Si en directo parecía inexplicable la expulsión de Maikel Mesa, tras leer el acta del partido resulta todavía más lamentable la actuación de Ávalos Barrera y sus asistentes en la tarde de este domingo en el Levante-Albacete Balompié. Han condicionado el partido y jugado con la ilusión de toda una afición.
Por más que se vean una y otra vez las imágenes de la jugada que terminó con la segunda amarilla a Maikel Mesa no hay por donde justificar la decisión del árbitro del partido. Es más, el jugador del Alba es objeto de una falta clara, incluso merecedora de tarjeta para el jugador granota.
Quedaba la duda, por justificar en algo la sorprendente actuación arbitral, de si Mesa había dicho algo al árbitro que propiciara esa segunda tarjeta amarilla, algo que quedaría explicado en el acta del partido. Pero no, el colegiado afirma en la misma que Mesa vio la segunda amarilla por “dar un golpe con el pie de manera temeraria a un adversario en la disputa del balón”. ¡Increíble!, ¿pero qué jugada ha visto este hombre?. Lo que realmente resulta temerario es que por un “fallo” de estas características se juegue con la ilusión de un equipo y de una afición que sueña con ver a su equipo luchar por el ascenso a Primera División una vez conseguida virtualmente la permanencia.
En mi opinión, al igual que cuando un jugador es expulsado por cometer un error grave, el árbitro del partido, Ávalos Barrera, debería ser sancionado, o apartado del arbitraje durante unos cuantos partidos, él y sus asistentes, hoy desasistentes. De los del VAR, mejor no hablar, estarían viendo la puesta de sol desde la Alhambra. Ya son muchos “errores” los que está sufriendo el Albacete Balompié esta temporada y ya está bien de reírse de este club, este equipo y esta afición. Somos humildes, unos recién ascendidos, pero no somos tontos.
Menos mal que el Albacete Balompié de este año es un equipo luchador, que no se rinde, que se crece ante las adversidades, y que se ha ganado con creces la admiración de una afición que hoy ha demostrado que sigue y seguirá a su equipo para insuflar el aliento necesario en los momentos de dificultad.
Sea como fuere el partido ante el Levante ya es historia, de orgullo para el Albacete Balompié y de sonrojo para Ávalos Barrera.
Javier Romero
Director de El Digital de Albacete
