La revista científica Forensic Science International se hacía eco de un insólito fallecimiento ocurrido en Albacete. En 2009 aparecía el cuerpo sin vida de un italiano de 32 años en un campo de adormidera localizado en la provincia de Albacete, convirtiéndose en la primera muerte ocurrida en un campo de opio legal en el mundo.
Según el relato policial que recoge El País, el italiano empezó a convulsionar y dejó de respirar. Tras ello, las personas con las que se encontraba acudieron rápidamente a la carretera más cercana para pedir ayuda. “El fallecido era politoxicómano y según relataron sus amigos padecía epilepsia”, recoge El País.
Según la publicación, el forense dictaminó una muerte accidental por ingesta de opio, abriendo un juzgado de Albacete diligencias previas, investigando y archivado el caso meses después del fallecimiento.
Castilla-La Mancha cuenta con explotaciones de opio autorizadas
España es junto con Australia uno de los mayores productores de opio, para cuyo cultivo hay que contar con una exigente autorización, y está destinado a la elaboración de varios fármacos analgésicos. Los cultivos autorizados de opio que se encuentran en nuestro país están obligados a informar puntualmente de su producción y de garantizar que no se desvía.
De este modo, desde El País puntualizaban que algunas de estas explotaciones autorizadas de opio se encuentran en Andalucía, Castilla-La Mancha, Castilla y León, La Rioja y País Vasco. Sin embargo, subrayan que “la localización exacta es secreta y está sometida a la vigilancia de los cuerpos policiales”.
Nueva muerte por el consumo de esta sustancia en Castilla-La Mancha
Pero la ocurrida en Albacete, no es la única muerte de este tipo que se ha registrado en Castilla-La Mancha. En concreto, hace tres años, “un chaval irlandés de 20 años también falleció de manera similar en Polán (Toledo)”, destaca El País.
Y es que con la llegada de la primavera se hace imposible esconder estos campos de adormidera plagados de amapolas blancas. La ribera del Tajo se ha convertido en uno de los puntos preferidos por los consumidores de opio (amapoleros) quienes aseguraban a El País que “gracias al boca a boca se sabe que en Toledo y alrededores siempre hay”.
Los “vampiros del opio”
Con suma delicadeza los bautizados como “vampiros del opio”, realizan una incisión con cuchillas de afeitar en estas flores con el objetivo de extraer un líquido banco para su consumo. En concreto, rajan las cápsulas de las plantas para que gotee su látex.
Sin embargo, el problema no se encuentra en que estas personas intenten acceder a estas plantaciones, sino en que el viento dispersa las semillas de amapola blanca a campos, cunetas y carreteras cercanas. Por este motivo, es fácil ver plantas silvestres de adormidera en la provincia de Toledo, un hecho que facilita el consumo de la droga por estas personas, quienes ni siquiera tienen que saltar vallas para tener acceso al opio.
El peligro del turismo del opio
De este modo, advierten del peligro que supone el turismo del opio, ya que con la llegada de la primara jóvenes de diferentes países deciden viajar a España teniendo como destino alguna de estas zonas en las que la adomidera crece de forma silvestre. Así, cabe recordar que el opio es una sustancia muy adictiva que adormece y calma el dolor, gracias a compuestos como la morfina.
En concreto, la morfina puede llegar a ocasionar graves problemas de respiración, especialmente si se combina con otras sustancias como el alcohol. Pese a tratarse de un producto natural, el opio es peligroso y puede causar reacciones adversas e incluso la muerte a causa de una insuficiencia respiratoria.