El cantautor y compositor albaceteño Carlos Luengo, compositor de muchas canciones míticas de los años 70 y 80, falleció en la madrugada del martes 24 de enero en Madrid como consecuencia de un cáncer con el que llevaba luchando más de dos años, pero nos deja un amplio legado musical.
Carlos Luengo comenzó su carrera en los años 70 en el famoso programa de TVE “La Gran Ocasión”, donde ya despuntó como cantautor. Gracias al éxito del público, fue fichado por la compañía discográfica ‘Hispavox’, con la que publicó la mayoría de sus discos y consiguió posicionar varias de sus canciones en los primeros puestos de las listas de éxitos. Su canción “Yo te quiero tanto” está considerada como uno de los temas de autor más inspirados de la historia de la música. Javier Luengo, hijo del mítico cantante, nos cuenta que “ha sido un privilegio haberlo tenido tan cerca con la guitarra. No dejó nunca de tocar y componer, por lo que tengo el recuerdo de escuchar esas canciones en casa”.

Aunque Luengo disfrutó de largos años de éxito, vendió miles de discos y recorrió España e Hispanoamérica dando conciertos con aforos repletos de seguidores incondicionales, “jamás vimos un alarde de grandeza en casa. Su éxito quedaba reflejado en las muestras externas, en la gente que le llamaba, las cartas de los seguidores y las entrevistas, pero era tan generoso y sencillo, que nunca se mostró con nosotros como un gran artista, sino como una gran persona y un buen padre”, recalca.

Festival de Benidorm 1976
Ahora que el Festival de Benidorm ha vuelto a resurgir y a ponerse de moda, hay que recordar que el cantante albaceteño participó en la edición de 1976 con la canción “Has dicho que sí”, con la que obtuvo el segundo premio. El hijo del cantante indica que “hay un montón de recuerdos y recortes de periódicos de aquel día. Artículos en los que se hablaba de que el ganador, que en esta ocasión fue Dyango, había ganado en una situación bastante controvertida y con muchos abucheos. Otra anécdota graciosa es que, durante su actuación, nació mi hermano mayor. Tenemos muchos recortes de prensa que cuentan cómo mi padre no pudo vivir el nacimiento de su primer hijo por estar en el festival”.
Habitual en los programas musicales TVE
Durante la segunda mitad de los años 70 fue habitual en programas de TVE, como el Magazine de José María Íñigo, donde intervenía a menudo en directo con gran éxito entre el público. También compuso canciones para el programa infantil de televisión “El monstruo de Sanchezstein”, dirigido por Guillermo Summers, y fue presentador de varios espacios musicales, algunos con fines didácticos dirigidos a los niños, a quienes les enseñaba a amar la música. El menor de los Luengo apunta que “los años más exitosos y populares de televisión son del 74 hasta el 80, una época en la que yo todavía no había nacido y mi hermano era muy pequeño. Tenemos videos en los que mi padre sale actuando en programas infantiles como ‘La cometa blanca’. Grabaciones a las que se llevaba a mi hermano, que tendría unos tres años por aquel entonces, y en las que aparece entre el público infantil. Seguramente mi padre sería amigo del realizador, ya que siempre le regalaba algún primer plano a mi hermanito”.

El cierre de ‘Hispavox’
El cierre de la discográfica ‘Hispavox’ afectó a su carrera, así como a la de otros tantos artistas españoles, y desde entonces comenzó a trabajar en el sector del turismo, aunque nunca dejó de componer, cediendo grandes canciones a otros artistas como Jeanette, Emilio José, José Vélez, Nydia Caro, Mochi, Pepe Domingo Castaño, Clemencia Torres o Iñaki Uranga, que las cantaron por él. “El cierre de la compañía fue un antes y un después. Lo que viví, por mi edad, fue el final de aquella época explosiva de popularidad, los carteles en las calles con su nombre, y las salas llenas. Después de estar en todo lo alto, recuerdo que poco a poco se fue silenciando su carrera artística, quedando ya en segundo plano, como músico y compositor”, narra.
Nueva etapa en la era digital
Pese a ese silencio, además de escribir para grandes artistas, siguió componiendo canciones inéditas para su propio repertorio, aunque ese material se iba guardando en un cajón. Hasta que un buen día, algo le devolvió la ilusión y las ganas de volver. Javier Luengo pone de relieve que “la razón principal de su vuelta fue el contacto con la era digital. Mi padre, hasta entonces, había estado totalmente al margen de las redes sociales, y desconocía las nuevas formas de acceder a la música a través de plataformas. A menudo le ponía canciones suyas que encontraba por YouTube, y estas te vinculaban a otras, hasta que descubrimos que había mucho material, y que, en ocasiones, no se indicaba ni la autoría de sus composiciones. Eso le removió por dentro, convencido de que la gente debía respetar su trabajo. En ese momento, entendimos que internet era un gran escaparate, y que su obra debía tener presencia en redes, así que nos pusimos a trabajar. De este modo, creamos un perfil de Facebook y un canal de YouTube, en el que publicamos las más de ochenta obras registradas con su nombre en la SGAE”.

En su puesta en marcha, tanto la cuenta de Facebook, como el canal de YouTube, tuvieron muy buena aceptación. La idea fue muy bien recibida por sus seguidores, que enseguida se hicieron notar a través de sus mensajes de agradecimiento en redes, en los que mostraban su agrado al volver a escuchar aquellas canciones. Fue entonces cuando “se dio cuenta de que había mucha gente escuchando su música. Eso le hizo recobrar la ilusión y la fuerza para volver a contactar con amigos del sector, con la idea de dar un nuevo impulso a su carrera musical”, señala.
‘Tarde… Pero corriendo’
Tras un largo periodo lejos de los escenarios, Carlos Luengo eligió nueve canciones, entre las más de treinta que tenía metidas en el cajón, para publicar un nuevo disco con temas inéditos en 2015, bajo el título ‘Tarde… Pero corriendo’. Un nuevo trabajo producido por el músico José María Guzmán, uno de los grandes del pop español, desde sus tiempos en grupos como Cadillac, o ‘Cánovas, Adolfo, Rodrigo y Guzmán’. “Siempre fueron amigos y sentían admiración mutua. Gracias a él, mi padre pudo volver a la carretera, a su carrera profesional, y publicar un disco con nuevas canciones que había estado componiendo durante todos esos años. Un momento apasionante para todos, ya que resume veinticinco años de silencio musical en los medios, y, sin embargo, lo retomó con toda la madurez y toda la experiencia de muchos años de profesión”, aclara.
Un nuevo trabajo que presentó en directo en varias ciudades de España, junto a una banda compuesta por músicos de renombre de este país, entre los que se encontraba el propio José María Guzmán, productor del disco. “Fue una experiencia maravillosa. Mi padre era una persona muy familiar y el hecho de vivir todo aquello con su familia, y retomar todas sus antiguas amistades de la música, fue algo muy bonito para todos. Vivimos dos años de gira inolvidables junto a él, en el que comprobamos el reconocimiento y el cariño del público. Poder escuchar a mi padre acompañado de ese pedazo de banda, ponía los pelos de punta”, confiesa.

Sus canciones tenían, y siguen teniendo, un sello muy personal que llegaba a un público cada vez más numeroso que le ha sido fiel a lo largo de los años, y que recibió con gran entusiasmo su vuelta a los escenarios en 2015. “Las personas que le recuerdan por su época antigua, pueden disfrutar de la época moderna, y los que hemos vivido la moderna, podamos también disfrutar de sus canciones antiguas. Hacer un recorrido desde sus inicios, hasta su vuelta en la madurez, es una forma de recordar toda su obra. Mucha gente me preguntó que si iba a cerrar las redes sociales tras su fallecimiento, y por supuesto que no. Eso lo hicimos juntos, precisamente para intentar que no se quedaran en el olvido todas esas canciones. Ahora, hemos recibido muchas muestras de cariño, y eso significa que algo se hizo bien”, puntualiza.
Una relación muy amorosa con Albacete
El artista estuvo muy unido a la ciudad que le vio nacer. “Tenía una relación muy amorosa con Albacete, y ese sentimiento le acompañó toda su vida. La ciudad siempre le recibió con las manos abiertas, algo que como artista llevaba dentro. Actuó en numerosas ocasiones en la Feria y en la Caseta de los Jardinillos, y a menudo hablaba de la cantidad de amigos que tenía, y de la buena gastronomía de su tierra”, detalla.

Con Carlos Luengo se va un gran cantante, una voz cálida y musical y un compositor infatigable que, hasta el último día, siguió escribiendo canciones en las libretas que le llevaba Chus, su mujer. “Ha sido muy sorprendente porque fue una enfermedad muy dura, pero cuando ya no podía ni moverse en el hospital, le pedía a mi madre que le trajera sus agendas y sus bolis y, con letras ya muy ininteligibles, se ponía a escribir. Siempre le recuerdo con la guitarra, pero le recuerdo más aún con un cuaderno y un bolígrafo, dando vueltas a ideas, frases o rimas. Tenemos la gran suerte de que nos ha dejado bonitos recuerdos, y un legado musical que siempre nos mantendrá cerca de él”, concluye.
Tres discos, ‘Luengos cuentos’, ‘A la sombra del cielo’, y ‘Tarde… Pero corriendo’, y numerosos singles de éxito, completan el amplio legado musical de Carlos Luengo, con canciones maravillosas como ‘Has dicho que si’, ‘Yo te quiero tanto’, ‘Ya se fue’, ‘A tiritar’, ‘Yo no sé’, ‘Las niñas’, ‘La educación’, ‘Me faltas tú esta noche’ o ‘Mentirosa’, que van directas al corazón.