Que la economía ha entrado en campaña electoral es algo innegable. A cada minuto, a cada hora, la apertura de los informativos, todo gira alrededor de impuestos, de presupuestos, de precios, de subida de pensiones y leo que el 3,5 % de aumento salarial ya lo tienen garantizado los diputados, con el voto en contra del PP y de VOX.
Se podrían haber esperado un poco, digo yo. Dicen que es en línea a la subida retributiva para los funcionarios. Gloria Elizo de Unidas Podemos, con su voto hizo que la propuesta saliese adelante. Los políticos de izquierdas tampoco son tontos y un dulce no le amarga a nadie. Prefiero que luego no me digan que trabajan para los más vulnerables porque no es del todo cierto: los más vulnerables seguirán con dificultades para pagar el recibo de la luz, llenar el depósito del vehículo o comprar el material escolar a sus hijos. Me he vuelto un descreído y no admito una milonga más. Me pasa como a la mayoría, primero queremos que predique con el ejemplo y después secundamos sus acciones, pero no al revés. Les juro que un político trabajador, un político honrado, de los de verdad, sea del partido que sea, hasta me emocionan. Los hay, claro, hay que detectarlos y cuidarlos porque a veces parecen rara avis, pero es que ¡vaya tela! la primera subida, para que no falte. No digo que todo el mundo no tenga derecho a subidas y más con esta inflación, los políticos también, pero espérense un poco y que se salven primero los que están con el agua al cuello.
Olvídense del debate maniqueo y peligroso de ricos y pobres. Sería mejor que trabajen para que no haya pobres porque lo de ir contra los ricos, en la forma que lo expresan, no es camino adecuado y hasta me parece a mí que ya no da votos.
Luego se extrañan que en Italia gane las elecciones Meloni y empiezan a especular sin pararse a analizar nadie porqué se producen ese tipo de victorias. Tengo clarísimo que la responsabilidad de esas victorias extravagantes es porque los que tendrían que ganar han fallado estrepitosamente y ante ese hartazgo la gente tira por la calle del medio. Los tozudos tertulianos, a sueldo casi siempre, intentan hacernos ver que Meloni es lo peor del mundo y la mujer de Pablo Iglesias una bendita. Ni me gusta una, ni la otra, para que me dirijan políticamente, pero no me tienen que gustar a mí, a la mayoría, en España, les caen mejor las Melonis de aquí que las Monteros también de aquí. Las encuestas lo cantan y lo veremos muy pronto en las urnas. ¿Habrá que analizar por qué pintan bastos en la política?
He escuchado unas cifras que sirven para la reflexión. Casi 6.000 € es el importe que ha dedicado la sanidad pública para atender la hospitalización de un enfermo COVID y casi 20.000 € si ha pasado por la UCI. Lo escuché y pensé que era un buen dato para poner en valor algo en los que creemos muchos, las excelencias de la sanidad pública que, combinada con la privada, nos hacen envidiables a la vista de otros países y con unos profesionales magníficos que, en cualquier ranking mundial, estarían ente los mejores. Casi nadie discute hoy las bondades de nuestra sanidad pública, por mucho que sea necesario todavía hacer e invertir. Si queremos escuchar a todo el mundo, no solo a los periodistas y economistas de izquierdas, nos encontramos con la otra parte que añade a esas cifras de atención sanitaria que hay: 22 ministerios y 785 asesores; 14.000 millones de subvenciones sin rendición de cuentas; donaciones a fundaciones millonarias y 40.000 millones de ineficiencia en el gasto. Conclusión: sigan ustedes invirtiendo en la mejor sanidad pública posible y eliminen gastos innecesarios. Si después de todo ello, existe posibilidad de bajar los impuestos y que la fiscalidad sea progresiva, háganlo, explíquenlo muy bien porque de lo contrario “los melonis” y “las melonis” serán la única tabla de salvación para muchos.
Dice la ministra Irene Montero que a los fascistas se les para con derechos. Quizás también con buenas acciones y con votos, con votos, algo fundamental para superar al rival en las urnas. Son frases hechas que sirven para un titular, pero que se alejan de la realidad y de frases bonitas no se come.
Empezó la semana con la dimisión del presidente de RTVE, alguien ha dicho que en los medios públicos había más tertulianos de derechas que de izquierdas. Solo faltaba eso, que los clasifiquen y los “vendan” al peso. Bueno, ya sucede.
Entre todos han logrado que decaiga la influencia de muchos medios en la opinión pública y que partidos políticos y políticos utilicen sus redes sociales para contar lo que hacen o deja de hacer el contrario. Debería ser al revés, pero no, se está imponiendo lo que cuentan los propios protagonistas y dejan de contar algunos medios de comunicación. Todo está cambiando, algunas cuestiones para mal. Me gustaría que fuese al revés, papel preponderante de los medios y la información partidaria o partidista para acompañar, en segundo plano.
COSAS QUE PASAN
Absurdo, muy absurdo, el debate de la festividad del Corpus en toda Castilla-La Mancha. Parece ser que fueron los del PP de Cuenca los que lo iniciaron. ¡Qué torpes!
Menudo debate, un sinsentido.
Lleven la economía a sus ayuntamientos, no se han dado cuenta que es en lo que están Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo.
El pavimento de la flamante calle peatonal de Albacete también es un asunto importante, discútanlo y cuéntennos porqué se ha hecho así y no de otra forma.
¿Esto va de concejales, de técnicos, de modelos de pavimentos o de caprichos? Aun no me he enterado del todo. Me falta información, de la buena. Nunca es tarde.
“Hay dos tipos de votantes de derechas, los millonarios y los retrasados” es lo que ha dicho o escrito el alcalde de La Gineta, el socialista Antonio Belmonte. Ya estamos con las descalificaciones a destiempo y con nulo argumento. A mí sí me han contado que el IBI de La Gineta es de los caros, de los más caros, no sé comparando con quién. La oposición podría preocuparse en sacar el dato. Eso sí que es información, lejos del insulto. Una persona a la que conozco me dijo que por una vivienda había pagado en la vecina localidad casi 800 € de IBI. No he visto el recibo, ni lo tengo contrastado, pero tampoco tengo motivo para no creérmelo.
Otra lindeza soltó ayer un político del PP, diputado provincial de la zona de Hellín. Sobre una mentira escribió él: “que sinvergonzonería!!! Ale, pues ya no voy a los toros” (literal). Las redes sociales tienen mucho peligro si no se utilizan con raciocinio. Quizás no es necesario decir todo lo que se piensa, lo que sí es necesario es pensar todo lo que se dice.
Y el colmo ha sido la visita de una liberal, así se llaman ahora los de Ciudadanos, Patricia Guasp, la jefa en Baleares de los de color naranja para decir que: “el dinero debe estar en los bolsillos de los ciudadanos”. No me importaría que añadiesen que estaría muy bien también si se invierte en mejor sanidad, mejores servicios, etc., etc. Y si encima se saca ahorrando de partidas destinadas a partidos que viven en el ocaso de la política mejor para todos, no habría que bajar tantos impuestos. ¡Ay los bolsillos!
Pónganse a trabajar en lo que sepan, coticen y liberen a lo público de tanto gasto. Por si faltaba algo, llega Echenique y dice que: “el jefe de la patronal, el PP y la derecha mediática echan espuma por la boca. Vamos bien”. Él y los suyos van perfectos, forman parte de ese 95 % que Page dice, con razón, que tanto daño están haciendo a Pedro Sánchez, es decir los que están causando el deterioro al PSOE.
Tiempo habrá de hablar de Abycine, leo y escucho que va a más el festival y que ya en su vigésimo cuarta edición está muy consolidado. Pues eso, si además convertimos a Albacete en una ciudad de cine, estaremos dando pasos de gran urbe y eso siempre viene muy bien.
De Ab Fashion lo mismo digo. Si en la moda, de la mano de nuestra gente, nos buscamos un hueco en el panorama nacional, estaremos avanzando en el mejor camino de quitarle la boina a nuestra villa y si hay que ponérsela que sea por moda.
Antes hablaba de sanidad, de la pública, de la privada, de sus profesionales, de los que la hacen grande. Por motivos que no vienen al caso y que cualquiera puede experimentar en algún momento, hoy quiero mencionar a una pléyade de profesionales de la sanidad como el cirujano Diego García Picazo y al endoscopista y digestólogo, Félix Calvo Hernán; anestesistas como Jesús Cuesta y Oscar García, y a otros tantos del personal de enfermería de una clínica de nivel como es la Quirón, donde todos hacen un trabajo impecable, en los momentos más especiales.
Nunca me olvido de un amigo como el doctor Paco Naharro, siempre al quite en todo.
Cuesta es buen amigo desde hace muchos años, el afecto es recíproco, hermanos de vida como diría Benito Floro. Me habían hablado amigos comunes de los doctores García Picazo y Calvo, hoy puedo ratificar algo que era sabido, ambos son dos de los grandes de la medicina y unos tipos extraordinarios, también en lo humano, trabajadores y meticulosos. A esta nómina de personas entregadas, siempre sumaré la de otros grandes profesionales a los que admiro y respeto. Cualquiera de ustedes tiene su cuadro de honor particular, permítanme hoy esta licencia, es mi forma de expresar un sentimiento. A todos, gracias, porque el bien a toda la sociedad a la que sirven lo hacen las 24 horas del día y siempre bajo un anonimato que los hace mucho más grandes.
Ángel Calamardo
Twitter: @AFCalamardo
