“Mi jefe me ha sancionado con tres meses de empleo y sueldo por ejercer mi derecho a la libertad de expresión”, rezaba el cartel con el que protestaba hace unos días Cristian Martínez frente a la puerta del Ayuntamiento de Albacete.
Forma parte del Servicio Contra Incendios y Salvamento Municipal y confirmaba a El Digital de Albacete que “por el momento he sido expedientado” y está previsto que en los próximos días vea la luz la resolución final de su caso con la que podría ser sancionado con la suspensión de tres meses sin empleo y sueldo. Detallaba que “aunque en un principio se barajaban más sanciones finalmente se han quedado prácticamente en una”, y especificaba que todo se traduce en la posible suspensión de “tres meses de empleo y sueldo por el supuesto incumplimiento de un artículo del Estatuto Básico del Empleado Público según el que aseguran que me he aprovechado de mi condición de funcionario para emitir un mensaje a la sociedad y revestirlo de mayor oficialidad o credibilidad”.
De hecho puntualizaba que el Ayuntamiento de Albacete considera un vídeo en el que este bombero explicaba un problema con las mascarillas que utilizan estos profesionales durante su jornada laboral como “una falta muy grave”. Puntualizaba que “ellos basan su argumento en que yo iba vestido de uniforme para realizar este vídeo”, algo que asegura “es falso porque llevaba puesto un chándal que es extraoficial ya que se trata de un obsequio por participar en un mundial de bomberos y policías, por lo que yo no iba de uniforme”.
Además especificaba Cristian Martínez a El Digital de Albacete que “tampoco estaba de servicio porque me pedí el día libre para la realización del vídeo”, pese a que las imágenes están tomadas en el interior del Parque de Bomberos de Albacete. De este modo consideraba que “lo quieren encajar con calzador pero esta sanción no puede prosperar”.
Con este vídeo “quería dar un toque de atención a los servicios laborales de seguridad y salud del Ayuntamiento”. Aseguraba que pretendía transmitir “algo que ya estaba más que demostrado y de lo que ya se habían realizado informes periciales, pero yo lo hice de una forma más gráfica con mi vídeo”.
En concreto con su vídeo “estaba pidiendo a estos servicios que vinieran al Parque de Bomberos y evaluaran si era sano que a los bomberos nos hicieran llevar una mascarilla 24 horas al día que es lo que duran nuestras guardias”. Así consideraba Martínez que “hacer uso de estas mascarillas durante 24 horas es una brutalidad y pretendía advertir de que podía tener consecuencias para la salud”, motivo por el que proponía “acotarlo y regular mejor su uso”. Apuntaba que este mismo vídeo “me lo pidió la Plataforma Médicos Por la Verdad’”.
En este vídeo, difundido a través de redes sociales, denunciaba que el uso de las mascarillas podría resultar perjudicial para la salud porque se produce un descenso en los niveles de oxígeno. Una situación que además iría supuestamente en contra de la normativa vigente en materia de salud y prevención de riesgos en el ámbito laboral.
Así Cristian Martínez procedía a realizar una demostración en la que realizaba una medición de la concentración de oxígeno en el interior de una mascarilla con el objetivo de probar que “hay una merma importante, y por lo tanto, peligrosa, según la propia legislación”. En concreto este bombero del Ayuntamiento de Albacete explicaba en su vídeo que la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, “en sus normas NTP 340, 222, etc, señala que una atmósfera inferior al 21% de oxígeno es de riesgo”. Igualmente indicaba que la legislación establece que “una concentración por debajo del 19,5% es, además peligrosa”.
Durante el vídeo advertía que aunque no se trata de una prueba oficial y, por tanto, carece de validez, está realizada con un aparato oficial y homologado. De este modo durante la demostración Martínez comprobaba el rápido descenso del oxígeno en su medición.
Remarcaba a El Digital de Albacete que por el momento “la sanción aún no es firme porque el pasado viernes presenté mi recurso y ahora depende todo de ellos”. Aseguraba que en el caso de hacerse firme la sanción “continuaré con mis reivindicaciones como cualquier ciudadano, más allá de mi profesión”. Así anunciaba que el próximo viernes, 1 de octubre, volverá a la puerta del Ayuntamiento de Albacete para poner de manifiesto su caso y el de otros sanitarios experimentados porque “el tema a discutir es el acoso a los profesionales con todo el tema de la gestión de la crisis del coronavirus”.
Exponía que la mayoría de sus compañeros “prefieren mantenerse al margen” y señalaba que “hay miedo institucional a que les ocurra algo similar a lo que me ha pasado a mí”. Una situación que aseguraba “me da bastante pena porque creo que tenemos el deber de hablar por aquellas personas que no tienen trabajo o que no pueden hacerlo en el suyo”.
Fuentes oficiales confirmaban a El Digital de Albacete que en estos momentos se está tramitando un expediente disciplinario. Se trata un proceso garantista, en el que están diferenciadas las figuras de quien inicia, quien instruye y quien resuelve, con observación de los principios inspiradores de este tipo de procedimientos.
De este modo mostraban su plena confianza en la capacidad de trabajo y en la independencia e imparcialidad de los funcionarios que intervienen en el proceso. Así señalaban que en estos momentos no se ha dictado ninguna resolución para imponerle a este bombero sanción alguna.
Hasta que no concluya el proceso no se tomará ninguna medida y esta misma solo se producirá en el caso de que proceda y una vez concluidos todos los trámites, a través de la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Albacete, tal y como se establece para estos casos. Igualmente subrayaban estas mismas fuentes oficiales a El Digital de Albacete que el proceso se encuentra actualmente en periodo de alegaciones.
