MAR ABIERTO | Black Friday

Artículo de opinión de Amelia F Fernández-Pacheco

Encuentro al mundo en general y a la UE en particular con una cosmovisión muy alineada con la ley de la Tierra de Dostoievski: “El hombre debe ganar su felicidad mediante el sufrimiento”.

Ni asociada a Billy Elliot me pasa la frase, no se preguntan qué es lo que está ocurriendo de verdad. Todo sucede aquí y fuera de aquí, de igual modo: ¿casualidad?. A la cabeza me viene una herramienta, la casualidad narrativa, que consiste en aquellos sucesos fortuitos que producen avances importantes en la trama y que suelen introducir al protagonista en el conflicto. Para no dar la impresión de que funcionan como conveniencias narrativas y para que esos eventos sean poderosos y significativos se les debe dotar de una temática para existir, conferir relevancia a esa temática propicia que nos olvidemos de lo extraño que resulta… Tal vez sea esta una forma con la que poder comprender que estamos inmersos en unos versos que no hemos redactado. En la narrativa, el mal uso de la casualidad y la coincidencia quita fuerza a las acciones de los personajes y para evitarlo se conducen de forma tal, que carezcan de significado sin las acciones de estos personajes. Son el medio para un fin, no son el punto de la trama, son la herramienta que nos traslada a la conclusión, como en ‘Crimen y Castigo’; la muerte de Lizaveta es la casualidad que permite poner en perspectiva las acciones del protagonista, pero para qué irnos a coordenadas tan alejadas si tenemos a nuestro Don Quijote utilizando esta herramienta magistralmente, para introducirnos la visión del XVII sobre geografía, supersticiones, tópicos de los libros de caballerías, inventos… En Cervantes la casualidad constituyó quizá el principal instrumento para mostrar la realidad del mundo de entonces, era un reflejo, no una justificación o una premisa de nada, no aspiraba a sumergir a los lectores en un mundo de fantasía, sino que se valió de la fantasía, de la ficción, para hacer de su obra un espejo de la vida contemporánea y, es entonces cuando su sentido realista de la vida le llevó a emplear este recurso narrativo. Su contexto no es el nuestro, se puede extrapolar el recurso, no el contexto ese que va a desaparecer de los libros al cercenar la historia en nuestro programa educativo. Ese que explica y que ayuda a interpretar y comprender lo que sucede y que es esencial para la decisión judicial y el fallo por equidad. Así vamos y en este tran tran a veces no se sabe ni por dónde empezar.

Vuelvo a mi pregunta, ¿qué está pasando?. 

No seré yo quien levante una lanza por la ministra de igual da, ahora con licencia para matar lo escribo porque no da igual, no, ni según como se mire depende, no voy a comulgar con ruedas de molino creyéndome que esto de la Ley del sí es sí o la Ley Trans se le ha ocurrido a ella. No voy a creerme que no estaban todos de acuerdo, es más, probablemente no estaban todos de acuerdo, probablemente el fin justifica los medios. Pregúntame si me importa dirán en su descaro. El descaro y la insolencia se usan cuando faltan argumentos o cuando los que se proporcionan no se sostienen, y cuando se está harto y uno se rompe, también eso es verdad. Aquí no hay argumentos, aquí tenemos un recurso del relato fatal empleado y todos se colocan de perfil. Se tacha a los jueces de machistas, se “paripean” instrucciones a la Fiscalía y se apunta con el dedo a las acciones judiciales. Eso sí, en su ignorancia, que sí que es de ella, lo que hace es llamar a los jueces prevaricadores y hasta que no han ido a decírselo ni se entera. Ha debido ser tal el escándalo que ha montado en el Ministerio que sus socios y no socios y apoya-socios han tenido que salir a defenderla. Relativamente, eso sí, intentando no quitarse las caretas. ¿Perderá en cualquier momento el control?. Veremos, porque va mucho en juego e igual hasta se infarta por el estrés o por el cambio climático.

El centro no es la ministra, el eje gira en torno a lo que está pasando, qué se esconde detrás de esto. A bote pronto se me ocurren ciertas cosas más allá que las cárceles suponen un gasto tremendo para el Estado y es el alboroto, sobre todo que el enfrentamiento social crea bandos, divide a las personas y levanta fronteras infranqueables durante mucho tiempo, nos hace polvo antes de la muerte, nos hace débiles y manejables, o disidentes, claro. 

La guardia urbana de Barcelona ha compartido las estadísticas de delincuencia de 2022, el 76,45% fueron extranjeros y el resto o nacionales o extranjeros nacionalizados, qué hacemos con esto, ¿seguimos mirando para otro lado y destituyendo a los comisarios?. 

Veo un relato en Telegram que reproduzco porque me parece un fiel espejo de lo que nos puede estar pasando: “Si pones 100 hormigas rojas y 100 negras en un frasco, no pasará nada, pero si lo agitas con fuerza las hormigas empezaran a matarse entre sí. Los rojos creerán que el negro es el enemigo y viceversa cuando el verdadero enemigo es la persona que sacudió el bote“.

Estoy, reventada sí, del uso que se hace de la palabra porque se atribuyen significados a los términos que no se corresponden y por mucho que intenten agotarnos en una carrera con el infinito de fondo, al final me fortalece sentir que poco a poco todos vamos viendo cómo pretende instalarse la incoherencia  de la mano de unos demonios y nos rebelamos contra lo revelado, contra ese río revuelto que procura ganancia a los pescadores y no a los pescados. 

Por las presiones de Iberdrola, Endesa y Repsol la UE propone flexibilizar los criterios para el despliegue masivo de centrales eléctricas (renovables en argot 2030) esto es, en resumen, que puedan ser autorizados sin un estudio previo de impacto medioambiental porque éste demora mucho sus instalaciones en el tiempo, eso sí hay que cuidar las emisiones para proteger el planeta, bien vamos. Mi idea de protección es otra. ¿Este ecologismo de sujétame el cubata es el que preside la fiesta?, luego hay que pagarla pero los administradores de nuestros impuestos no nos preguntan dónde queremos meterlos. Se olvidan, y nos hacen olvidar a nosotros, que ese dinero es nuestro. Se olvidan que son gestores, no dueños.  

En el Parlamento UE también se hace un escrache, sí, en el propio Parlamento, parlamentarios y trabajadores a una eurodiputada provida antes de su conferencia y les consulto en la línea, ¿le han oído ustedes a Zelensky pedir alimentos y abrigos?. Yo solo veo que a los refugiados de guerra se les instala en naves y a los invasores de las pateras, en hoteles. Yo veo el ruido que se hace sobre los derechos humanos en Qatar pero no que es de facto socio principal de países como EEUU o Japón. Veo a Pfizer declarando en el Parlamento UE que las vacunas no han sido testadas antes de su distribución y que no se verificó que evitaran la transmisión, que no la evitan y que en el resumen oficial de la declaración conjunta de resultados del G20 figura expresamente el asunto de la vacunación obligatoria, de la identidad digital y del dinero en línea: Cómodo es y absolutamente controlador también. Encuentro incierto como objetivo evitar el blanqueo de capitales porque cuenta con sus medios, como incierta la búsqueda de reducción de la pobreza mientras nos están preparando para la monetización del agua, recurso al que tenemos derecho, y las trabas a la agricultura, la ganadería y la pesca. Trabas que me parecen pretender fulminar el sector primario y la industria que de él se sustenta. 

Hablar del cambio climático por la acción del hombre, no por la evolución del propio planeta, sin señalar cosas como la cantidad de agua que se necesita para la producción de las baterías de litio (obviamente necesarias para retrasar el cambio), los problemas que presenta su destrucción o de cómo explotan y arden descontroladas, consulten a los bomberos después del huracán de Florida. Hace falta carbón y petróleo para fabricarlas y otros minerales además del litio, ¿saben que Francia abrirá la segunda mayor mina de litio en Europa?, para no depender de China declaran, ¿no tendrá relación que África se les acaba y tienen que buscar recursos que les permitan mantener su estado de bienestar?. El litio también es necesario para las placas solares y recuerdo que el Congo es un proveedor mundial que usa la esclavitud infantil como mano de obra, sí, pero eso no pesa en la balanza de las emisiones humanas del CO2, claro que no, lo escribo en serio porque D. Juan Antonio de la Rica muy bien nos lo expone: representan el 0,02% del total. Los ecologistas señalan que las emisiones humanas son de 40 mil millones pero la totalidad es de más de 190 mil millones de toneladas al año. ¿Ese 0,02% produce el cambio climático?, ese CO2 tiene una incidencia real inferior al 15% (entre el 10 y el 15) y bosques de nuestro planeta consumen más de 70 mil millones de toneladas al año. ¿Podemos contestar con este equilibrio las cartas de los bancos que llegan con el cálculo de las emisiones, que no hemos pedido y que usan nuestros datos personales?; me acuerdo del bonus de 200 millones de Iberdrola a sus directivos por los buenos resultados del año y cómo no, de la empresa inactiva del marido de la Sra. Von Der Leyen que recibe 320 millones de la UE para un proyecto de terapia génica en la filial inactiva de Orgenesis en Udine, Italia; escándalo nacional allí es y escándalo global lo considero yo. ¡Ay! si es que las desgracias nunca vienen solas amiga. Ya lo decía Shakespeare: hay puñales en las sonrisas de los hombres; cuanto más cercanos son, más sangrientos. 

No pierdan el foco en Brasil.

Me voy de fin de semana finito. Ciao Ciao, bambinos  

Amelia F Fernández-Pacheco 

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