Guillermo Hermoso de Mendoza abre la Puerta Grande de Albacete en una descafeinada corrida de rejones

La plaza no se llenó, los rejoneadores fallaron con los aceros y un toro murió en plena lidia

La Plaza de Toros de Albacete acogía este domingo 11 de septiembre el cuarto festejo del abono y llegaba el turno de la siempre tan aclamada corrida de rejones, en la que antaño era normal que se colgase el cartel de ‘No hay Billetes’ y que en este 2022 ha estado lejos de que eso pudiera suceder.

El cartel estuvo compuesto por la francesa Lea Vicens, que apoderada por Simón Casas tiene plaza fija en Albacete lo merezca o no, el villarrobletense Juan Manuel Munera y el navarro Guillermo Hermoso de Mendoza, que hacía su debut en el coso de la calle Feria y que lo hacía con la intención de poder emular los éxitos que tantas veces consiguió su padre Pablo en este albero.

En lo que al ganado respecta, en los chiqueros esperaba un encierro de Fermín Bohorquez con pesos comprendidos entre los 493 kilos del segundo de la tarde y los 563 del tercero. Los del encaste Murube estuvieron bien presentados en líneas generales y ofrecieron juego desigual.

Abrió plaza ‘Malvado’, de pelo negro, con 538 kilos de peso, herrado con el número 87 en los costados y nacido en noviembre de 2017.

Lo recibió Lea Vicens a lomos de Guitarra, una joven hembra de 10 años y capa baya del hierro de Cañaveral e hija del famoso Duque.

Abanto y falto de bravura, Malvado no quiso saber nada de la cabalgadura de la de Nimes de salida y no fue hasta que le hizo efecto el primer rejón de castigo cuando rompió un poquito a correr.

En banderillas Lea optó en primer lugar por Bético, un caballo negro de deporte español de 14 años y del hierro de Peralta; hijo de Brujo.

Probó la francesa apoderada por Casas todos los terrenos, pero el de Bohorquez no estaba muy por la labor de colaborar y la amazona, todo sea dicho, estuvo fallona al clavar. Luego, eso sí, muchas alharacas, desplantes y calentamiento de tendidos con gestos y desmanes, pero rejoneo de calidad… el justo.

Llego luego el turno de Deseado, un pura sangre lusitano tordo en fase casi blanca, castrado y de 9 años de edad herrado con la firma de Arsenio Cordeiro con el que únicamente clavó una banderilla.

Para la suerte suprema Lea Vicens optó por ‘Espontáneo’, otro pura sangre lusitano castrado, tordo de capa y de 13 años. Clavó extremadamente mal la francesa, atrás, descolgado y entrando menos de medio rejón de muerte, pero la amazona trató por todos los medios de evitar coger el descabello y que los ayudas marearan al de Bohorquez, sin embargo, estuvo tan mal colocado el rejón que no le quedó otra opción que echar pie a tierra y tirar de verduguillo. Necesitó 6 descabellos Lea Vicens y el silencio fue con lo que sabiamente premió el público de Albacete a la de Nimes.

‘Navarrito’ fue el segundo de la tarde, de 493 kilos de peso, el que menos de todo el encierro, nacido en octubre de 2017, herrado con el 41 en los costados y de capa negra.

Recibió Juan Manuel Munera al de Bohorquez a lomos de ‘Aroma’, un lusitano de capa torda de 6 años, con el que clavó el rejón de castigo en lo alto y avivó al de encaste Murube. 

Luego llegaron los turnos de ‘Arrebato’ y ‘Escándalo’ en banderillas, un lusitano y un luso-árabe que hicieron las delicias del público en sintonía con el buen hacer de Juan Manuel Munera a la hora de cabalgar y banderillear.

Con ‘Misterio’, un lusitano albino de 10 años llegaron las banderillas cortas a una y dos manos, consiguiendo el rejoneador de Albacete poner en pie al público en los tendidos.

La suerte suprema también la hizo Munera a lomos de ‘Misterio’ y mató desastrosamente mal, intentando por unos momentos engañar al público al saltar del caballo y gesticular como si fuera el estoconazo del siglo, pero cantando la gallina conforme pasaba el tiempo y el de Bohorquez no doblaba. 

Tuvo que echar pie a tierra y como Lea Vicens tirar de descabello, fallando una y otra vez con el verduguillo y perdiendo las opciones de poder tocar pelo, pero el público quiso tirar el listón de la Plaza de Toros de Albacete al suelo y le regaló incomprensiblemente una oreja de paisanaje que Joaquín Coy no tuvo más remedio que dar ya que los pañuelos eran mayoría. ¡Quién te ha visto y quién te ve, Albacete!. Increíble.

‘Bocinero’ fue el tercero de la tarde y el de más peso de todo el encierro con 563 kilos. Nacido en octubre de 2017, estuvo herrado con el número 8 en los costados y presentó capa negra.

Lo recibió Hermoso de Mendoza a lomos de Jíbaro, el más joven de los hijos de Disparate, un lusitano de 6 años de capa castaña y un corcel con grandes facultades y esa precocidad innata para desenvolverse frente a los toros.

Clavó en todo lo alto Hermoso de Mendoza con el rejón de castigo e imprimió esa chispita que le faltó de salida al toro de Bohorquez. Para terminar de ahormarlo el navarro optó por un segundo rejón de castigo.

Luego llegó el turno de ‘Extraño’ para las banderillas, hijo de Gallo, de sangre cruzada de lusitano, de 12 años y que al reunirse siempre lo hizo viendo al toro y dando el pecho, permitiendo al jinete clavar bien las banderillas. Lo mismo que ‘Ilusión’, hijo de ‘Caviar’ y que derrochó calidad por todos los poros de su perfecta anatomía.

Para las banderillas cortas y la suerte suprema Hermoso de Mendoza optó por ‘Corsario’, un cruzado de lusitano tordo rodado e hijo de ‘Pirata’ que mostró carácter y arrojo en la cara del toro. Clavó con eficacia Hermoso de Mendoza y el toro rodó sin puntilla, no siendo premiada su actuación con trofeo alguno al no haber petición mayoritaria con acertado criterio y ausencia se paisanaje.

Hubo palmas para el toro y ovación para el jinete, que recogió los aplausos desde el tercio.

Tras el parón del intermedio para la merienda llegó el turno de ‘Nominado’, también de la ganadería titular, que dejó 516 kilos de peso a su paso por la báscula, que había nacido en enero de 2017 y que estaba herrado con el 18 en los costillares.

Lea Vicens lo recibió a lomos de ‘Cleopatra’, una yegua hispano-árabe de capa castaña de 5 años y del hierro de Rubio Marín, e intentó meter al de Bohorquez en la grupa desde muy pronto para evitar que se despistara y rompiera a correoso, pero ni el astado ni la amazona parecían estar en su mejor momento.

A pesar de lo poco que se estaba viendo, Lea Vicens intentaba calentar al público y así siguió haciéndolo a lomos de ‘Diluvio’, un luso-árabe negro careto de su propio hierro. Sin embargo, ni el toro ayudaba ni ella pisaba terrenos que pudieran propiciar un triunfo.

Sonaba por obligación la Unión Musical Ciudad de Albacete bajo la dirección del maestro Alberto Nevado y los aplausos apenas superaban los decibelios de los instrumentos, una muestra clara de lo que Lea Vicens y ‘Nominado’, el de Bohorquez, estaban desplegando en el albero del coso de la calle Feria en Albacete.

Volvió a usar Lea Vicens a ‘Bético’ en el 4° de la tarde para un par de banderillas, pero la faena siguió por los mismos derroteros y no varió un ápice lo que estaba pasando en el ruedo.

‘Fermín’, un lusitano tordo de capa de 5 años y del hierro de Arsenio Cordeiro, fue sobre el que Lea Vicens cabalgó para poner las banderillas cortas y entrar a matar, haciéndolo de nuevo estrepitosamente mal y siendo necesarios varios intentos hasta que pudo clavar de manera medio decente. La apoderada por Simón Casas no tuvo hoy su día y el nivel al que rayó hace saltar las dudas sobre si también habría estado en la Feria de Albacete si su apoderado no hubiera sido el empresario.

La ineficacia de Vicens en la suerte suprema la obligó de nuevo a echar pie a tierra y a tirar de descabello, siendo necesarios varios golpes de verduguillo para que la francesa hiciera doblar al de Bohorquez.

Tal era el desaguisado que estaba montando Lea Vicens con los aceros que Simón Casas, empresario de la Plaza de Toros de Albacete y apoderado de la amazona, estaba desatado de los nervios sin parar de moverse por el callejón y solo le faltó saltar al ruedo para descabellar él al morlaco.

El quinto se la tarde fue ‘Sacudido’, un toro de 514 kilos de peso, nacido en septiembre de 2017 y por tanto cinqueño, herrado con el 147 en los costados y de capa negra.

‘Ginebra’, de raza luso-árabe, 7 años de edad y de capa castaña, fue la cabalgadura elegida de salida por un Juan Manuel Munera que tenía una oreja en el esportón, regalada pero oreja a fin de cuentas, y que intentó mimar desde el principio todo lo que hizo para ver si podía tocar de nuevo pelo y salir a hombros por la Puerta Grande de la Plaza de Toros de Albacete.

Tras dos rejones de castigo para meter en harina a ‘Sacudido’, Munera cambió de caballo y salió para las banderillas a lomos de ‘Sagitario’, un lusitano de capa castaña morcilla y 6 años de edad.

Pero para morcilla morcilla el toro, que se amorcilló en tablas delate del tendido 10 aquejado de muy bien no se sabe qué y qué tuvo que ser allí apuntillado por los auxiliares de Juan Manuel Munera.

Y ahí se terminó la historia. Y Juan Manuel Munera salió por la puerta del Patio de Caballos.

Tras lo sucedido con el toro, uno de los socios de la empresa, Manuel Amador, se acercó hasta la zona del delegado gubernativo con aspavientos, llegando a hablar por el teléfono interno con el propio presidente de la Plaza de Toros en una conversación en la que se veía como Coy explicaba su decisión al torero y empresario albaceteño. Muy bien Coy aplicando el reglamento.

Cerró plaza ‘Indultado’, de 517 kilos de peso, negro bragado, de la ganadería titular, herrado con el 93 en los costados y nacido en febrero de 2018.

Jíbaro fue de nuevo el elegido por Hermoso de Mendoza para el tercio de salida, metiendo muy pronto en la grupa al de Bohorquez y optando después para las banderillas por Merlín, que con su rítmico tierra-tierra, de frente en cualquier distancia, galopó a dos pistas y quebró con facilidad, haciendo las delicias del público al mismo tiempo que el jinete dejaba buenos pares de banderillas. 

Para el final de las banderillas y la suerte suprema el elegido fue ‘Esencial’, que montó el taco y deleitó al público, que no dudó en pedir otro par de banderillas a Hermoso de Mendoza ante la calidad de lo que estaba pasando sobre el albero. 

Acertó el navarro con el rejón de muerte y tras la fuerte petición la presidencia le concedió dos merecidas orejas. Hubo ovación para el toro en el arrastre.

/Fotos: Ángel Chacón/

Nacho Lopez

Nacido en Albacete. Más de 10 años de experiencia en medios de comunicación en radio, televisión y digital, como Intereconomía radio, Cadena SER, Punto Radio, ABTeVe y VOZ Castilla-La Mancha.
Botón volver arriba