Con las obras de peatonalización del centro de Albacete cerca de su finalización y las obras de la renovación del acerado en la calle Tesifonte Gallego en pleno proceso de ultimación de detalles, los ciudadanos más observadores se habrán dado cuenta de la gran cantidad de tapas metálicas que hay tanto en las aceras de Tesifonte Gallego como en el tramo peatonalizado de dicha calle y su unión con Marqués de Molins que discurre hacia el Altozano y finaliza en dicha plaza de Albacete capital.

Numerosas tapas metálicas
Acometidas de aguas, de electricidad, para los bomberos, arquetas llenas de cableado para las telecomunicaciones, alumbrado público y un largo etcétera, constituyen los motivos por los que la ‘Calle Ancha’ está llena de tapas metálicas de color negro que no contribuyen a mejorar la imagen de tan céntrica calle de Albacete, afeando los hechos todavía más debido al color claro que se ha elegido para el granito con el que se han adoquinado las aceras de Tesifonte Gallego y el tramo peatonal de la almendra central de Albacete.

Casi 400 arquetas en menos de 600 metros en pleno centro de Albacete
Contadas una por una, son casi 400 las tapas que ‘adornan’ estas dos calles de Albacete en un tramo que apenas llega a los 600 metros de distancia, por lo que lo lógico es preguntarse si no habría sido posible hacer esas obras de otra manera y reducir el número de tapas y por tanto de parches en tan emblemáticas calles de Albacete.

¿Qué opina al respecto el concejal de Infraestructuras y Obras Públicas del Ayuntamiento de Albacete?
Dicha pregunta ha sido trasladada por El Digital de Albacete a Arturo Gotor, concejal de Infraestructuras y Obras Públicas del Ayuntamiento de Albacete, a lo que el edil ha argumentado que “dicho número de tapas no se ha podido reducir por varios motivos. Por un lado hay acometidas que por ley deben ir separadas unas de otras y luego, hay otras acometidas que en Albacete hemos preferido subterráneas a que vayan por las fachadas. Además, en esta calle no se podrían poner por ejemplo el cableado de las telecomunicaciones por las fachadas ya que hay muchos edificios que están protegidos por patrimonio”.

«Es un tema desagradable»
Añade Arturo Gotor a El Digital de Albacete en relación a la gran cantidad de acometidas, y por tanto de tapas metálicas, existentes en Tesifonte Gallego y Marqués de Molins que “es un tema desagradable y por ello incluso planteamos hacer como una especie de calle subterránea para meter todo ese cableado, pero eso es algo que no se podía hacer porque el saneamiento que se hizo hace 25 años lo imposibilita. Este tipo de calles existen en Madrid o Nueva York, pero en el caso de Albacete no se podía hacer y, mucho menos, en el tiempo que teníamos que hacer las obras. Por tanto, se asumió que iba a haber ese número de arquetas y se ha hecho lo mejor que se ha podido, ya que no se podía variar mucho la situación ya que no se podía dar el agrupado de arquetas para que en una fueran varias las que se uniesen”.

Que haya tanta arqueta en esta calle de Albacete «es algo inevitable, pero que no gusta a nadie»
Reconoce Arturo Gotor que “es un hecho desagradable ya que es una calle que se hace nueva y resulta que tiene tal cantidad de arquetas, pero se ha hecho de la manera que los técnicos mejor han visto y que, además, cumpliera todas las normativas”, a lo que añade que “que haya tantas arquetas es una cosa que ni le gusta a los técnicos ni me gusta a mí, pero es algo que ha sido inevitable”.

«No es un tema sencillo»
El edil argumenta también que no se ha podido proceder a la unificación de arquetas porque “cada empresa quiere tener su arqueta y su canalización. No es un tema nada sencillo, es un tema que no le gusta a nadie y lo mejor es que las arquetas no existieran y estuvieran en una calle subterránea como anteriormente he dicho; pero eso es algo que no se podía hacer en Albacete”.

En opinión de Arturo Gotor, “se ha hecho lo mejor que se ha podido y hay un proyecto técnico bien hecho. Al respecto, estábamos atados de manos y pies y asumimos desde un principio que las arquetas había que mantenerlas porque la otra posibilidad, que es echar el cableado por las fachadas, es peor en nuestra opinión y además nos topábamos con el hecho de la existencia de edificios protegidos”.

Una calle que será el futuro de Albacete
Para finalizar, Arturo Gotor explicaba que “las obras se están haciendo con todo el cariño y pensando que vamos a hacer un ejemplo de calle que será el futuro de Albacete, para que el centro de la ciudad se convierta en un atractivo para el comercio y para la vida en esta zona de la ciudad”.
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