La secretaria de Política Social del PP de Albacete, María Gil, junto con el portavoz del Grupo Popular en la Diputación Provincial, Antonio Martínez, han trasladado su apoyo a la asociación Kaizen de Albacete, de reciente creación, surgida a instancia de un grupo de padres de niños con altas capacidades, con el fin de visibilizar la realidad de la infancia que tiene un cociente intelectual superior a 130 y que presenta un gran abanico de capacidades.
En la actualidad, hay 167 casos de alumnos identificados con altas capacidades en la provincia de Albacete, de los cuales 92 se encuentran en la etapa de Educación Primaria; 65 en la ESO y diez en Bachillerato, además de tres en la etapa infantil. Kaizen aglutina a cerca de 30 familias de la capital albacetense.
Tal y como informaron los responsables de la Asociación, Silvia Fernández y Daniel Marcos, el objetivo de la asociación es formar e informar sobre la dificultades y el potencial de estos niños y niñas para conseguir la plena inclusión educativa y, sobre todo, procurar que sean felices y no sufran la incomprensión de quienes le rodean, lo que les puede llevar al fracaso escolar o a sufrir acoso en el colegio. De hecho, las capacidades de estos niños pueden confundirse con otras actitudes, por lo que no siempre reciben la atención adecuada en el sistema educativo.
Promover las inquietudes de estos niños de Albacete y entender su vorágine emocional
Otro de los objetivos va dirigido a las propias familias, para que sepan promover las inquietudes de los niños y niñas y entender la vorágine emocional de sus hijos; asimismo, trabajan para la identificación de niños con altas capacidades y que sea reconocido en la escuela, pues a menudo la familia se ve obligado a recurrir a profesionales del ámbito privado para conseguir un informe médico que lo certifique.
Los alumnos superdotados son precoces en el aprendizaje, en su autonomía, en su interés por las cosas, en su sensibilidad o en su sentido de la justicia, son muy racionales y por lo general no cumplen con los modelos de desarrollo propios de su edad, tal y como explican desde Kaizen.
María Gil y Antonio Martínez mostraron su intención de seguir atentos a las nuevas necesidades y realidades de estas familias, sabiendo que el talento de estos niños y niñas que no se estimula en los centros educativos, corre el riesgo de perderse. “Kaizen en japonés significa mejorar y conseguir que un cambio sea beneficioso, y por ello seguiremos dando los pasos necesarios para apoyarles”, concluyeron.