Pilar y Antonio abrían las puertas de su hogar en Ossa de Montiel (Albacete) a Lamin Mohamed Chej quien con tan solo 7 años participaba por primera vez en el programa ‘Vacaciones en Paz’ y gracias al que pasaría un verano inolvidable en esta localidad de la provincia albaceteña. Ahora, más de 20 años después regresaba a Ossa de Montiel donde trabaja como Médico de Atención Primaria en el centro de salud del municipio.
Formó parte del programa ‘Vacaciones en Paz’ y encontró en Ossa de Montiel una nueva familia
El programa ‘Vacaciones en Paz’ tiene como finalidad ayudar al pueblo sarahui, así “familias mediante su solidaridad intentan acoger a un niño o una niña para darle dos meses de alegría”, detallaba Lamin a El Digital de Albacete. Este fue su caso y ha dado pie a una bonita historia que tiene como protagonista absoluto el cariño que recibió el pequeño Lamin de Pilar, Antonio y su familia durante su estancia en Ossa de Montiel.
“Pilar y Antonio me recibieron con los brazos abiertos en su casa de Ossa de Montiel cuando yo tenía unos 7 años”, recordaba Lamin de las que fueron sus primeras ‘Vacaciones en Paz’, ya que tras las que pasó en la provincia de Albacete “llegué a venir a España hasta en cuatro ocasiones”. Así pasó los siguientes tres veranos en Castellón “donde llegué a vivir un año y medio junto a otra familia de acogida”, detallaba.

Aseguraba que el que pasó en Ossa de Montiel cuando era un niño “fue el verano más bonito que he vivido en toda mi vida”. De este modo expresaba que “me sentí un miembro más de la familia de Antonio y Pilar, donde era el hijo pequeño”. Recordaba Lamin que en aquel momento “ellos tenían un camping con una piscina y esto para un niño pequeño que nunca lo había visto fue una auténtica locura”. Igualmente recordaba con especial cariño el lazo que se forjó con las que consideraba “mis hermanas mayores, Antonia y María Luisa”, quienes no se separaron del pequeño Lamin ni un segundo durante ese inolvidable verano.
Tras su estancia estival en Ossa de Montiel “nunca había regresado”, pero confesaba que “nunca terminó de cerrarse el capítulo porque tras ese verano ellos vinieron a visitarme en los siguientes dos a Castellón e incluso a mi campamento en el Sáhara”.
Lamin ha estudiado Medicina en Cuba
Con tan solo 12 años “me marché solo a Cuba para continuar mis estudios”, relataba Lamin a El Digital de Albacete porque “en los campamentos de refugiados se estudia solo hasta 6º de Primaria”.
A partir de este momento “si quieres seguir con los estudios te tienes que trasladar a un país extranjero”, puntualizaba Lamin. De este modo indicaba que “los países que tenían convenios de esta índole eran Cuba, Argelia y Libia”, y añadía que “como me defendía bien con el español decidí marchar a estudiar a Cuba”, donde se ha estado formando académicamente durante 14 años y donde ha cursado la carrera de Medicina.

Lamin ha regresado a Ossa de Montiel 20 años después donde ahora trabaja como Médico de Atención Primaria
Tras su periplo en Cuba decidió poner rumbo a España para ejercer la Medicina donde en un primer momento vivió cerca de dos años “con mi familia de Castellón”. Y es que gracias a las vivencias de aquellas ‘Vacaciones en Paz’ “al final no tienes solo una familia, sino que cuentas con todas porque se crea un vínculo tan fuerte que cuando te marchas lo haces a sabiendas de que tienes una nueva familia, y esa familia sabe que tiene un nuevo hijo o hija”, reflexionaba.
Por todo ello confesaba a El Digital de Albacete que “una de las razones por las que regresé a España desde Cuba fuer porque sabía y sentía que regresaba a donde tenía a mis familias y donde estaba en casa”. Residió durante dos años junto a su familia de Castellón hasta que logró obtener la homologación de su titulación como Médico. Empezó a ejercer su profesión en Jaén, pero “por casualidades de la vida tuve que trasladarme a Albacete”.
El primer municipio albaceteño donde comenzó a desarrollar su labor como profesional médico fue Casas Ibáñez, y Lamin desvelaba a El Digital de Albacete un secreto: “Desde que entré en la provincia de Albacete, incluso en la carretera, tenía la sensación de estar llegando a casa”. Por este motivo confesaba que lo primero que hizo fue ponerse en contacto con Pilar y Antonio, quienes algo más de 20 años atrás habían abierto las puertas de su casa al pequeño Lamin quien ahora regresaba como médico.
Una situación que confesaba “fue tan chocante para ellos como para mí”, y explicaba que “me acogieron siendo un niño y ahora ese niño regresaba para ayudar y para curar a quien lo necesite”. Confesaba que Pilar y Antonio “están verdaderamente orgullosos y yo estoy muy emocionado de poder devolver un pedacito de todo lo que me dieron”. Detallaba Lamin a El Digital de Albacete que una de las características que definen al pueblo saharaui “es el nivel de agradecimiento porque nunca nos olvidamos de quien ha estado realmente a tu lado en el momento que lo necesitaste”.

Ahora trabaja codo con codo con la enfermera que le atendió durante sus primeras ‘Vacaciones en Paz’ en la provincia de Albacete
Lleva cerca de un mes trabajando como Médico de Atención Primaria en el Centro de Salud de Ossa de Montiel y bromeaba asegurando que “todos los pacientes que aparecen en mi consulta los conozco de una u otra manera”, poniendo el punto de mira en la cercanía de los vecinos de esta localidad de Albacete. Pero además desvelaba que “la enfermera con la que actualmente trabajo en mi consulta fue la que me atendió cuando yo viene de pequeño”.
Pese a sentirse como en casa manifestaba que “estaré menos tiempo del que me gustaría trabajando en Ossa por el contrato que tengo”. De este modo ponía de manifiesto “el caos que hay en la Atención Primaria”, asegurando que “necesitamos recursos humanos y materiales por todos lados”.
“Estoy y estaré siempre vinculado a Albacete”, remarcaba Lamin y es que “aquí me siento muy bien tratado, querido y respetado”. Igualmente garantizaba que “los manchegos son gente verdaderamente especial y distinta”, asegurando que “he tenido la suerte de vivir en muchos sitios y de conocer a mucha gente, pero es aquí donde mejor me he sentido”.

Anima a los albaceteños a acoger durante los meses de verano a niños saharauis
Con su historia como mejor ejemplo Lamin trataba de animar a las familias de Albacete para apostar por formar parte del programa que cambió su vida: ‘Vacaciones en Paz’. “Muchos de mis amigos y conocidos ponen el trabajo o el tiempo disponible como excusa para no acoger a niños saharauis”, indicaba a El Digital de Albacete, pero aseguraba que “a ese niño no le tienes que dar más de lo que ya te das a ti mismo”.
Puntualizaba que “es un niño que viene separado de su tierra y de su familia, y lo primero que necesita es comprensión y cariño”. Además desarrollaba que “son solo dos meses que pasan muy rápido y al final es probable que se queden hasta con ganas de más porque se crea un vínculo único que es para toda la vida”.

“No se necesita nada más que tener voluntad”, garantizaba Lamin, por lo que animaba a los albaceteños a sumarse a este “bonito proyecto en el que se recibe mucho más de lo que se cree y que se queda grabado para toda la vida tanto en los niños acogidos como en las familias”. De este modo aseguraba que “es el mejor gesto de bondad y solidaridad que se puede ofrecer a alguien”, porque “es muy bonito poder ayudar a alguien con tan poquito”, concluía.