El periodista y escritor albaceteño Antonio Magán está de vuelta. Regresa con su nuevo libro ‘83 cuentos de mierda’, un provocador título que encierra una colección de disparatados y divertidos relatos.
Vuelve tras 14 años de silencio literario. El autor de ‘Retratos. Periodismo Samurái’ y ‘Agotado de esperar el fin’, sus anteriores obras publicadas, nos cuenta que “estos dos libros salieron en 2019 y 2020 respectivamente, pero estaban escritos mucho antes de su publicación. Realmente llevaba años sin sentarme a escribir, ya que relacionaba la escritura y mi actividad periodística con algo negativo. Tenía una extraña congelación intelectual del cerebro, algo que me había impuesto como una especie de autocastigo. Me convencí a mi mismo de que debía dejar de ser un bohemio para convertirme en un gran emprendedor y el ciudadano que todo el mundo quería que fuese”.
Tras pasar por una mala época en la que no encontraba ilusión en nada, se dio cuenta de que estaba nadando a contracorriente y que lo que realmente necesitaba era volver a escribir. Magán pone de relieve que “cuando eliminas en el día a día algo que es fundamental en tu vida, al final acabas reventando como el lagarto Jaén. De este modo, en febrero de 2020, decidí dejar de beber y empezar una terapia para salir de ese hoyo en el que andaba metido”.
Días después, el 14 de marzo, llegó el confinamiento y tuvo que cerrar la tienda de antigüedades, artículos de segunda mano y librería de venta online que regenta en Jávea, lugar donde reside en la actualidad. Fue entonces cuando se decidió a escribir. “Mientras la gente se mataba por el papel higiénico, a mí me quedaban dos rollos y prefería limpiarme el culo con una hoja de higuera que despilfarrar mi tesoro. Así que engrasé mi vieja Olivetti y engarcé el papel en el carro”, detalla.
El almendro de mi barrio
Así, sin ninguna pretensión inicial, comenzó a escribir algunas de sus vivencias. “Me vino a la mente un árbol que había detrás de mi tienda, un almendro que quemaron hace unos años. Me puse a escribir sobre él y sobre mis experiencias del cultivo del almendro en Tobarra, y ahí empezó todo”, indica.
De esta manera, el 15 de marzo, un día después de que entrara en vigor el confinamiento general por el COVID-19 en España, el escritor terminó el primero de sus relatos, el cual publicó en su perfil de Facebook. La respuesta fue excelente, por lo que “pensé que era buena idea publicar otro al día siguiente. Lo que descubrí es que me encontraba muy bien haciéndolo. Escribía una historia nueva todos los días, y empecé a tener muchos ‘likes’ en las publicaciones y a sentir mucho feedback con la gente que los leía cada mañana. De hecho, muchos lectores, a las 9:00 horas ya me estaban pidiendo el cuento. Imagino que, al estar confinados, habían cogido la rutina de leerlos mientras tomaban el café”, señala.
Las historias iban fluyendo cada día de la habilidosa pluma de Antonio Magán. Historias de sus experiencias como periodista, también historias de Albacete, de cuando era pequeño, o de su familia. De esta forma lo estuvo haciendo hasta el 3 de mayo de 2020, día en el que se despidió de sus lectores porque “no podía más. Había estado escribiendo un cuento todos los días durante más de un mes y medio y sentí la necesidad de parar”, asegura. Sin darse cuenta, Antonio Magán había escrito la primera parte de su nuevo libro.
‘La llave‘
La segunda etapa se inicia de nuevo en su perfil de Facebook, el 10 de septiembre de 2020, con un relato titulado ‘La llave’. “Tras una recaída en la que me encontré muy triste, decidí volver a escribir y publicar, pero esta vez dejando Albacete y la autobiografía de la primera parte. Fue entonces cuando comencé a enfocarme en la ficción. Introduje algo de violencia en los cuentos y los personajes empezaron a matar gente. Parece que me lo pedía el cuerpo, así que pronto me recuperé”, revela.
Antonio Magán recuperó toda la fuerza de su escritura y su proceso creativo para esta nueva etapa. Ya en marzo de 2021 publicó ‘El opus no tiene pilila’, un cuento sobre sus andanzas de estudiante en Valencia, metiéndose en líos y huyendo de todos los peligros. Una historia que se convirtió en la antesala de ‘83 cuentos de mierda’.
“Lo de publicar en Facebook ha sido una experiencia nueva y muy bonita, porque me ha hecho estar en contacto con los lectores. Empecé a saborear lo que es la literatura en directo, ya que me hacían comentarios y yo podía contestarles e interactuar con ellos. Lo que más me sorprendió es que me animaron para que recopilara en un libro todos los cuentos que había ido publicando, algo que me pareció muy buena idea”, reconoce.
‘83 cuentos de mierda‘
Aunque el título sea ‘83 cuentos de mierda’, la realidad es que “son 85, pero pensé que era un número que invitaba a la rima fácil, y decidí finalmente poner 83. Lo de ‘Cuentos de mierda’ viene por las veces que, casi sin darnos cuenta, los seres humanos nos hacemos daño en la autoestima. Quería ser un poco incorrecto y reírme un poco de eso y este título me lo permitía. Así que así se quedó, y la verdad es que ha ido muy bien”, explica el autor.
La portada del libro es del diseñador albaceteño Pablo Gallardo, un artista que ya ha trabajado anteriormente con el autor. “Ya realizó las portadas de mis dos libros anteriores y son una maravilla. Quería volver a contar con él y sin duda no ha defraudado. Me conoce muy bien y ha reflejado a la perfección todo lo que quería”, confiesa.
‘83 cuentos de mierda’ ha visto la luz a través de la editorial albaceteña ‘Uno Editorial’, que “es la única editorial que me podía permitir todo este disparate. Estoy convencido de que no lo hubiera podido hacer con otra, no me habrían dado tanta libertad. Estoy muy contento con el resultado. Ha ido cuadrando todo a la perfección, el título, la portada, el prólogo de Nieves Martín, el texto de la contraportada y el contenido. Ha quedado redondo”, opina.
El libro está teniendo muy buena repercusión, ya que ha sido uno de los más vendidos en Albacete en estos dos últimos meses. El escritor reconoce que “está teniendo mucha aceptación. La verdad es que no me lo esperaba, no estoy acostumbrado a esto. La gente se hace fotos muy originales con el libro y me las mandan, y yo las voy colgando en mi muro de Facebook. No tengo fotos de promoción con políticos, ni con críticos literarios, ni tengo un padrino. Realmente son las fotos que me mandan los lectores las que me avalan, y eso me llena de satisfacción”.
Si no escribo no respiro, y si no respiro no vivo
Con respecto al futuro, el autor tiene claro que su idea es seguir escribiendo. “Tengo que programar mi escritura todas las semanas. No puedo dejarlo porque si lo dejo se me pone mala leche, y es como si me faltara el aire. Pasé un tiempo sin hacer lo que realmente me gustaba, para lo que estoy destinado, y pagué las consecuencias. Ahora sé lo que quiero y me encuentro bien haciéndolo. Además, si me pusiera a hacer un pan de espelta estoy seguro de que sería un desastre, pero escribir se me da bien. No tengo ambición económica con la escritura, así que, gane dinero o no, voy a seguir haciéndolo, porque si no escribo no respiro, y si no respiro no vivo. Tengo ahora en proyecto una novela histórica, a la que estoy dando mi estilo”, concluye.
De momento nos quedamos con ‘83 cuentos de mierda’, que ya está en todas las librerías de la ciudad y que se presentará oficialmente el próximo 26 de noviembre en el salón de actos de la Diputación de Albacete.
