El escritor y cineasta albaceteño Celín Cebrián ha presentado ‘La piel enciende la memoria’, un libro en el que hace un homenaje a lo femenino.
Un día, el autor, apoyado en la pared, lleno de necesidades y de emoción, con la llama encendida y el cigarro apagado entre sus labios, sintió la necesidad de escapar de la piel que una y otra vez invadía su memoria, pero no pudo. Fue entonces cuando decidió no construir a esa mujer, sino descomponerla en una biografía sagrada. “Sé que todo cuanto sucedió se halla en algún lugar del tiempo y que, cuando lo necesito, no siempre está disponible”, afirma el escritor en el comienzo del relato. La obra transita por un sinfín de recuerdos en los que lo femenino se queda bailando en el aire como cualquier espejismo.
Celín Cebrián, en su nueva obra, nos acompaña en un recorrido cautivador y fascinante, a través de los años, por distintas ciudades: París, Valencia, Bonn y Madrid. El recuerdo de la mujer se mezcla con la pasión y el amor, el frío o los días de lluvia. También con la soledad o la sombra del abandono, que inunda la tranquilidad de un hombre que reconoce que siempre tuvo la necesidad de agarrarse a alguien o a algo, porque nunca supo caminar solo. “En ‘La piel enciende la memoria’ lo que he buscado es hacer un ejercicio de estilo, por eso me he tomado mi tiempo, ya que quería rizar el rizo, ir más allá. Quería escribir sobre las mujeres de mi vida, condensadas todas en una, sin nombres, como si fuera una muñeca rusa, que en su interior albergan una nueva muñeca, y esta, a su vez, a otra”, explica.
El proceso de ‘La piel enciende la memoria’
El título hace referencia a las mujeres de su vida, sobre todo a las que “me han servido para construir el relato. Las que cuando las recuerdo la memoria se enciende, el deseo se yergue y el cuerpo se pone a cien por hora. Realmente le di muchas vueltas al título, porque soy incapaz de empezar a escribir un libro si no tengo el título. Además, tengo que tener una estructura y unos capítulos para comenzar a escribir. En realidad, al principio todavía no sé lo que va a pasar en cada capítulo, pero necesito un orden, una especie de escaleta como en el cine”, revela.
El proceso de escritura de ‘La piel enciende la memoria’ ha sido bastante peculiar. “Iba escribiendo y lo dejaba reposar un tiempo. Luego volvía y me obsesionaba con la historia, y la dejaba reposar de nuevo. Me asaltaban mil dudas sobre lo que quería poner y lo que no. Una de las cosas que tenía claras era que no quería dar nombres. Solamente nombro a la actriz Silvana Mangano como representante de la belleza, porque creo que es la mujer más bella del mundo”, reivindica.
Una vez finalizado el libro, sintió la necesidad de compartirlo con sus allegados para ver las primeras reacciones. El autor nos cuenta que “un día, una amiga, que es doctora en filología, y que fue consejera de Cultura en la Comunidad Valenciana, me dijo que le gustaban los escritores que escribían bien y bonito. Recordé sus palabras y quise mandarle el libro para tener una segunda opinión, considerando que, con toda la humildad del mundo, había conseguido, con este libro, escribir bien y bonito. Se lo mandé y le gustó mucho. Luego se lo mandé también a un amigo, el artista José Luis Serzo. A él también le gustó, aunque le pareció demasiado intenso, por lo que me aconsejó que pusiera diálogos. Le hice caso e incluí unos diálogos cortos, al estilo del cine negro americano de los años 40, para aligerar y darle aire y ritmo a la narración”.
La idea era que “se pudiera leer como se leen los guiones que, para saber cuánto duran, hay que leerlos en voz alta y de un tirón. De este modo, lo que tardes en leerlo, es más o menos lo que va a durar la película”, aclara el autor, añadiendo que cuando terminó de leerlo, se dio cuenta de que “por fin había llegado el momento de empezar a moverlo. Lo mandé a varias editoriales, y en menos de una semana me llamaron. Me decidí por ‘Europa Ediciones’, una editorial de la calle Ferraz de Madrid, con sedes en Berlín, Londres y Roma. Estoy contento con la decisión, porque me están llevando a muchos sitios a presentarlo”.
La portada de José Luis Serzo
La portada de ‘La piel enciende la memoria’ es obra del artista albaceteño, también natural de Casas Ibáñez, José Luis Serzo. “Es paisano y gran amigo mío. Nuestra amistad viene de hace mucho tiempo. En la época de mi infancia, gracias a Ana Pili, profesora de dibujo y bibliotecaria de Casas Ibáñez por aquel entonces, salimos más de una treintena de personas inquietas del pueblo, ya que ella sabía transmitir como nadie la sensibilidad por el arte. De ahí salimos varios escritores, pintores, músicos, escultores, y demás ramas del arte, todos hijos artísticos de Ana Pili. Cuando cumplí 19 años, Ana Pili se quedó embarazada y trajo al mundo a José Luis Serzo. Años más tarde, ya viviendo en Madrid, recibí la llamada de Ana Pili para decirme que me mandaba a su hijo, que iba a estudiar Bellas Artes a la capital. Así que le di cobijo y a partir de ahí se fraguó una gran amistad. Ahora hablamos por teléfono a diario, y cuando viene a Madrid quedamos para hacer gazpachos manchegos e intercambiar ideas. Es un pintor poderoso, y es un verdadero orgullo que haya querido hacer la portada del libro”, reconoce.
Celín Cebrián
Celín Cebrián nació en Casas Ibáñez (Albacete). Lleva 36 años viviendo en Madrid, donde en la actualidad compagina la escritura, con la dirección de una empresa de publicidad. “Aunque me encanta vivir en Madrid, me gusta mucho también ir a mi casa en Casas Ibáñez. De hecho, mi idea, en un futuro no muy lejano, es vivir a caballo entre Madrid y el pueblo”, refleja.
Estudió Derecho en la Universidad de Valencia y es diplomado en dirección cinematográfica por el Centro Superior de Artes y Espectáculos de Madrid. Por eso, su forma de escribir está muy influenciada por el cine, y también por escritores como Borges, Juan Rufo, Roberto Bolaño, Juan Goytisolo, y sobre todo Francisco Umbral, un escritor que “se debería estudiar en las escuelas, y todavía no entiendo por qué no se hace. Para mí era un verdadero genio, y su influencia seguro que se nota en mi manera de escribir”, resalta.
Aunque siempre le ha gustado escribir, ha tardado 32 años en encontrar la prosa que quería. El artista hace hincapié en que “la búsqueda ha sido larga, pero el proceso sin duda ha valido la pena. El arte es un proceso, y ahora por fin he llegado a un punto en el que me encuentro a gusto escribiendo y con lo que escribo. Y es que, a veces, es más importante el proceso de la obra, que la obra en sí”.
Durante el camino ha colaborado en prensas y revistas, ha trabajado como guionista en programas de televisión y ha hecho guiones de cine. También ha publicado varios libros, como ‘El club de los Gómez’, ‘El cuento del Tío Cosme’, ‘Viñetas Cloaquenses’, ‘La memoria viene después’, ‘Viaje a Acuelina’, ‘La luz de lo cotidiano’, ‘Palabras al aire’ o ‘A través de los detalles’, entre otros. Incluso ha ganado más de una veintena de concursos de narrativa. Lo que tenía claro es que hasta que no encontrara esa manera de escribir que buscaba, no se iba a quedar tranquilo. “Ahora lo llevo puesto, me sale solo, lo he conseguido y por fin me siento bien”, asegura.
Celín Cebrián es de esos escritores que escriben todos los días. “Me gusta madrugar, afeitarme, vestirme y sentirme guapo y elegante para sentarme a escribir. Me gusta escribir cuando estoy a solas, porque la soledad elegida es genial. Pienso que crear así es una necesidad vital, pero estoy convencido de que también hay que salir y tener vivencias para llenar el tintero. Lo importante para escribir es tener una idea clara sobre el mundo, y ahora me siento como si esa idea ya la tuviera incorporada”, concluye.
La nueva obra de Celín Cebrián es un homenaje a lo femenino. Un maravilloso recorrido a través de los recuerdos que afloran sentimientos a flor de piel. ‘La piel enciende la memoria’ ya se puede encontrar en todas las librerías de Albacete.
