Jorquera espera a su Virgen

La Villa de Jorquera se encuentra en el noreste de la provincia de Albacete, en una de las rutas más pictóricas, de la ribera del río Júcar albacetense, y asentada sobre un mirador natural que contempla el río a su paso y la cañada de Abengibre desde lo alto, rodeada además de montes y campos de cereales y viñas, principalmente.

Como es costumbre, el penúltimo Domingo de Abril, se traslada en Romería por el campo jorquerano la imagen de Ntra.Sra de Cubas, desde su ermita, en la pedania de Cubas, en la misma ribera, hasta el pueblo de Jorquera, donde permanece por tiempo de un mes aproximadamente, cuando se devuelve de nuevo en romería a su eremitorio bajo el roquedal del valle abierto por la erosión del río Júcar. De esta manera, el pueblo cumple con el acuerdo tomado por el Ayuntamiento del Concejo de Jorquera el 22 de Mayo de 1645, en el que se declaró y juró como Patrona de la Villa y su Estado a la Virgen de Cubas, además de perpetuar solemnemente una fiesta anual ese día, y que en nuestro tiempo, alcanza su momento cumbre con la celebración de los tradicionales Alardes de Moros y Cristianos, compuestos en aquel tiempo para ensalzarla más.

Aquel acuerdo debió tomarse para recoger una devoción popular de la Villa y su Tierra, que conocemos desde fines del siglo XVI, y según la tradición oral, surgió desde la aparición de la Virgen en el tronco de una higuera (árbol característico de esta ribera) a un pastorcillo mientras apacentaba un pequeño rebaño de ovejas en el lugar donde después se levantó el Santuario, y con su intervención a favor de los devotos –según ellos siempre- fue extendiéndose y aumentando con el paso del tiempo.

El Estado de ánimo de los devotos durante estos dos meses (abril y mayo) es opuesto entre los vecinos de la villa y su ribera y, muy especialmente, entre los de Cubas. Mientras los habitantes de la Villa (como los jorqueranos emigrados) se preparan estos días con ansiedad y entusiasmo para recibir a la Patrona, al mismo tiempo que en el monte florecen el tomillo, el espliego o el romero, y en el campo empiezan a crecer los tiernos tallos de las gramíneas, que alegrará el paso de la Virgen a hombros de sus devotos y romeros; el semblante de los “ribereños” se vuelve más taciturno y triste, sabedores de que no van a tener la Imagen protectora durante este corto periodo de tiempo. 

La infinidad de verdes que nos muestran las huertas de la Ribera de Cubas, se pueblan con las primeras hortalizas, que darán sus frutos poco mas tarde y llegan multitud de pajarillos con sus trinos conocidos para despedir a la Virgen y alegrar la vega.

Los primeros romeros comienzan a caminar hacia el Santuario con las primeras luces del día, entre el polvo del camino como diría en caminante un alto para degustar los manjares de la lacena jorquerana (una salchicha con pringue recién sacada de la orza) en una orilla del buen pan que se cuece en la panadería de Jorquera que del Castillo lleva por nombre y todo ello regado por un buen vino tinto como no “Señorío de Jorquera” de la Cooperativa que da por nombre nuestra venerada Patrona. 

Hacia las 12 del medio día se celebra la Misa en al Santuario, después todos a comer el familia, pandillas, amigos y sobre todo devotos del cariño de la Virgen de Cubas, sobre las 15:30 horas comienza la Romería, primero son los vecinos de la aldea los que portan la virgen Cornicabra arriba, allí aguardan los vecinos de Bormate, los cuales fieles a su cita llevan en hombros a nuestra querida imagen hasta el “Cruce de Caminos” entonándole la salve “Adiós, María Adiós” y mirando hacia dicha localidad. Una vez terminada la Salve son los jorqueranos los que ansiosos esperamos el momento de portar la imagen de la virgen y a veloz camino, sobre las 18 horas esta prevista la llegada a la ermita de San Roque donde la espera todo el pueblo. Allí es aderezada por las Camareras de la Virgen, vistiéndola con sus mejores galas. Ya con la noche entrada, en Solemne procesión, a los sones de la Asociación Musical que lleva su nombre hace entrada en Jorquera. Hace entrada María de Cubas portada a hombros como manda la tradición por los “Quintos” en el templo de Santa Maria de la Asunción, ante la expectación de los visitantes y la emoción de los devotos de la virgen reflejada en nuestros rostros.

Desde la Asociación Socio-Cultural “Hermanad de Moros y Cristianos” invitan a toda la provincia de Albacete a compartir con ellos esta jornada de fiesta, en plena naturaleza, viviendo la explosión de la primavera jorquerana y alrededor de María madre de Dios y Madre nuestra en un evento que no se pudo por la lluvia en 2019 y por la pandemia en 2020 y 2021.

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