A caballo entre Albacete y Campello vive María Pilar, quien apostaba por visitar ‘First Dates’ en busca del amor.
El primero en llegar a la cita era Armando, un valenciano que se definía como una persona “sibarita”. A su llegada a ‘First Dates’ explicaba a Carlos Sobera que buscaba “una mujer elegante, con clase y culta”, y añadía que también se encontraba entre sus requisitos que “sea divertida y que no sea celosa”.
Posteriormente hacía acto de presencia María Pilar quien vive entre Albacete y Alicante, y que se definía como “una persona sociable a la que que le gusta mucho estar y compartir momentos con la gente”. A primera vista ambos sentían buenas sensaciones el uno del otro, y María Pilar explicaba a Armando que “vivo en El Campello porque me encanta la playa y el mar”, algo que también compartía su cita.
Además dejaba claro María Pilar que “me he comprado un apartamento en El Campello, pero también estoy en Albacete y me lo paso genial”. Confesaba que “disfruto de estar sola y de hacer lo que quiero, pero también me encantará tener una pareja sin perder mi libertad y mis ratitos”.
Indicaba que “para mí es fundamental que Armando está jubilado igual que yo porque disponemos de tiempo para viajar y hacer un montón de cosas”. Así, durante la cita descubrían que ambos comparten afición por las motos.
Un pasodoble, la pieza clave de la cita de esta vecina de Albacete
“Me encantaría encontrar una persona con la que compartir proyectos e incluso vivir juntos”, comentaba durante la cena María Pilar, algo a lo que Armando indicaba que “esa es también mi idea”. Una cita muy relajada en la que un pasodoble hacía conectar definitivamente a Armando y María Pilar.
Destacaba María Pilar que “me gusta que el hombre me proponga cosas, que sea echado para adelante y que me sorprenda”. Así Armando le preguntaba: “¿Se te da bien el pasodoble?”, y ambos decidían bailar de manera cómplice y divertida.
En concreto, Armando consideraba que “la música y el baile le imprime a la pareja otros sentimientos”, mientras que María Pilar añadía que “bailar es divertidísimo y Armando baila muy bien”.
Una exitosa cita que daba pie a un segundo encuentro entre Armando y María Pilar.
