Si hay una palabra que resume a la perfección el año 2021 para el Gobierno de Castilla-La Mancha esta es ‘vacunación’, un proceso que ha posibilitado administrar más de 3,7 millones de dosis desde aquel 27 de diciembre de 2020 con el primer pinchazo a Araceli en la Residencia de Mayores ‘Los Olmos’, de Guadalajara.
Desde entonces y hasta hoy, el personal de la Sanidad regional ha realizado un “esfuerzo titánico, que jamás podremos agradecer lo suficiente, y que supone tener ya a día de hoy a 1.578.318 personas con la pauta completa”, tal y como ha valorado la consejera de Igualdad y portavoz, Blanca Fernández.
De entre los muchos datos que recogen las estadísticas relacionadas con la COVID-19, la portavoz del Ejecutivo regional ha citado las más de 4.300 personas que, de media, han sido inmunizadas cada día en la región; el 80 por ciento de mayores de 60 años con tercera dosis o el gran compromiso y solidaridad de la sociedad castellano-manchega demostrado con el hecho de que la negativa a vacunarse en la población infantil de 9 a 11 años es únicamente del 1,4 por ciento y de alrededor del 4,5 por ciento en el caso de la población adulta.
Factor humano y gasto sociosanitario
Blanca Fernández ha manifestado que “el hito de la vacunación ha sido posible gracias a dos factores: el humano, representado de forma general en la sociedad y en las y los profesionales sanitarios de forma más particular”; y el factor económico, que ha supuesto invertir 308 millones de euros, el mayor gasto sociosanitario en la lucha contra el Covid de todas las comunidades autónomas en relación a su PIB.
A ello hay que añadir el compromiso del presidente Emiliano García-Page por reforzar y estabilizar la plantilla del SESCAM. “En este sentido, somos la región de España que más profesionales conservamos de la primera ola, 4.600”, ha confirmado la consejera de Igualdad y portavoz durante su comparecencia para hacer balance anual.
Blanca Fernández ha recordado que 2021 acabará con más de 36.000 profesionales (un 31,8 por ciento más que en 2015), la cifra más alta de la historia. Es decir, “podemos decir que uno de cada tres profesionales que, en este momento, trabajan en el SESCAM han sido contratadas y contratados bajo el mandado de Emiliano García-Page”.
A este personal hay que sumar los equipos de rastreo, con 1.400 personas, que se verán reforzados otra vez por el Ejército.
Y, con la mirada puesta en el presente y el futuro, Castilla-La Mancha ha sido pionera con la aprobación de la Ley de Reserva Estratégica, “para garantizar las necesidades de suministro durante al menos cuatro meses” que va en consonancia con el objetivo principal frente a la COVID-19, de mantener una capacidad suficiente de recursos humanos en los servicios de Salud Pública para la detección de casos, identificación y seguimiento conforme a los protocolos establecidos.
Impulso a las grandes infraestructuras sanitarias en Castilla-La Mancha
Otro pilar esencial del avance experimentado por el sistema sanitario castellanomanchego tiene que ver con el plan de infraestructuras, que no se ha detenido ni en los peores momentos de la pandemia y ha experimentado un impulso significativo. Lo más destacado ha sido la apertura del primero de los grandes hospitales que se estaban construyendo: el Hospital Universitario de Toledo, que ya está a pleno funcionamiento desde el pasado 4 de diciembre.
Mientras, las obras del Hospital de Guadalajara también han finalizado y está a la espera de la unión del hospital antiguo con el nuevo; el nuevo Hospital de Cuenca y las obras de ampliación del Hospital de Albacete avanzan a muy buen ritmo; y el nuevo Hospital de Puertollano está en proceso de licitación. En estos proyectos, Blanca Fernández ha resaltado que se invertirán 100 millones de euros en 2022, además de otros 25 millones a más de 40 obras en centros de salud y consultorios locales y 109 millones para alta tecnología y equipamiento.
Recuerdo respetuoso para todas las víctimas de la Covid-19
Antes, las primeras palabras de la portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha han consistido en un “respetuoso recuerdo” para todas y cada una de las víctimas mortales que por desgracia ha dejado la COVID-19.
