El escritor albaceteño Constantino Molina cambia de registro, de la poesía a la prosa, con su nueva obra ‘El canto de la perdiz roja en interior’, con la que regresa a las librerías.
Tras publicar ‘Las ramas del azar’, ‘Silbando un eco extraño’ y ‘Cingla’, libros de poesía que han recibido galardones como el ‘Adonáis’, el Premio Nacional de Poesía Joven, el ‘Alfons’ el ‘Magnànim’ o el ‘Hermanos Argensola’, Constantino Molina se lanza con su primer libro de narrativa, en él que incluye los pasajes que escribió durante el invierno que dejó Madrid, donde reside en la actualidad, para regresar a su pueblo. El escritor nos cuenta que “en realidad es un diario. Tenía ganas de sacar la patita de la poesía, empezar por algún lado, y lo he hecho a través de la prosa diarística”.
‘El canto de la perdiz roja en interior’
Los pasajes que conforman ‘El canto de la perdiz roja en interior’ fueron escritos durante el invierno de 2017-2018, cuando, tras un primer año de estancia en Madrid, el autor regresa a su pueblo, Pozo- Lorente, en pleno corazón de La Manchuela. “Vuelvo por unas circunstancias vitales concretas, que pasan por la enfermedad de mi padre. El contraste de haber vivido fuera y volver un año después, me hizo ver las cosas que necesitaba contar, por lo que, el hecho de ponerme a escribir sobre el pueblo, me salió de forma natural”, confiesa.
Y es que, tras su llegada a Madrid, el escritor pudo experimentar ese contraste. “Cuando comencé a moverme con la gente de la cultura de la capital, me daba la impresión de que había venido de otro planeta. Me llamaba la atención el choque entre el universo de la gente que estaba conociendo, y el mío propio. Poco a poco me fui dando cuenta de que, más que ocultarlo, lo que me interesaba era captarlo con orgullo e incluirlo en mis textos”.
Un texto que pedía reposo
Cuatro años después, por fin ve la luz ‘El canto de la perdiz roja en interior’. El autor aclara que la razón de que el texto haya pasado tiempo metido en un cajón, es porque “es un libro escrito en la intimidad. Comencé a escribirlo como un ejercicio casi espiritual, y cuenta anécdotas de vivencias cotidianas, algunas familiares, otras de personajes del pueblo, y todo esto requiere de un tiempo de reposo. Sentí que necesitaba tomar perspectiva sobre todo lo que había escrito antes de que viese la luz”.
El título hace referencia a una anécdota de origen familiar. “Mi padre practicaba la caza de perdiz con reclamo. Un par de meses al año, antes de que comenzara la temporada, mi padre metía la perdiz en casa para que entrara en calor. Tengo el recuerdo de escuchar el canto de la perdiz toda mi vida. Aunque subieras el volumen de la televisión en el salón, o sonara el pitido del calentador del agua, siempre cantaba más y con más fuerza. Es un título que resume muy bien de lo que va el libro”, considera.
Aunque el libro habla del pueblo, no pretende ser una guía turística. Según Molina, “se ha puesto muy de moda, en la literatura actual, hablar del entorno rural. Sobre todo por parte de gente de ciudad que va a los pueblos a encontrar una especie de redención y la pureza de la vida. Este libro no pretende eso. Es más, rebate esa idea, ya que no me apetecía idealizar esa vida maravillosa en los pueblos. También el medio rural tiene un componente de crudeza, de dureza, de muerte y destrucción, que no he querido esconder. Una cosa es ir de visita, pasar un fin de semana y vivir la experiencia, y otra es nacer, crecer y pasar toda una vida allí. Viví una infancia muy dura y largos inviernos de adolescencia en los que no había nada que hacer. Hay que estar preparado para vivir en un pueblo, porque es muy duro, y eso lo he querido contar en el libro”.
Un viaje a la memoria y a la cercanía de las cosas
Esta vuelta al pueblo, es un viaje a la memoria y a la cercanía de las cosas. Un reencuentro con la cotidianidad descarnada, mágica y metafísica de un entorno que, siendo un paisaje rural concreto, es también el lugar en el que habitan los temas más universales de la vida. Una vida que Constantino Molina narra entre montes de esparto y viñas de garnacha tintorera. Afloran, entre las calles semidesiertas, las viñas y el bar local, temas como la relación con nuestros semejantes, el dolor, la genealogía familiar, la conciliación del empleo con una feliz existencia, la muerte, lo disparatado y hermoso de habitar el mundo, la poda de la vid, el arte, la Guardia Civil o el amor y la locura. “Aparte de contar vivencias de esos días en los que volví al pueblo, en el libro tiro mucho de memoria. También bajaba mucho al bar, y a la gente le dio por contarme historias de antes y cosas de mi infancia”, refleja.
‘El canto de la perdiz roja en interior’, de Constantino Molina, ha visto la luz a través de ‘Sr. Scott’, una nueva editorial que destaca por la exquisitez de sus publicaciones. La portada ha sido realizada por Sr. Bermúdez, un diseñador que se encarga de la imagen de la editorial, y que es conocido por sus láminas musicales.
A pesar del cambio de registro que el escritor albaceteño ha experimentado con este nuevo libro, la respuesta del público ha sido muy buena. El autor resalta que “son cosas muy distintas. En la poesía uno tiene que poner mucho de su parte. Esta nueva experiencia, en general, está siendo más fácil. Noto que es un género más agradecido, porque la gente me escribe y reconoce mi trabajo. Aunque tiene un carácter lírico, el libro además tiene algo de humor y respira un tono bastante sarcástico, un ingrediente que no contemplo en mi forma de hacer poesía, pero que si me apetecía utilizar en prosa”.
Con respecto a los planes de futuro, aunque “he abierto la puerta a la prosa y en estos momentos quiero tirar por ahí, nunca dejaré la poesía, porque es algo que llevo dentro. Ahora tengo varios frentes abiertos, proyectos muy interesantes tanto de un género como del otro, y con los que me quiero dejar llevar”, concluye. De momento nos quedamos con ‘El canto de la perdiz roja en interior’, que ya se puede encontrar en todas las librerías de Albacete.
