El Albacete afronta la recta final. Son 11 los partidos que restan por disputarse de la temporada. Lo hace en un buen momento de forma, resultados y, sobre todo, de ambición por lograr el objetivo.
El cuadro blanco es líder con 52 puntos tras 27 choques disputados – lo que hace una media de 1,92 puntos por partido – y se coloca, a falta de jugar los partidos aplazados que tienen algunos rivales, como el segundo conjunto de Primera RFEF con más puntos tras el Real Racing Club, líder del otro grupo de la categoría. Una situación que no se puede explicar sin poner énfasis en el Carlos Belmonte. El Albacete es el mejor local de los 40 equipos que conforman la categoría de bronce del fútbol español, 35 puntos en casa.
Pero para llegar a esas cifras hay mucho trabajo. El conjunto manchego ha dejado su puerta a cero más veces del número de choques en los que ha recibido goles. Concretamente, en 14 ocasiones. Mientras que en 13 partidos han visto perforado su cerrojo.
Un dato que deja a las claras la capacidad de resiliencia de este equipo y que se ha intensificado en las últimas semanas. Tres porterías a cero en los últimos cuatro compromisos y ocho encuentros consecutivos cosechando puntos.
Y es que el Albacete de un tiempo a esta parte destaca por su facultad para quedarse a cero y a su vez sumar y sumar. Solo ha perdido un partido de los últimos 15, no conoce la derrota a domicilio desde noviembre y es el equipo del Grupo II que menos veces ha caído derrotado, con 5 tropiezos.
Datos que dejan a las claras tanto el gran nivel del grupo como el paso adelante que el Albacete, aupado por la afición como se ve en el Belmonte o en desplazamientos como Murcia o Madrid, está dando para llegar en las mejores condiciones al tramo decisivo de la temporada.