Bienvenido Cives es uno de los afectados tras el derrumbe de un edificio de apartamentos de Peñíscola durante la semana pasada, agravándose su caso ya que en la catástrofe fallecieron su hijo de 15 años y su pareja sentimental.
Según recoge el Periódico Mediterráneo, entre las muchas gestiones que ha tenido que realizar Bienvenido en las últimas fechas tras el derrumbe es el de dar de baja la línea de internet que tenía contratada con la compañía MasMóvil, solicitándole entonces la empresa la devolución del ‘router’ para poder proceder a la cancelación de dicho contrato y servicio.
Tras haber perdido a su mujer y su hijo en un apartamento que quedó reducido a escombros, Bienvenido indicó a la compañía telefónica su imposibilidad de poder devolver dicho aparato al haber quedado sepultado tras el amasijo de restos arquitectónicos en los que se convirtió lo que era su casa tras el derrumbe y que fue una trampa mortal para los dos fallecidos; hecho que, como es normal, aun mantiene en shock a Bienvenido.
Aún así, a pesar de la tragedia y según recoge el Periódico Mediterráneo, “desde la compañía no quisieron empatizar con su dramática situación e insisten en la necesidad de devolver el aparato para no ser penalizado con el pago de 150 euros”, añadiendo unas declaraciones de Bienvenido en las que manifiesta que “cuando después de dar explicaciones y contar todo lo que me ha pasado en la última semana ellos no rectificaron y exigieron que les devolviera el aparato, me enfurecí. Es totalmente surrealista”, lamenta.
Según recoge también la mismas fuentes, “desde Másmóvil le han enviado al afectado un frío correo electrónico” en el que la compañía manifiesta que “lamentablemente, no le podemos eximir de la penalización por la no devolución del router. Nuestros términos y condiciones no contemplan este caso. Sentimos las molestias”.
«No tienen miramientos con nada. Les da absolutamente igual lo que nos ha pasado. Si no devuelves el router, a pagar y no hay más», lamenta Bienvenido y recoge el Periódico Mediterráneo, afirmando además que el afectado “incide en que no es la cuestión económica lo que le duele, sino la falta de escrúpulos mostrada por la empresa”.
