El artista albaceteño Ángel Sánchez Gerada presenta en la sala del Archivo Histórico Provincial de Albacete, hasta el 29 de abril, ‘Acuarelas en la distancia’. Se trata de una exposición donde el pintor, afincado en Alicante, nos muestra espacios característicos de Albacete vistos desde la distancia y el recuerdo.
Cuando tenía 20 años de edad, Ángel Sánchez Gerada se tuvo que despedir de su ciudad natal, Albacete, debido al traslado de su padre a un trabajo en tierras alicantinas. El artista nos cuenta que “ha pasado ya mucho tiempo. Hace 47 años que me fui, y, aunque artísticamente me he desarrollado en Alicante, me hace muchísima ilusión volver a mi tierra para exponer por primera vez. De este modo, tanto mi familia, como amigos y paisanos que me siguen a través de fotos, catálogos y redes sociales, pueden ver por fin mis obras más de cerca”.
Su deseo de exponer en Albacete comenzó a fraguarse en 2014 a través del departamento de cultura del Ayuntamiento de Albacete, aunque “debido a circunstancias familiares, finalmente no pudo ser”, lamenta. Más tarde, en 2019, se volvió a retomar el asunto. “Quedamos en montar algo para 2020, pero enseguida llegó la pandemia y tuvimos que paralizarlo. Ahora en 2022 era el momento de hacerlo”, considera el artista.
Una muestra que alberga la sala de exposiciones del Archivo Histórico Provincial de Albacete. “Me gusta mucho la sala. Es muy coqueta, no excesivamente grande, y muy bien iluminada. Los elementos verticales de las columnas se prestan a colocar obras de pequeño formato, y además tiene muy buena ubicación”, destaca.
Acuarelas en la distancia
‘Acuarelas en la distancia’ es una muestra en la que, a través de 23 obras, el visitante puede hacer un pequeño recorrido por espacios singulares de la ciudad en acuarela. Sánchez Gerada pone de relieve que “hay imágenes en las que he representado zonas a las que he viajado y me han llamado la atención, pero lo cierto es que más de la mitad de las obras expuestas están dedicadas a Albacete”.
El Gran hotel, la plaza del Altozano, la calle del Tinte, o la zona de la clínica del Rosario, esquina con Arquitecto Vandelvira, lugar donde vivía el pintor, son algunas de las imágenes que podemos encontrar en la muestra. “Visito mucho Albacete, pero no con la frecuencia que me gustaría. Al marchar siempre me voy lleno de recuerdos de mi infancia en la cabeza y de fotos que hago mientras paseo por la ciudad. Son esas fotos y esos recuerdos los que me han servido de base para realizar estas obras”, revela.
La exposición, que obtuvo un caluroso recibimiento en su inauguración, está siendo todo un éxito entre el público albaceteño. “Teniendo en cuenta que es la primera vez que expongo en la ciudad, y que aún no se me conoce mucho, la muestra está funcionando a la perfección. Estoy muy agradecido, contento y sorprendido con la fantástica acogida. Además, me he sentido respaldado y querido. Cuando en 2019 vimos la posibilidad de hacer la exposición, tuve la oportunidad de conocer a gente del ámbito cultural. Artistas como Pedro Miguel Pérez Blesa, presidente de la ‘Asociación de acuarelas y otras Artes de Albacete’, que me ha ayudado a difundir la exposición, y con el que he entablado una amistad. Esto me hace pensar que se respira muy buen ambiente en el mundo artístico de la ciudad”, señala.
Acuarelas en vivo
El próximo 26 de abril, a las 11 de la mañana, el artista pintará una acuarela en riguroso directo para deleite de público de Albacete. “Voy a realizar un trabajo en vivo dirigido a todos los que quieran conocer todo el proceso. Desde la elección de pinceles, pasando por mezcla de pigmentos, la inspiración, hasta su elaboración. También para los que se están iniciando en este arte. En definitiva, para todo aquel que le interese o tenga curiosidad de ver como se pinta una acuarela. Me apetece mucho hacerlo, ya que si puedo sembrar el gusanillo de la acuarela en alguien, me sentiré muy orgulloso”, reconoce el pintor, añadiendo que tiene muy claro que “en esta ciudad hay gente con mucha destreza y muy buenos acuarelistas”.
Sus inicios en la acuarela
Aunque en ocasiones ha trabajado el óleo, es la acuarela la técnica que más caracteriza al pintor manchego. Su pintura es limpia y transparente, basada en un adecuado dibujo con buenas perspectivas. De esta forma, el artista realiza un estudio del dibujo y la acuarela. “Curiosamente, mi padre pintaba al óleo en los ratos de ocio que tenía, por lo que, desde muy temprana edad, siempre he visto la pintura en casa. Empecé a pintar en Albacete cuando era muy pequeño. Elegí la acuarela, quizá, porque mi madre no quería que me manchase, pero ya se quedó en mi vida para siempre. Tiene un encanto distinto y es con la que más disfruto”, confiesa.
En sus inicios, solo pintaba en sus ratos de ocio y de manera intermitente, compaginando su gran afición con el trabajo. “En el momento que mis hijos fueron más autónomos, ya me pude permitir tomármelo en serio”, aclara. Su primera exposición se llevó a cabo en Alicante en el año 1996, un arranque que tuvo mucho éxito. “Fueron muchos los amigos que se llevaron mis cuadros a casa. A partir de ese momento, decidí marcarme el compromiso de ser más constante en el trabajo, y no dejar de pintar nunca. Se lo debo a todos aquellos que confiaron en mí desde el principio”, puntualiza.
Delineante de profesión, trabajó en Albacete con el arquitecto Antonio Escario, artífice de construcciones emblemáticas de la ciudad, como el Museo Arqueológico, el Oratorio de San Felipe Neri, el edificio de la CCM, la Caseta de Los Jardinilllos, o la iglesia de la Asunción. Ya en Alicante trabajó en varios estudios privados, hasta que consiguió una plaza como funcionario en la administración pública. “Hace dos años que me jubilé, y he aprovechado esta situación para dedicarme de lleno a la pintura. Siempre he estado muy vinculado a la arquitectura, y eso queda reflejado en mis obras. La mayoría son paisajes urbanos, construcciones que despiertan mis recuerdos y mi inspiración”, apunta.
Albacete por bandera
El pintor albaceteño presume de llevar siempre su ciudad por bandera, prueba de ello es la cantidad de amigos que han querido acompañarle en esta aventura. “Me vine a montar la exposición un día antes de la inauguración, y ya se vinieron conmigo varios amigos de Alicante. A partir de entonces han venido más de una veintena. Por supuesto, me los he llevado a las tascas de la feria, a conocer los lugares más emblemáticos, y a comer en los restaurantes más típicos. Se han ido bien comidos y encantados con la ciudad, ya que no pensaban que Albacete era tan bonito. Yo por mi parte estoy muy contento. Hacía tiempo que no disfrutaba de Albacete tanto. Normalmente, vengo a comer con la familia y me vuelvo. Esta vez me he permitido estar unos días, pasear con mis amigos, y volver a reencontrarme con la ciudad que me vio nacer”, celebra.
‘Acuarelas en la distancia’ es una especie de pequeño muestrario que recopila los últimos años de trabajo de un acuarelista manchego que, aunque reside en Alicante, está enamorado de su tierra y de los recuerdos que tiene de ella. “Considero que mis paisanos y paisanas no se deberían perder esta muestra hecha desde el corazón. Las puertas de Archivo Histórico están abiertas para todo aquel que se anime a venir a conocer mi obra”, refleja.
Tras esta experiencia positiva, Ángel Sánchez Gerada no descarta volver a exponer en Albacete en un corto plazo de tiempo. “Esto es el inicio de algo. Cuando llamas a una puerta y la persona que te abre te acoge con cariño, significa que eres bien recibido y que hay que volver. En esta ocasión ha sido todo fantástico, por lo que estoy seguro de que volveré”, concluye. De momento nos quedamos con ‘Acuarelas en la distancia’, que se puede visitar hasta el 29 de abril, en el Archivo Histórico Provincial de Albacete.
