Un equipo del programa ‘Cuarto Milenio’, liderado por el reportero ciudadrealeño Javier Pérez Campos, indagaba sobre los extraños fenómenos que tienen lugar en el Teatro Principal de Almagro (Castilla-La Macha). Un espacio cultural mágico y repleto de misterio en el que artistas y empleados del teatro aseguran haber sido testigos de fenómenos paranormales.
“No estamos hablando de cualquier escenario, sino de uno de los principales escenarios de un festival de teatro más importantes del mundo como es el Festival de Teatro de Almagro”, subrayaba Pérez Campos. De este modo puntualizaba que en este festival “han actuado actores internacionalmente reconocidos”.
Pedro Martín Romo, escritor y autor de ‘Las ánimas de las ahorcadas’, recordaba que el Teatro Principal de Almagro “empezó a funcionar a partir de 1865”, puntualizando que “a lo largo de las décadas tuvo un deterioro bastante importante, de tal manera que a finales de la deca de los 70 del siglo XX se determinó que había que cerrarlo para llevar a cabo una remodelación y una restauración profunda”. De este modo, compartía algunos de los misterios de este espacio en el que hay quien se asegura haber escuchado “pisadas, carreras, ruidos, empezó a haber movimientos y personalmente yo tenía testimonios de haber visto una presencia etérea que cruzaban a gran velocidad por uno de los palcos del teatro”.

Fenómenos paranormales en este teatro de Castilla-La Mancha
Un relato que compartía el historiador Antonio José Moreno, quien señalaba que “en el momento en el que se levanta es telón de este teatro municipal pasan cosas”. Relataba que en la época en la que formó parte de este teatro “empecé a percibir situaciones, por ejemplo cerrabas una sala y cuando volvías al día siguiente las marionetas que tenía perfectamente ubicadas en su posición dentro de esa estructura, de repente habían cambiado de posición”.
Confesaba que “al principio lo achacaba a las señoras de la limpieza, pero luego se cotejaba la información y nada más lejos de la realidad”, asegurando que “esto generaba inquietud”. De este modo, aseguraba que “siempre había que estar alerta, no podía estar tranquilo ni relajado y en muchas ocasiones al cerrar la puerta y macharme tenía la sensación de que algo o alguien quedaba dentro”.
“Estábamos limpiando mi compañera y yo los aseos de arriba y noté como si llegara mucha gente de repente, como ruido de subida de escaleras, ruido de pataleo de peldaños al subir”, retaba Mª Carmen Rodríguez, una de las empleadas del Teatro Principal de Almagro. Ante el ruido “creía que llegaba gente para ver el teatro”, pero desvelaba que “cuando me asomé al patio de butacas no había nadie”. Así, consideraba que “era inquietante venir por la mañana, había un poco de miedo a esos ruidos o a lo que te ibas a encontrar al llegar y llegamos a comentar que no queríamos trabajar solas”.
Sombras y ruidos en este teatro de Castilla-La Mancha
Otra de las empleadas de este templo de la cultura, Emilia Cuevas, explicaba en el reportaje elaborado por ‘Cuarto Milenio’ que “otra vez escuché una conversación en el escenario”, explicando que “yo estaba en la zona de camerinos y pensaba que habían venido los técnicos, bajé a ver y estaba yo sola”. Exponía que “era una conversación en la que uno hablaba y otro contestaba”, añadiendo que “cuando bajaba la conversación se callaba, pero cuando me subía volvía la conversación”.
Esta misma trabajadora compartía otra de sus experiencias en el Teatro Principal de Almagro y es que “estando en los baños, los secamanos empezaron a funcionar”, sin embargo, especificaba que “estaban desenchufados, no tenían corriente”.

La responsable del teatro, Chelo Molina, también compartía algunas de sus vivencias poco convencionales. “Fui al pasillo de los camerinos porque oí ruido de agua, iba con la luz apagada y vi que había un grifo abierto y se salía el agua”, trasladaba. De este modo, señalaba que “lo cerré y me fui”, pero para su sorpresa “al salir al pasillo volví a oír el ruido y al pasar al mismo camerino el grifo del siguiente lavado estaba abierto”. Recordaba además Chelo Molina que “en ese intervalo de tiempo no vino nadie y las luces seguían apagadas”.
Relataba que otro día al entrar a trabajar “abrí la puerta del vestíbulo, entonces había otro espejo que era mucho más alargado, y vi que la silla de la derecha había como una sombra sentada y cuando me vio subió las escaleras”. Fenómenos inexplicables que aseguraba también han experimentado artistas y directores, asegurando que “incluso se dio cuenta un director del festival que un día me abrazó casi llorando”.

Un teatro con dos vidas en Castilla-La Mancha
Consideraba Antonio José Moreno que “este teatro tiene dos vidas. La vida del público, la del día a día del éxito y los aplausos; pero luego está el otro teatro, en el que quedan unas cuantas personas que vamos cerrando puertas”. En relación a este aspecto, confesaba a Iker Jiménez que “esa soledad habla”. “Cuando te quedas solo, cuando no hay visitas, cuando te toca casi que cerrar y apagar las luces empiezas a tener una sensación de inquietud, la percepción de que algo o alguien está por ahí”, trasladaba, remarcando que era algo que “no me podía quitar de la cabeza”.
Exponía Javier Pérez Campos que “se han llegado a detectar golpes en puertas de los camerinos o escuchar el golpeo de las perchas chocando en un perchero de uno de los camerinos y llegar y no ver a nadie”. De este modo remarcaba que lo interesante es que la mayoría de los relatos se enmarcan “a partir de un momento muy particular, que es el terremoto de 5,1 grados que vivió Almagro en 2007”.
Ponía de relieve que el temblor de tierra “hizo que se viniera abajo una parte del techo, concretamente en la parte del viejo bar donde se juntaban todas las clases sociales y en la que ahora se encuentra una sala de marionetas”. Especificaba que tras el terremoto “se hicieron una serie de reformas en el teatro y a partir de este momento es cuando se intensifican la mayoría de los fenómenos”, llegando incluso a parecer “huellas de un pie con tres dedos en el suelo del escenario recién fregado”.
Presencias en este templo de la cultura de Castilla-La Mancha
Además el sensitivo de ‘Cuarto Milenio’, Aldo Linares, durante una visita a este teatro aseguraba haber detectado la figura de “un hombre que gritaba desde un palco: “¡Son carlistas!””, detallaba Pérez Campos. Pero también detectaba “la figura de una señora mayor en el escenario que se mueve de un lado para otro y que está un poco nerviosa diciendo: “Dame biondas” o “dame blondas””, explicaba. Igualmente, trasladaba Pérez Campos que “Aldo también habla de otra mujer que mueve un pañuelo en uno de los palcos que es el palco en el que muchas veces han visto pasar una sombra”.