Las inigualables navajas del albaceteño Paco ‘El Curro’

Conocemos el secreto de su dureza

El albaceteño Francisco Tébar, afincado en Abengibre, y conocido popularmente como Paco ‘El Curro’, inició su actividad laboral siendo matricero, pero pocos años antes de jubilarse comenzó con la afición de elaborar piezas de cuchillería de manera artesanal, consiguiendo resultados inigualables. 

El albaceteño Francisco Tébar, conocido popularmente como Paco ‘El Curro’

El trabajo de Paco ‘El Curro’ destaca por el material utilizado en la fabricación de sus cuchillos y navajas, ya que trabaja artesanalmente las hojas a partir de aceros reciclados de sierras usadas, lo que le convierte en el único fabricante en España que trabaja con este material. El artesano nos cuenta que “son hojas de sierra de acero HSS, de las que empleaban antiguamente los operarios de herrería en las máquinas de sierra alternativa. No se pueden agujerear, y solo es posible cortarlas con láser, ya que tienen una dureza 65/70. Me las corta mi buen amigo Domingo, de ‘Rolaser’, y yo a cambio le hago trabajos de torno”.

De este modo, desde su pequeño taller en la calle Cervantes 24, de Abengibre, donde trabaja todos los días, ha conseguido, además de una gran calidad y durabilidad, la máxima dureza en los filos de sus cuchillos y navajas. “Llevo tan solo 15 años en el oficio de cuchillero, por eso, cuando me dicen que mis navajas son las más duras de Castilla-La Mancha, o unas de las más duras de España, no me lo puedo ni creer. Me hace mucha ilusión y me llena de orgullo haber logrado algo así, y que además se reconozca mi trabajo”, confiesa.

El albaceteño Francisco Tébar, conocido popularmente como Paco ‘El Curro’

Hijo de un herrero

Natural de Tolosa, localidad perteneciente al municipio de Alcalá del Júcar, a los 7 años se fue junto a su familia a Mahora, donde vivió hasta los 17 años, edad en la que se trasladó al municipio valenciano de Benetúser. “Mi padre trabajaba en Mahora como herrero de aperos de labranza, y herrando las mulas. La agricultura comenzó a mecanizarse, aparecieron los primeros tractores, y por consiguiente empezó a tener menos faena, por lo que decidió buscar trabajo en otros lugares. Así fue como llegamos a Benetúser, donde mi padre encontró un puesto de carrocero”. 

Viviendo en Benetúser, Paco ‘El Curro’ comenzó a estudiar en la Escuela Sindical San Vicente Ferrer de Valencia, donde aprendió el oficio de Matricero. “Iba todos los días, en horario de 7 a 10 de la noche, con una moto ‘Derbi’ de 74 centímetros cúbicos. Al terminar los estudios me puse a trabajar de matricero en una empresa de Benatúser, donde estuve 10 años. Después me fui a Valencia, a trabajar en ‘Aguilar Hermanos’, una empresa de hierros, a orillas del río Turia, en donde estuve 14 años”, detalla. 

Más tarde prosiguió desarrollando su profesión de matricero en Catarroja. “Mis últimos 14 años, hasta que me jubilé, los pasé en la empresa ‘Normat’ en Catarroja. Viviendo allí, en un baile de esos antiguos de la época, conocí a mi mujer y nos casamos. Ella es de Abengibre, y nos hicimos una casita en el pueblo, y tras la jubilación nos vinimos a vivir aquí, hace ahora 15 años”, indica. 

El albaceteño Francisco Tébar, conocido popularmente como Paco ‘El Curro’

Hacer cuchillos le salvó de una depresión

La jubilación le llegó antes de tiempo, a los 60 años, debido a una depresión. “Es algo que no le deseo a nadie, porque lo pasé muy mal. Tengo la suerte de que todo el mundo que tenía a mí alrededor me ayudó en esa situación. Desde el que era mi jefe por aquel entonces, Manolo Castelló, que me arregló todo para que tuviese una jubilación digna, pasando por mi familia, que nunca me dejó solo, y hasta mis amigos, en especial Miguel de Luciano, que se volcó conmigo. De pensarlo me emociono, porque gracias a todos salí de aquello, y se lo estaré eternamente agradecido”, destaca. 

Para salir de la depresión, el médico le aconsejó que se centrara en algo que le gustara, y encontró en la elaboración artesanal de cuchillos su válvula de escape. “Mi afición por los cuchillos llegó dos años antes de mi jubilación, a través de mi tío Rafael, que vivía en Zulema. Era aficionado a hacer cuchillos, y como ya era mayor, yo me encargaba de traerle la materia prima desde Valencia para fabricarlos, y de paso le echaba una mano en los acabados. Fue así como descubrí la dureza de las hojas de sierra como una excelente opción para hacer cuchillos”, señala.

El albaceteño Francisco Tébar, conocido popularmente como Paco ‘El Curro’

La elaboración artesanal de cuchillos a partir de hojas de sierra recicladas, fue clave para su recuperación hace 15 años. Cuatro años después, “pensé en hacer navajas con ese material, algo que nadie hace, y eso fue maravilloso para mí. Fue el artesano cuchillero Juan Martínez, de ‘Forester’, el que me enseñó a hacer navajas, y desde entonces no he parado. En un principio creía que no iba a ser capaz de montarlas, pero me fue picando el gusanillo, y con los años he ido perfeccionando la técnica hasta ahora, que considero que me salen muy bien. Llevo 11 años dedicándome a las navajas y en la actualidad me encuentro fenomenal. Hago lo que más me gusta, y saber que hay piezas mías por todas las comunidades de España, y que a la gente le guste, es algo me hace muy feliz”, puntualiza. 

Ha cumplido un sueño gracias a su constancia

Llegar a confeccionar estas navajas de gran dureza y calidad, ha sido gracias a su constancia. “Hace más el que quiere, que el que puede”, asegura el cuchillero, añadiendo que ha cumplido su sueño con creces, porque “no pensaba que iba a terminar haciendo cuchillos y navajas como las que hago. Lo más bonito y satisfactorio que hay en la vida es hacer lo que a uno le guste, y yo lo estoy haciendo, no puedo pedir nada más”, confiesa. 

Las inigualables navajas del albaceteño Paco ‘El Curro’

Paco ‘El Curro’ es un individuo singular, afable, simpático, hablador, y amigo de sus amigos, por eso su taller siempre está muy concurrido. Por allí pasan sin cesar vecinos y amigos a saludarle y llevarle cosas. Y es que, además de cuchillos y navajas, Paco hace artesanía de madera, prepara cebolletas en vinagre y mosto, elabora arrope al final de la vendimia, y hasta orujos caseros. “El 90% de estas cosas las hago para mi familia, amigos y vecinos, y normalmente las cambio por el sistema antiguo de trueque, ya que ellos me traen tomates, acelgas, leña, y todo lo que necesite”, aclara.  

A pesar de haber empezado más tarde su andadura, gracias a su manera de ser y su buen hacer, el círculo de cuchilleros de Albacete ha aceptado a Paco ‘El Curro’ como uno más de la familia, algo por lo que asegura estar “muy orgulloso. He conocido a gente maravillosa de este mundillo, y he hecho muy buenas amistades, me llevo muy bien con todos. De hecho, del 15 al 18 de diciembre me voy a la localidad cuchillera de Taramundi, a la Asamblea General Ordinaria Anual que organiza la Asociación de Cuchilleros de Albacete, ‘Aprecu’, en esta localidad”, concluye.

Paco ‘El Curro’ y Modesto Colorado

Según la tradición, las navajas no se regalan, ya que el filo de la hoja cortaría el vínculo de amistad. Por este motivo, tuvimos que ‘soltarle la gallina’, como dice Paco ‘El Curro’, cuando, en nuestra visita a su pequeño taller de Abengibre, nos obsequió con una de sus fuertes, inigualables, y afiladas navajas. 

Modesto Colorado

Comunicador y cantante de Albacete. Más de 20 años de experiencia en medios de comunicación, especializado en información y reportajes de ámbito cultural.
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