La UE da luz verde al mandato negociador con Reino Unido sobre Gibraltar

Un nuevo marco para el que la UE ve con buenos ojos que se elimine la Verja

Los Veintisiete han formalizado este martes su visto bueno al mandato que sienta las líneas rojas de los europeos para negociar con Reino Unido sobre la relación con Gibraltar, un nuevo marco para el que la UE ve con buenos ojos que se elimine la Verja, pero a condición de que España –con la asistencia de Frontex durante los primeros cuatro años– controle el paso fronterizo en el aeropuerto y puerto del Peñón.

El objetivo es poder iniciar las conversaciones con Reino Unido lo antes posible, aunque por el momento no se ha fijado una fecha concreta ni cerrado el calendario de contactos. En la mesa de negociación se sentarán los negociadores de la UE y de Reino Unido, aunque fuentes comunitarias explican a Europa Press que España estará “vinculada estrechamente”.

Los Veintisiete a nivel de embajadores dieron luz verde al documento el pasado viernes pero la adopción formal no se ha producido hasta este martes, cuando ha sido aprobado sin discusión en una reunión rutinaria de los ministros de Economía y Finanzas de la UE.

El mandato apuesta por “suprimir las barreras físicas” para facilitar la libre circulación de personas entre el territorio y la Unión Europea siempre que España controle la entrada y salida por el aeropuerto y puerto y asuma la vigilancia fronteriza en las aguas adyacentes.

Además precisa que el acuerdo que resulte de las negociaciones con Reino Unido debe dejar claro que los agentes de fronteras españoles “tienen todos los poderes y obligaciones necesarios” para cumplir ese control y vigilancia, incluido en lo que se refiere a la denegación de entrada o a la recepción de solicitudes de asilo.

No obstante se hace eco del compromiso público del Gobierno de Pedro Sánchez de ceder esa tarea a la Agencia Europea de Control de Fronteras (Frontex) y que no estaba recogido de salida en el borrador que la Comisión Europea propuso como mandato.

“España ha expresado su intención de solicitar la asistencia de Frontex dentro de los límites y condiciones del reglamento sobre la agencia para implementar las obligaciones de control fronterizo dentro del futuro acuerdo durante un periodo de cuatro años”, según recoge el documento definitivo al que ha tenido acceso Europa Press.

De este modo, el texto modifica la redacción inicial para recoger la demanda británica de que el control de la frontera exterior no quede en manos de España. La asistencia de Frontex sería de cuatro años, el mismo plazo que fija el mandato para evaluar la puesta en práctico del acuerdo por las dos partes y que ambas decidan si continuar con el mismo régimen o darlo por concluido.

El primer borrador presentado en julio por el Ejecutivo comunitario irritó a Reino Unido por evitar toda mención a Frontex y reservar a la competencia exclusiva de España el control de la frontera en el aeropuerto y el puerto, algo que para Londres suponía un ataque a su soberanía y no estaba dispuesto a negociar.

En estos meses, las capitales han introducido “una serie de cambios” en el documento antes de contar con el visto bueno de todos los Estados miembro, que con la adopción formal dan también luz verde al Ejecutivo comunitario, responsable de negociar en nombre de la UE, para iniciar las conversaciones con Reino Unido.

Fuentes diplomáticas españolas, por su parte, confían en que las negociaciones “duren poco” porque se parte de un preacuerdo entre Madrid y Londres que se aplica de manera interina desde que se produjo el Brexit, a la espera de pactar una solución definitiva entre la UE y Reino Unido.

NO SERÁ PARTE DE SCHENGEN

En el plano económico y fiscal, los Veintisiete insisten en que los altos estándares europeos deben ser el “punto de referencia” en las negociaciones que tengan que ver con el régimen de ayudas de Estado, criterios sociales y laborales, requisitos medioambientales, reglas fiscales y contra el blanqueo de capitales, entre otras áreas.

Así, por ejemplo, el mandato avisa de que se deberá garantizar que el puerto de Gibraltar compite de manera justa con los puertos europeos, mencionando especialmente el de Algeciras y los servicios de ‘bunkering’

El documento establece además que se negociará “en pleno respeto de la integridad territorial” de los Estados miembro y sin afectar a la posición legal de España respecto a la soberanía y jurisdicción de Gibraltar.

Junto al mandato, el Consejo ha incluido una declaración propia para dejar claro que la supresión de la Verja busca asegurar el desarrollo y prosperidad de la región y “no puede ser interpretado como la participación de Gibraltar en el acervo de Schengen”.

De este modo, la UE quiere evitar que el resultado de un acuerdo de los 27 con Reino Unido sobre el Peñón se interprete como una ampliación del espacio europeo sin fronteras ni de la Unión Aduanera.

En todo caso, sea cual sea el resultado de las negociaciones entre Bruselas y Londres, el escrito al que ha tenido acceso Europa Press advierte también de que “necesitará el acuerdo previo del Reino de España” para ser aceptado por el bloque.

Los Veintisiete se hacen cargo de la “situación geográfica particular” de Gibraltar y de la “relación especial” con España, por lo que abogan por negociar un acuerdo “amplio y equilibrado”. Un acuerdo, añaden, que esperan sirva para el desarrollo social y económico no solo de Gibraltar sino también de la región española del Campo de Gibraltar.

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