Las mejores croquetas de España, hechas en un pueblo de Albacete, se podrán comer en casa

Del Cañitas Maite (Albacete) a cualquier casa de España

Una tortilla en lata para llevar tanto a un picnic como al extranjero, la Mejor Croqueta del Mundo 2021 lista para freír en casa o el aperitivo perfecto con mejillones que integran en su salsa el vermú son algunas de las novedades que se presentan en el 35 Salón Gourmets, demostrando que la tradición mantiene su peso aunque no se cocine en casa.

Precisamente por ese despego de los fogones se lanzan al mercado productos añorados en formatos fáciles de consumo. Uno de ellos es la tortilla en lata de Senén González, basada en su receta ganadora del Campeonato de España, aunque con menos huevos.

Este cocinero vasco, que ha lanzado varios productos para degustar en casa que tienen al huevo como protagonista, la define como “la tortilla viajera, porque se puede llevar a un picnic, a la playa o en una maleta por todo el mundo” gracias a su sistema de conservación, que le da una durabilidad de un año.

Se puede tomar fría o caliente y es “cien por cien natural”, recalca a Efe en la mayor feria de alimentos “delicatessen” de Europa.

Croquetas del Cañitas Maite (Casas Ibáñez – Albacete)

Escenario en el que también se ha anunciado que la Mejor Croqueta de España 2021, elaborada por los cocineros Javier Sanz y Juan Sahuquillo (Grupo Cañitas Maite), se podrá consumir en casa gracias a una alianza con la empresa familiar manchega La Abuela Cándida.

Mantequilla de oveja, harina de trigo, leche y nata fresca de oveja y jamón Joselito son los únicos ingredientes de esta croqueta de crujiente y fino rebozado que envuelve un cremoso interior, que, gracias a “un avanzado proceso de ultracongelación, sin aditivos y sin conservantes” conserva “intactas sus cualidades organolépticas y nutrientes”, han explicado hoy desde La Abuela Cándida, que anuncia su comercialización en junio en paquetes de seis unidades.

Ni en el confinamiento por la covid se perdió el hábito del vermú, sobre el que ahora innova la asturiana Picofino con unos mejillones con salsa de su vermú y rodajas de naranja deshidratada. “Es la primera vez que se mete fruta en una conserva de pescado”, asegura a Efe su responsable, Tito Rodríguez.

“No todo está inventado”, defiende este creativo empresario, que se ha aliado con la conservera El Viejo Pescador (Tapa de Casariego, Asturias) para crear “el aperitivo perfecto”, en el que los mejillones se comen con cuchara para aprovechar una salsa que rebaja la acidez del escabeche tradicional y aporta los aromas botánicos del vermú y la naranja.

Probó con hasta 32 combinaciones para esa salsa hasta lograr la que acompañara de la mejor forma posible a unos mejillones gallegos que “se recogen de la batea y a las 24 horas están enlatados”, lo que les permite conservar su tersura, detalla quien propone acompañarlos con el vermú Picofino, de producción artesanal, pequeña y con botellas numeradas a mano.

Picofino, que elabora vermú, ginebra, crema de ginebra con trufa y ahora estos mejillones, aspira a crecer de la mano de otros pequeños productores de calidad como la conservera asturiana, con la que se ha fusionado y proyecta lanzar productos como el pulpo cantábrico cocido a baja temperatura y envasado al vacío o una “mousse-paté” de centollo.

Ese aperitivo puede acompañar andanzas en la cocina facilitadas por Cuick y sus sofritos y picadas, inspiradas primero en Carme Ruscalleda, la cocinera que ha logrado más estrellas Michelin, y después apadrinadas por ella, ya que participa en su desarrollo creativo.

Si Albert Camprubí y Gastón Chritin quisieron ahorrar tiempo de “chup-chup” a los cocineros, aficionados o profesionales, inspirándose en los sofritos que Ruscalleda atesoraba en su congelador, finalmente lograron “ficharla” para perfeccionar el recetario.

La convencieron gracias a que “sólo se usan ingredientes naturales de productores locales”, que se cocinan “a fuego lento, sin prisas, como se ha hecho durante años en las cocinas de nuestras abuelas” en un obrador en Tordera (Barcelona), señalan.

De allí salen sofrito de cebolla de Figueres, solo o con tomate; cebolla confitada, y picadas con pistachos, piñones, avellanas, almendras, ñora o azafrán, todos cocinados con aceite de oliva virgen extra.

“Los sofritos son el alma de un plato y con ellos cualquiera puede personalizarlo a su gusto”, añaden.

Otra apuesta por la tradición ha sido premiada este martes en Salón Gourmets, ya que Luis Lera, del restaurante Lera (Castroverde de Campos, Zamora), ha recogido el galardón de la Asociación Interprofesional de la Carne de Caza por poner en valor este producto.

Nacho Lopez

Nacido en Albacete. Más de 10 años de experiencia en medios de comunicación en radio, televisión y digital, como Intereconomía radio, Cadena SER, Punto Radio, ABTeVe y VOZ Castilla-La Mancha.
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