro del ITAP a raíz de esa sentencia ¿corre peligro el ITAP?
S.C.- No, para nada. Son dos cosas distintas. El ITAP es un instituto de investigación que tiene su sede fuera de esas fincas, lo que sí que tenía eran los campos de experimentación en esas fincas. Esas fincas evidentemente tienen que ir a esa fundación que la sentencia dice que hay que constituir y la cual tiene que hacer ese hospital que decía el legado de Purificación Urrea, pero nuestro equipo de investigadores va a seguir trabajando por la agricultura y la ganadería de esta provincia. Ya estamos en contacto con otras instituciones para encontrar otros lugares, otras fincas que puedan ser campos de experimentación; en la propia ciudad de Albacete es factible, hay espacios donde se puedan hacer esos campos de experimentación. Cierto es que en esas fincas se llevaba mucho tiempo trabajando y se ha multiplicado su valor. La Diputación siempre desde el 68 y hablamos hasta de distintos regímenes democráticos, ya no de distintos partidos, ha mejorado esas fincas, las ha conservado e incluso del presupuesto público se ha invertido en ellas, más allá de haber devuelto a esas fincas los rendimientos que año tras año iban produciendo. Alguna vez hemos dicho que no entendemos, y ahí también hay unanimidad en todos los partidos políticos, que se han poseído de mala fe, no, desde el año 68 nunca ha poseído nadie esas fincas de mala fe, cosa distinta es que a lo largo de todo este tiempo no se haya cumplido el legado. Probablemente ese legado desde el 86 para acá en el que se universaliza la Sanidad y en la que ya todo el mundo tiene derecho, independientemente de que se sea más pobre o más rico, tenía menos sentido el legado, pero es cierto que no se ha cumplido el legado. Nosotros respetamos la sentencia que dice que hay que devolver las fincas a esos herederos para que constituyan esa fundación, porque también la sentencia es finalista. Dice la sentencia para qué es, no es devuélvase a los herederos para que hagan lo que quieran, es devuélvase a los herederos para que se haga la fundación, para que se dé cumplimiento al legado. Nosotros lo respetamos, pero de ahí vienen esos 11 millones que hablábamos que se los ha encontrado esta Corporación, pero que vienen desde el año 68 para acá.
