La extrema brutalidad de ‘El carnicero de Albacete’, el sanguinario jefe de las Brigadas Internacionales

Destinado en Albacete durante la Guerra Civil

La ciudad de Albacete fue durante la Guerra Civil la sede del Cuartel General y el centro de formación de las Brigadas Internacionales. Así, durante este periodo bélico, miles de voluntarios llegaron a España procedentes de todo el mundo para combatir en la guerra, convirtiéndose Albacete en el epicentro de las Brigadas Internacionales.

Una de las intrahistorias de este conflicto bélico tiene como protagonista a André Marty. Se trata de una de las pocas figuras de la Guerra Civil que ha unido a historiadores de uno y otro bando del conflicto por las atrocidades que cometió. Marty nació en Francia y pronto se convirtió en una de las principales figuras del Partido Comunista y en alto cargo de la Internacional Comunista.

“Obsesionado” con las conspiraciones dentro de su propio bando

Tras el estallido de la Guerra Civil en nuestro país, el francés fue escogido para ocupar el cargo de organizar las Brigadas Internacionales, siendo trasladado a Albacete para desarrollar este cometido. Según recoge el ‘ABC’, Marty “obsesionado como estaba con las conspiraciones y los supuesto enemigos internos, actuó con extrema brutalidad con los desertores, los débiles y cualquiera que considerara sospechoso”.

De este modo, confeccionó una red de espías destinada a la investigación a sus propios hombres, llegando a afirmar que “la vida de un hombre vale 75 céntimos, el precio de un cartucho”. Este aterrador personaje, debido a sus atrocidades “se ganó a pulso el apodo de ‘El carnicero de Albacete’”, recoge ‘ABC’, y es que el francés llegó a reconocer “que había ejecutado a uno 500 brigadistas, el 5% de las bajas de estas unidades”.

Además, llegó a ganarse la antipatía de los mismos republicanos. Por ejemplo, Santiago Carrillo, cargaba contra Marty en sus propias memorias, desvelando que “tenía la fama de poseer un carácter endemoniado y de sufrir crisis de cólera monumentales”. Pero además, el artículo de ‘ABC’ recogía que “el general Kléber confesó que un día hacía una montaña de un grano de arena, y al siguiente, de una montaña hacía un grano de arena”, mostrando la volatilidad de su carácter.

Foto del casco de un soldado / Pixabay

’El carnicero de Albacete’, un controvertido personaje de la Guerra Civil

“Tenía las cualidades necesarias para garantizarse sus posición privilegiada dentro de la jerarquía del mando comunista”, consideraba el historiador Paul Preston, quien además señalaba que “escondía en su seno una paranoia hacia los supuestos amigos internos del partido”. Por este motivo, no era raro que el apodado como ‘El carnicero de Albacete’, llegase incluso a disparar a miembros de su propio bando.

En el lado contrario, el historiador Hugh Thomas, también consideraba a Marty “desconfiado en exceso”, considerando que fueron numerosos los milicianos y oficiales acusados de forma infundada por este mando brigadista. Así, se hacía eco ‘ABC’ del caso del comandante Gastón Delasalle a quien André Marty llegó a culpar de espionaje.

Este oscuro personaje llegó a inspirar a Hemingway en su obra ‘Por quién doblan las campanas’, escribiendo sobre Marty que “ese viejo mata más que la peste bubónica. Pero no mata fascistas, como hacemos nosotros. ¡Qué va! Ni en broma. Mata a trotskistas, desviacionistas…Toda clase de bichos raros”.

Pese a su carácter y comportamiento, Marty estuvo ligado a las Brigadas Internacionales hasta octubre de 1938.

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