Decía Stefan Zweig que han de pasar millones de cosas pequeñas para que surja una gran cosa, puede ser. Desde luego me siento como si estuviera dentro del libro ‘El Extranjero’, acompañando al siniestro Meursault, mirando por encima de su hombro, perpleja y no perpleja, sabiendo que su actitud le lleva directamente a la pena de muerte y sin poder cambiar un solo renglón. Ni quiero, solo Camus tuvo esa potestad. No estoy asustada porque ya conozco el final, lo que no sé es cómo va a terminar todo esto. Me preparo para asumir que el sol saldrá por donde quiera.
Estas semanas van y vienen los presidentes y los primeros ministros de un lado a otro como correcaminos, viajes relámpago a Roma, Qatar, EAU, Israel, Turquía, a sitios que ni sabemos para luego estar todos juntos en Bruselas y quien sabe quienes en Polonia después, y digo yo: ¿qué tratan que no lo pueden hacer por videoconferencia?. Es tanto lo que parece ir en ello que trabajan en primera persona, contactos directos para llegar a la cumbre de la OTAN con los apoyos inmediatos y ciertos.
Partir Rusia en dos con sanciones económicas no terminan mis ojos de verlo, pero sí, escucho lo que dicen, y cojo el mapa y sombreo los países hostiles de la lista de Putin y me encuentro con que el 80% del mundo, en territorio y población, no está a este lado del espejo.
Pues eso, que no lo veo.
Veo un país destrozado, un dolor que no ha hecho más que empezar, muchísimos retornos y no a corto, a medio plazo totalmente quebrados y unos laboratorios sobre los que hay mucho por explicar y mucho por regular.
Y después de la cumbre de la OTAN, personalmente Biden visita Polonia, que también está en la OTAN y entre otras cosas me pregunto si quizá quieran armarla hasta la bandera como hace poco ha decidido hacer Alemania, 100.000 millones para armamento. ¿Acaso piensan contarnos al resto que entre ellos y Francia, por ese orden, van a defendernos a todos los de la UE y que ya vamos necesitando menos a los demás … ? Planteado de otro modo, claro. Obviamente para eso están, entre otras cosas, los ministros y el trabajo de fondo en las embajadas.
En resumen, Polonia cancelada por la UE, sin fondos de recuperación, con 1,5 millones de refugiados y no refugiados que cuestan un potosí al Gobierno, así que solo le falta aceptar los créditos de USA para armamento y tendrá un endeudamiento, unido a los problemas sociales, que la última de sus preocupaciones será el asunto de lo soberano. Uff, qué feo se les dibuja el recorrido. Tan amargo parece el final que silencia el de Escipión con Roma, pero les refresco por si lo han olvidado, que acabó con el destierro.
Y quizá esto, que a primera vista pudiera beneficiar a la alianza franco alemana, en la que claramente se controlan el uno al otro desde la constitución de la CECA, ¿no incrementará la fractura de la UE para beneficio de EEUU y UK?. Por lo pronto nosotros ya la hemos liado parda con el Sahara, si existía una posibilidad de suministrar el gas a Europa a través de nuestro territorio, ya sabemos que eso no va a pasar, de momento no. El proyecto Argelia-Italia ahora cuenta con una melodía superior. No sé si como Raphael descubriremos que el amor es mejor cuando todo está oscuro .
En fin, ya es oficial, China comprará petróleo a Arabia Saudí en Yuanes. ¿Se acaba el petrodólar? Rusia vende, por el momento gas, en Rublos, no tiene mucha deuda externa y reservas de oro para parar un tren. Resultado: revaloriza su moneda.
India y China arrinconan sus disputas en frontera, acercan posturas. India que adquiría un 5% de su petróleo a Rusia ha llegado a un acuerdo para comprarles una cantidad muy superior, suenan 4 veces más, se supone que a buen precio, pero no ha trascendido importe ni cantidad. Jamaica recibe al Príncipe Guillermo y a su esposa con revueltas en contra de la esclavitud y con una pancarta que reza “Reyes, reinas, príncipes y princesas pertenecen a los cuentos de hadas, no a Jamaica!”, pero no todo son penas, siempre hay espacio para un poquito de champagne y para una historia de amor o para muchas y el fundador de WikiLeaks, Assange, celebrará una boda en prisión con su pareja. C´est la vie.
Decían los protagonistas en Casablanca: Siempre tendremos París.
¿Qué tendremos nosotros?.
Amelia F Fernández-Pacheco
