Pinar y Serrano cierran a hombros la Feria Taurina de Albacete 2022

Difícil encierro de Victorino que no defraudó

La Feria Taurina de Albacete 2022 echaba este sábado el cerrojo a los festejos de su abono y aunque ya habrá tiempo para desgranar lo sucedido y sacar conclusiones, lo hace con más sombras que luces y con una importante reducción en el número de aficionados que, por un lado, renovaron sus abonos, y por otro, pasaron día a día por taquilla.

Puntual a las 18.00 horas comenzó el paseíllo con Rubén Pinar, vestido de blanco y plata, y Sergio Serrano, de caña y oro, desfilando ante sus paisanos antes de que sonaran los acordes del himno de España, que como recoge el pliego de condiciones de la Plaza de Toros de Albacete debe sonar en el primer festejo de la feria y en el último.

Los toros fueron de Victorino Martín, muy bien presentados y de juego desigual, en lo que fue el regreso de los de la ‘A’ coronada al coso de la calle Feria. 

Tras una cerrada ovación a los protagonistas de la tarde al romper el paseíllo se abrió el portón de chiqueros, siendo ‘Bombonero’ el primero de la tarde, un cárdeno bragado de 537 kilos, nacido en noviembre de 2016 y herrado con el número 94 en los costados, que fue ovacionado de salida por los menos de tres cuartos del aforo que poblaban los tendidos.

Algo disperso de salida, el albaserrada no ayudó ni con el capote ni en las banderillas, viendo, eso sí, como se empleó con fuerza en el caballo tal y como lleva impreso este encaste en su ADN y corre por su sangre.

Brindó Pinar al público y trató de meter pronto en harina a la alimaña, pero las condiciones de ‘Bombonero’ no eran nada buenas y cada lance era un auténtico peligro y una visita en potencia a la enfermería.

Cabeceaba, se revolvía con prontitud y se colaba por el ojo de una aguja a la mínima que Pinar se quedaba descubierto y veía torero, por lo que el diestro de Tobarra tuvo que andarse con mucho cuidado a pesar de que intentó sacarle al toro lo que no tenía tirando de heroica y tragando saliva en más de una ocasión.

Dejó Rubén Pinar dos pinchazos y una estocada e hizo doblar al de Victorino, que fue pitado en el arrastre como preludio a la ovación que Rubén Pinar recogió desde el tercio en reconocimiento a su esfuerzo.

Se fue Sergio Serrano a portagayola para recibir de rodillas al primero de su lote y segundo de la tarde, de nombre ‘Bolaerense’, cárdeno bragado de capa, herrado con el 20 en los costillares, nacido en enero de 2017 y de 493 kilos de peso.

Volvió de nuevo Serrano a agradar con el capote como ya hiciera ayer, dejando buenos y emocionantes lances con el percal antes de que los varilargueros asomaran sobre sus cabalgaduras por la puerta del patio de cuadrillas.

Hubo pelea en varas y ‘Bolaerense’ se llevó lo que 10 Juan Pedros, dejándolo aún así Sergio Serrano algo crudo y con la cabeza alta para el par de ‘horcas’ que adornaban su testuz apuntando, además, al cielo.

Se fue a los medios Sergio Serrano tras las banderillas y brindó al público tras pedir el preceptivo permiso a Doña Genoveva Armero, que repetía presidencia tras su comparecencia de ayer al encontrarse enfermo Don Joaquín Coy.

Consiguió Sergio Serrano embeber en la muleta con prontitud al casi cornipaso de Victorino, que además se quedaba corto y recuperaba muy pronto, con el peligro que eso supone para el torero y lo fácil que es salir volando por los aires en esos momentos.

Derrochó valor Sergio Serrano en la cara del toro y no hubo lugar para alharacas ni tonterías, pues había que estar extremadamente serio y muy atento a todos los detalles ya que a la mínima podría haber un susto.

Después de 4 pinchazos, media estocada y un golpe de verduguillo, Sergio Serrano se deshizo de su oponente y recibió el reconocimiento de sus paisanos por su valor y entrega.

Hubo pitos para el de Victorino en el arrastre.

‘Melcochurro’ fue el tercero de la tarde, también cárdeno bragado al igual que sus dos predecesores, nacido en enero de 2017, herrado con el número 81 y de supuestamente 463 kilos de peso. Y decimos supuestamente porque el toro tenía caja, estaba cuajado y hecho, y ha habido esta Feria otros astados con menos trapío y a los que en la tablilla se les han dado bastantes más kilos. Ver para creer.

Peleó con inquina en el caballo y se llevó el que puede haber sido el puyazo de la Feria, obra de un Agustín Moreno que estuvo muy firme sobre el caballo y que picó donde mandan los cánones y en su justa dosis y medida.

Poco reseñable pasó en banderillas, brindando Pinar el toro a Sergio Serrano antes de disponerse a comenzar la faena de muleta.

Con algo más de recorrido que sus hermanos de camada, ‘Melcochurro’ puso algo más fáciles las cosas y por primera vez sonó la Unión Musical Ciudad de Albacete, muestra de que lo que estaba pasando en el ruedo era de lo mejorcito de la tarde hasta el momento.

Se desplazaba el de la ‘A’ coronada y Rubén Pinar lo entendió bien, aunque por momentos se empeñó en forzar demasiado por el pitón izquierdo, cuando el morlaco iba mejor por el derecho y lo tomaba con mayor naturalidad.

Aunque el toro tuvo mejores condiciones que los dos anteriores no podemos confundirnos y decir que fue una perita en dulce, pero de lo que sí adoleció fue de ese traicionero peligro que mostraron el primero y el segundo de la tarde.

Después de un pinchazo y una estocada, ‘Melcochurro’ cayó en los medios y el público concedió con criterio una oreja al torero de Tobarra. Además, el toro fue despedido con una sonora ovación durante el arrastre.

Tras el tradicional intermedio para la merienda llegó el turno de ‘Playero’, negro entrepelado, nacido en diciembre de 2016, herrado con el número 40 y de 595 kilos de peso, el de más de todo el encierro.

No hubo en esta ocasión turno para el lucimiento con el capote de Sergio Serrano, pero lo que sí hubo fue de nuevo un buen tercio de varas, estando más que claro que el mejor puyazo de la Feria saldrá de esta corrida, porque mientras en las anteriores hubo más ‘vacunas’ que puyazos, en la de hoy sí que hubo pelea en el caballo de verdad.

En el lado opuesto estuvieron las banderillas, ya que con las ‘perchas’ que mostraron los de Victorino, con pasar y clavar era suficiente; no pidamos encima lucimiento.

Brindó Sergio Serrano a un allegado al que hizo salir al ruedo y tras un parlamento cargado de sentimientos se fue a por ‘Playero’, al que se llevó a los medios, templó y le bajó la mano sin dejar que el toro le tocara apenas los engaños.

Por la izquierda dejó algunos lances que fueron auténticos carteles de toros, pisando lo terrenos que tocaban y cruzándose cuando así lo requería el de Victorino. 

Templó además con firmeza y torería y cuajó una faena muy limpia por ambos pitones, llegando Serrano incluso a disfrutar delante de la cara del de la ‘A’ coronada a pesar de la enjundia de sus defensas.

Derrochó además el de Albacete valor, porque por mucho que el toro tomó los engaños con claridad siempre hubo peligro, como quedó patente al entrar a matar, donde fue volteado por el toro y a punto estuvo de pasar algo más grave.

Dejó Sergio Serrano una espectacular estocada e hizo rodar al toro sin paliativos, cortando el diestro dos merecidas orejas y siendo premiado ‘Playero’ con una también merecida vuelta al ruedo tras mostrar Genoveva Armero el correspondiente pañuelo azul.

‘Hebillito’ fue el quinto de la tarde, un ejemplar negro entrepelado de 501 kilos de peso, nacido en marzo de 2017 y herrado con el número 51 en los costillares.

Hubo pelea en varas como toda la tarde y efectividad sin alharacas en banderillas, dejando todo en manos de un Rubén Pinar que brindó al público y que a base de machacona insistencia pudo sacar algo de provecho del toro, que se quedaba corto y a media embestida y que llevaba claro peligro cada vez que tomaba los engaños.

Derrochó pundonor y valor Rubén Pinar en la cara del toro, que se dio un buen arrimón y que se jugó la cogida por las ganas que tenía de cortar una segunda oreja y poder salir a hombros por la Puerta Grande de Albacete junto a Sergio Serrano, si la cogida en el cuarto se lo permitía, ya que tuvo que pasar a la enfermería a ponerse en manos de Pascual Martínez Masegosa y todo estaba en vilo por el momento; al igual que su comparecencia en el último de la tarde y de la Feria.

Entró a matar Pinar con firmeza y dejó una estocada entera que visualmente parecía buena pero que tardó en hacer rodar al de Victorino, reconociendo los tendidos su profesionalidad y premiándola con un apéndice. 

Con estas dos orejas, Rubén Pinar conseguía salir por décima vez consecutiva por la Puerta Grande de la Plaza de Toros de Albacete en sus últimas 10 comparecencias; que se dice pronto pero no es nada fácil.

Hubo pitos para el toro durante el arrastre.

El último toro de la tarde y de la Feria fue ‘Portero’, un cárdeno de  522 kilos de peso, nacido en enero de 2017 y herrado con el número 31 en los costillares.

Con tremenda expectación por si finalmente saldría a tiempo Sergio Serrano de la enfermería apareció el torero por la puerta del patio de caballos y los tendidos le brindaron una sonora ovación. 

Con un aparatoso vendaje y algo renqueante, Sergio Serrano volvió a irse a portagayola a pesar del varetazo que llevaba en el muslo izquierdo y de nuevo se vio en serios problemas,  ya que el toro lo arrolló y pudo haberle dado alguna cornada. Sin embargo, y por fortuna, la Virgen de los Llanos extendió su manto y no hubo lesivas consecuencias para el torero de Albacete a pesar de los momentos de tensión.

Hubo pelea en varas como el toda la corrida y además lucimiento en banderillas, saludando montera en mano los subalternos de Sergio Serrano tras su buen hacer.

Brindó el torero de Albacete a Rubén Pinar y trató de dar horma a su oponente debido a la brusquedad con la que este llegaba al encuentro con la muleta, pero fue imposible someterlo ni lo más mínimo debido al fuerte carácter y malas ideas que corrían por sus venas. 

Se lo quitó de en medio Sergio Serrano con una efectiva media estocada y el público pidió una oreja, pero no de manera mayoritaria ni unánime y no hubo concesión por parte de Genoveva Armero.

Hubo pitos durante el arrastre y ovación para Sergio Serrano, que abandonó el coso de la calle Feria dolorido tras el varetazo en el cuarto y la paliza en el que cerró plaza y la Feria.

Consultadas fuentes médicas de la Plaza de Toros de Albacete por El Digital de Albacete, estas indicaron que el varetazo recibido por Sergio Serrano en la parte posterior de su muslo izquierdo coincidieron además con una herida anterior y de ahí lo molesto de la lesión.

/Fotos: Ángel Chacón/

Nacho Lopez

Nacido en Albacete. Más de 10 años de experiencia en medios de comunicación en radio, televisión y digital, como Intereconomía radio, Cadena SER, Punto Radio, ABTeVe y VOZ Castilla-La Mancha.
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