La Guardia Civil desmonta a Los Piojos, que están siendo juzgados en Castilla-La Mancha

Los veinte guardias civiles que han declarado este lunes en el juicio que se sigue en Toledo contra los hermanos Jonathan y Miguel Ángel M.A., apodados como 'los Piojos', han apoyado con sus testimonios la tesis del fiscal, que pide para ellos más de treinta años de prisión para cada uno

Los veinte guardias civiles que han declarado este lunes en el juicio que se sigue en Toledo contra los hermanos Jonathan y Miguel Ángel M.A., apodados como ‘los Piojos’, han apoyado con sus testimonios la tesis del fiscal, que pide para ellos más de treinta años de prisión para cada uno, por delitos de pertenencia a grupo criminal, robos, falsedad documental y atentado, entre otros, y desmontado algunos argumentos sostenidos por ellos en la primera sesión del juicio oral celebrada el pasado 2 de noviembre.

En esa vista, uno de los hermanos, Jónatan M.A. -para el que se pide la mayor pena, 38 años- afirmó que el día de su detención en Ontígola (Toledo) el 22 de noviembre de 2018, los agentes de la Guardia Civil que le hirieron en un pié “no iban uniformados y no se identificaron”, extremo negado esta mañana por todos los agentes que participaron en el dispositivo de detención, que han asegurado que iban uniformados con el chaleco y los distintivos que les acreditan como agentes de la Benemérita.

 Junto a los hermanos M.A., en esta causa se sientan también en el banquillo como acusados Dionisio R.R. y José Luis G.D., por delitos ocurridos entre el 26 de septiembre y el 22 de noviembre de 2018, entre los que destacan el robo en una nave de Yunquera de Henares (Guadalajara) de la que sustrajeron televisores y material informático,  y un robo de joyas por valor de 500.000 euros a un vendedor de Córdoba, precisamente el día de su detención, el 22 de noviembre.

Los acusados niegan su participación en este robo

Los acusados, que en la vista oral solo respondieron las preguntas de sus abogados, negaron su participación en este robo, pese a que los seguimientos de sus móviles les sitúan ese mismo día en la A-4 y que en entre los efectos recuperados se encuentran numerosas mantas de joyas y hasta un décimo de lotería con el mismo número que tenía el joyero.

A preguntas del fiscal y de los dos abogados defensores, los agentes han explicado que las vigilancias a este grupo criminal se iniciaron en septiembre de 2018 en la localidad de Seseña (Toledo), donde residía Jonatan M.A., y en Seseña Nuevo, donde se constató la relación entre los ahora procesados y que entraban y salían de una nave que posteriormente se ha demostrado que utilizaban para guardar lo sustraído, como automóviles.

En cuanto a la jornada de la detención, el capitán e instructor del caso y el secretario de la instrucción han explicado que ese día se montó un dispositivo de vigilancia en el entorno de la calle Azahar de Ontígola (Toledo), donde vive Miguel Ángel, adonde vieron llegar sobre las tres menos cuarto de la tarde a tres vehículos: un Mercedes blanco ocupado por Miguel Angel, un Mercedes ranchera en el que iban Jonatan y Dionisio y, a continuación un Renault Megan conducido por José Luis.

Resultaron heridos dos guardias civiles y el ‘el Piojo’ en un pié, alcanzado por uno de los disparos intimidatorios

Poco después observaron cómo los dos últimos vehículos abandonaban el lugar para regresar, siete horas más tarde, sobre las diez de la noche, al mismo punto -el domicilio de Miguel Ángel- ante cuya puerta sacaron de los coches los bultos y mochilas que había en su interior (entre ellos “numerosas mantas de joyas”), momento en el que el agente que estaba al mando del operativo dio la orden de actuar.

Tres de los procesados -pues Miguel Ángel entró en su domicilio- se subieron entonces a sus vehículos para emprender la huida, en la que impactaron primero con una furgoneta y después con un Mercedes ML todoterreno de la Guardia Civil, momento en el que resultaron heridos dos guardias civiles y el ‘el Piojo’ en un pié, alcanzado por uno de los disparos intimidatorios que los agentes admiten que llevaron a cabo para evitar la huida de los procesados, que finalmente huyeron a pié y acabaron siendo detenidos.

En todo ese dispositivo intervinieron unos 30 agentes, veinte de ellos de la Unidad de Reserva de Valdemoro (Madrid), cuya participación su solicitada ante “la peligrosidad de los objetivos a detener”, ha explicado el capitán, ya que, según consta en el escrito de acusación del fiscal, de 25 páginas, los hermanos M.A. cuentan con un amplio historial delictivo por los mismos delitos que se juzgan ahora y otros.

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