La aventura de dos albaceteños en un Seat Panda

Acaban de regresar del ‘Panda Raid’ de Marruecos

Un Seat Panda y dos personas separadas por escasos centímetros durante siete días, desafiando la ley del sentido común por los desiertos de Marruecos. Esta es la filosofía de ‘Panda Raid’, una aventura que acaban de vivir dos intrépidos albaceteños.

La experiencia de dos albaceteños en un Seat Panda

Todo comenzó cuando David Molina y David Martínez, amigos desde la infancia y ligados al automovilismo como aficionados y de profesión, encontraron en YouTube algo llamado ‘Panda Raid’. David Molina nos cuenta que “fue en plena pandemia. Estábamos encerrados y pasábamos las horas viendo videos relacionados con el mundo del motor, que luego comentábamos. Un día nos encontramos con unas imágenes de ‘Panda Raid’, y alucinamos con los Seat Panda recorriendo el desierto. Poco a poco nos fuimos montando la idea en la cabeza de que podríamos conseguir uno y hacerlo, hasta que las mujeres nos despertaron de lo que, en aquel momento, fue una imaginación e ilusión por querer hacer”. 

Proyecto ‘Pandadavids’

No cesaron en su empeño, y, puesto que los dos se llaman David, decidieron llamarse ‘Pandadavids’ y comenzar a buscar coches Seat Panda a la venta para restaurar. Buscaron en internet, plataformas de segunda mano, y en desguaces, hasta que finalmente dieron con uno. Molina destaca que “fue difícil encontrarlo porque ya no hay. Después de dar muchas vueltas, vimos un Seat Marbella en Casas De Ves que, pese a tener matrícula de Valencia, nos gustó bastante. Fue entonces cuando, sin darle mucha importancia, el hombre que lo vendía nos indicó que tenía otro metido en el granero, pero que no nos iba a interesar porque era más antiguo y estaba muy estropeado. A pesar de eso, fuimos a verlo y descubrimos un Seat Panda de 1981 que, aunque muy deteriorado y lleno de gallinas, era maravilloso. Nos miramos con la certeza de que por fin lo habíamos encontrado, porque además, para nuestra alegría, tenía la matrícula de Albacete. El hecho de que la matrícula fuera de nuestra ciudad era un triunfo para nosotros, ya que queríamos ir al ‘Panda Raid’, y que la gente supiera de dónde veníamos”. 

La experiencia de dos albaceteños en un Seat Panda

Comenzaron desguazándolo y desmontándolo, dejando solo el chasis, porque “las reparaciones tenían que empezar por la chapa y pintura, porque el coche conservaba el color hueso auténtico de los Seat Panda, pero muy oxidado. Nos quedaba mucho trabajo por delante, pero lo afrontamos con mucha ilusión. Además, el ‘Panda Raid’ ese año por pandemia tuvo que posponerse, algo que a nosotros nos vino de perlas para sacar tiempo para reformar y poner a punto nuestro coche”, explica. 

Poco a poco fueron viendo color a su proyecto, pero al comenzar a pedir piezas se dieron cuenta de que eran bastante caras, por lo que “se nos ocurrió hacer una cuenta en las redes sociales para ir buscando ayudas para ello. Comenzamos a subir fotos del proceso de restauración del coche, contando nuestra idea de apuntarnos al rally, y nos fueron saliendo colaboradores y patrocinadores. Gracias a ellos logramos sacarlo adelante. Dos años después, sin las restricciones por la pandemia, y con el coche ya preparado, por fin nos lanzamos a la aventura del ‘Panda Raid’ en octubre de 2022”, refleja. 

La experiencia de dos albaceteños en un Seat Panda

Además de poner el coche en marcha, iban surgiendo más gastos conforme se iba acercando la fecha del rally. El mecánico resalta que “es muy difícil poder costearlo todo, así que tuvimos que buscar gente que nos echara un capote, porque la inversión era muy grande. Teníamos que pagar la inscripción, los gastos de viaje y muchos litros de gasolina, así que tuvimos que ponernos en marcha, organizando rifas de cestas de Navidad para poder recopilar ayudas. Viendo el buen resultado, y toda la gente que quería colaborar con nosotros, pensamos en llevar a cabo, una semana antes de la gran experiencia, la presentación de nuestro pequeño gran trabajo, nuestro flamante Seat Panda ya terminado. También nos animamos a realizar sorteos colaborativos con el Ayuntamiento, y con algunos establecimientos de nuestro pueblo, que nos dieron cosas para sortear. La gente de Chinchilla se ha volcado, porque enseguida nos quedamos sin papeletas, y tuvimos que hacer más para seguir vendiendo. Estamos muy agradecidos con todas y cada una de las personas que nos han ayudado a convertir este sueño en una realidad”.

‘Panda Raid’ comprometido con el mundo en que vivimos

El objetivo principal de ‘Panda Raid’ es la aventura que supone desafiar los desiertos del sur de Marruecos a bordo de un Panda, pero no por ello quieren dejar de ser un rally consciente y comprometido con el mundo en que vivimos. En pasadas ediciones han colaborado en la construcción y desarrollo de una escuela bioclimática infantil en Ait Ahmed, así como en fomentar la apicultura y el mantenimiento de la biodiversidad en el bosque de Mesguina. El participante aclara que “este rally comenzó su andadura de manera solidaria, cuando se juntaron unos cuentos para bajar a Marruecos en un Seat Panda, y llevar productos a las personas que allí lo necesitaban. Poco a poco fue creciendo hasta convertirse en lo que es ahora. A nosotros nos gusta mucho esa filosofía de sus inicios, así que, gracias al Ayuntamiento de Chinchilla y a gente del pueblo como Beatriz García, una chica del pueblo que trabaja en una tienda de muebles y se ha volcado con nosotros, hemos podido llevar material escolar a los niños del sur de Marruecos”. 

La experiencia de dos albaceteños en un Seat Panda

La aventura ‘Panda Raid’

‘Panda Raid’ es un rally amateur de larga distancia y resistencia que se celebra anualmente en Marruecos, en donde unos 400 equipos deciden desafiar la ley del sentido común, lanzándose a una aventura a bordo de un Seat Panda, Fiat Panda o Seat Marbella. A través de un recorrido de 7 etapas, estos equipos ponen a prueba sus capacidades físicas y mentales, valores supremos de un esfuerzo mecánico y de camaradas que pretende dejar atrás, al menos por unos días, el bullicio de la civilización y la dependencia de la tecnología. De este modo, el 20 de octubre, estos dos aventureros albaceteños salían desde Chinchilla, rumbo a Almería, donde cogieron un ferry hacia Nador, y desde allí empezaron las etapas, recorriendo el sur de Marruecos hasta llegar a Marraquech. “La experiencia ha sido brutal. Hemos visto paisajes espectaculares, de película. La gastronomía es buenísima, una experiencia única”, confiesa.

El perfil de las etapas marca el ritmo de los participantes. La clasificación de ‘Panda Raid’ se basa en un sistema de puntuación que tiene en cuenta la navegación, al tener que cumplir con todos los controles de paso, y la velocidad media en algunos sectores de la etapa. También, sencillamente se puede vivir la experiencia a ritmo de cada uno, como han hecho los dos albaceteños. “Hemos quedado en el puesto 247, entre 400 coches participantes, pero realmente hemos ido a nuestra marcha, y de vez en cuando nos salíamos de las rutas oficiales, para entrar en las aldeas más pequeñas y con recursos mínimos, para repartir el material escolar entre los niños”, detalla. 

La experiencia de dos albaceteños en un Seat Panda

‘Panda Raid’ es una experiencia inolvidable, pero no todo iba a ser color de rosa para estos manchegos. “Con el coche hemos tenido varios problemas. Hemos roto un radiador, alguna transmisión, un cable de embrague, pero hemos ido solventando todo sobre la marcha. Yo soy mecánico y mi compañero tiene muchos conocimientos también en este campo. Además, llevábamos piezas y repuestos que, aunque el panda iba lleno y no cabían más bártulos, nos han sacado de varios apuros”, indica. 

Sin lujos de hoteles, dormían en tiendas de campaña y sacos en medio del desierto, viviendo cada noche una aventura. “Hemos pasado momentos malos, de vernos de noche en el desierto, perdidos buscando el camino de vuelta al campamento. Aunque, después de recorrer 3.385 km, la recompensa de llegar a meta y que te cuelguen una medalla, hace que todo haya valido la pena. Al final nos quedamos con los momentos buenos. Cada día llegábamos a un campamento donde estaban todos los participantes, para compartir una cena marroquí. Nos lo hemos pasado bastante bien, la verdad”, reconoce.

La experiencia de dos albaceteños en un Seat Panda

Por supuesto, en una aventura de estas características, no han faltado las anécdotas. “Nos quedamos atascados en la arena de una duna, y sacamos la pala y empezamos a cavar. Los coches pasaban y se reían de nosotros. Nos dimos cuenta de que cuanto más cavábamos, más atascados estábamos. Al parecer, como es un coche que pesa muy poco, cuando pasa esto hay que balancearlo de un lado a otro, para que la arena vaya cayendo por debajo de la rueda y así el coche sale solo, y no hace falta utilizar la pala. En el lado negativo nos ha sorprendido ver a los niños pidiéndonos agua cuando llegamos a los pueblos, algo que deja entrever las grandes necesidades que tienen. En el lado positivo, nos quedamos con toda la gente que hemos conocido, y con la sonrisa de los niños cuando les llevábamos los materiales”, subraya. 

Ha sido tal la experiencia, que ya cuentan los días para que llegue el año que viene y volver a repetir. “Estamos pensando en conseguir y restaurar otro coche, para irnos los dos, cada uno en un coche con un acompañante, y así que vaya creciendo la familia ‘Panda Raid’. Esa es nuestra idea, y lo vamos a intentar para volver a vivir esta gran experiencia. Hay muchas formas de definir ‘Panda Raid’, pero hasta que no lo vives es difícil explicarlo”, concluye.

La experiencia de dos albaceteños en un Seat Panda

Lo importante no es el tiempo ni la velocidad, superar este rally implica, ante todo, llegar a la meta, y estos albaceteños lo han logrado.

Modesto Colorado

Comunicador y cantante de Albacete. Más de 20 años de experiencia en medios de comunicación, especializado en información y reportajes de ámbito cultural.
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