El viaje en tren de una mujer que viajaba de Madrid a Valencia se ha hecho viral en las últimas horas tras darse cuenta de que se había equivocado de convoy cuando se encontraba en Palencia, a mas de 600 kilómetros de su destino original. La señora, no se percató del error hasta que llegó a la cuidad castellano-leonesa, no sospechando que algo iba mal cuando el tren pasó por la estación de Segovia y no por la Fernando Zóbel en Cuenca (Castilla-La Mancha).
Esta historia la ha contado a través de su perfil de Facebook Maribel Madriguera de Llanes, una trabajadora del Ayuntamiento de Leganés y cuyo marido fue testigo directo de lo que ocurrió en ese tren mientras él se desplazaba a Santander. De ahí en adelante, la viralización en redes sociales ha hecho el resto.
Así pues, y según relata Maribel en Facebook, “hay cosas que tienen que contarse… Porque a veces, entre los resquicios de esta sociedad tremendamente deshumanizada y dominada por las grandes corporaciones, se cuela la esencia del ser humano, y la bondad y amabilidad se abren paso”.
Maribel añade que “el pasado miercoles 4 de enero mi pareja viajaba en el tren ALVIA de las 13:40h desde Chamartín con destino Santander. Al pasar por Palencia una señora mayor se puso a gritar y a llorar… » ¡¡yo quería ir a Valencia!!».
Argumenta Maribel que “puede parecer una broma pero no lo era, y para ella era un drama, sola como estaba, mayor y perdida en dirección contraria a su destino. No se sabe si le cogieron mal el billete o ella pidió billete a Valencia y le dieron para Palencia y no lo comprobó… El caso es que estaba en una situación muy difícil”.
«El personal del tren se comportó de 10»
Según continúa relatando Maribel, “RENFE podía haberse desentendido, pero por suerte, el personal del tren se comportó de 10, asistiendo a la señora cómo solo unos hijos harían con su madre: La tranquilizaron, le dijeron que podría volver a Madrid sin ningún coste, que volvería en ese mismo tren de vuelta y que aunque podría bajarse en Palencia y esperarle a la vuelta, la animaron a que siguiese en el tren hasta Santander y volviese con ellos para no quedar sola en la estación de Palencia con el frío que hacía y así estaría acompañada. También le gestionaron y facilitaron un billete gratis para ir a Valencia al día siguiente en el AVE”.
Explica Maribel que “la única pega es que se tendría que quedar a dormir en Madrid y eso ya no se lo podían pagar. Como la señora no sabía cómo reservar un hotel, se lo gestionaron y llamaron a un familiar para que hiciera el pago con tarjeta”.
Según Maribel, “desde el supervisor, hasta el camarero del vagón restaurante, todo el personal del convoy, estuvieron atentos a la señora y la cuidaron con toda la amabilidad y el cariño del mundo”.
Añade Maribel que “mi marido se bajó en Torrelavega y ya no supo más de la señora, pero estaba seguro de que quedó en las mejores manos y que culminaría con bien, al día siguiente, su viaje a Valencia (con parada en Santander”
Explica esta usuaria de Facebook que “no era mi madre, ni nadie que conociese, pero me emocionó conocer esta historia que me hace volver a confiar en el ser humano, y solo desearía que si alguna vez yo, o alguno de los míos, nos encontramos en una situación similar, estemos cerca de personas tan buenas y de profesionales tan competentes como las de ese tren. Sería una historia destinada a quedarse entre las paredes de esos vagones como una anécdota más de un viaje cualquiera, pero me niego a que sea así y os animo a difundirla para darle a la bondad, a la profesionalidad, y a la humanidad, ese espacio que tanto merece. ¡Gracias en nombre de esa desconocida!. Y ojalá este post pueda llegar a esos trabajadores que tan bien lo hicieron y que, como mínimo, merecen este reconocimiento”.
El tren con destino Valencia que parte desde Madrid tiene dos paradas intermedias, siendo estas la estación de Cuenca y la de Requena. Por su parte, el que se dirige a Santander, tiene paradas en Segovia, Valladolid y Palencia, enlazando desde ahí hacia la capital cántabra.
