Sigue el juicio en Albacete contra dos padres acusados de matar a sus bebés de 4 meses.
Los forenses que han declarado este lunes en la vista en la que se juzga a los padres de dos bebés que murieron en Caudete (Albacete), con un año de diferencia y cuando ambos tenían cuatro meses, han asegurado que los traumatismos que presentaban fueron causados por actos violentos.
En su comparecencia en el juicio con tribunal de jurado que se celebra en la Audiencia Provincial de Albacete, los forenses han indicado que la fractura en el cráneo que presentaba el primero de los bebés fallecidos «requiere violencia y fuerza para que se produzca».
Y han detallado que el golpe debió de producirse poco antes de que el menor requiriese atención médica e ingresara en la UCI del Hospital de Albacete, porque ahí estuvo tres días ingresado y es el tiempo que se estimaba que se produjo la herida.
En relación a la rotura de vértebras que también presentaba este mismo niño, uno de los forenses que redactó el informe ha explicado: «Solamente vemos roturas así en accidentes de tráfico o atropello», ya que hay que dar un golpe muy fuerte «como para que se rompa una vértebra así».
«No es un golpe cualquiera es muy fuerte», ha reiterado este forense, mientras que su compañera ha comentado que «los padres nunca dan una explicación razonable de lo que ha pasado. No son capaces de explicar cómo se ha producido ese traumatismo y son los únicos cuidadores del niño».
En cuanto al segundo de los bebés fallecidos, la forense ha explicado que tenía cinco fracturas de «al menos dos episodios violentos distintos», y ha expuesto que «son fracturas que se hacen con mucha fuerza, no es algo que sea fácil de hacerse».
Asimismo, ha señalado que las fracturas en las costillas eran de unos 21 días antes de la muerte del bebé y, a preguntas de la fiscal, ha apuntado que podían pasar desapercibidas en una consulta médica rutinaria si hubieran pasado los suficientes días, porque según ha dicho «es una fractura que por fuera no se ve».
Además de los forenses, en la sesión de este lunes del juicio han declarado los especialistas que realizaron los informes de los padres acusados en prisión, que sobre el padre han apuntado que en relación a los hechos acontecidos, «sus capacidades cognitivas se encontrarían bien».
El médico forense que realizó su informe ha considerado que el procesado tiene conocimientos sanitarios básicos para cuidar un bebé, porque como voluntario de Protección Civil, tenía el curso de primeros auxilios y RCP, que hace que tenga conocimientos «más allá de los comunes entre los padres».
A su vez, los que elaboraron el informe de la madre han incidido en que «no se ha podido determinar en ningún momento que tenga ninguna patología» y han determinado que «tiene capacidad suficiente para saber lo que está haciendo y voluntad suficiente para hacer una cosa u otra, con libertad».