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El pequeño gran mundo del albaceteño Antonio Muñoz

Pasión por la macrofotografía

La pasión por la macrofotografía y el amor a la naturaleza son dos aficiones que siempre van de la mano a la hora de entender y conocer el singular universo del fotógrafo albaceteño Antonio Muñoz. 

Y es que, desde muy temprana edad, era ese niño que iba al campo con sus padres y se entretenía observando a todo bicho viviente. “Si veía algo que se movía me acercaba a ver qué era, porque me despertaba mucha curiosidad”, confiesa el fotógrafo, añadiendo que “quería saber todo los detalles, descubrir los secretos sobre esos pequeños insectos, cuantas patas tenían o si lucían unas preciosas alas”. 

Con el paso del tiempo su afición fue creciendo y cada vez eran más frecuentes sus salidas a la naturaleza. “Comencé a salir al campo con gente que sabía y con la que aprendí muchas cosas, intentando identificar todo lo que veía a mi alrededor”, detalla. A los 17 años compró su primera cámara analógica. Fue entonces cuando por fin logró unificar sus dos aficiones, captando con su cámara esas imágenes que tanto le gustaba observar. “Me compraba revistas de naturaleza y me quedaba maravillado al ver las fotos y las cosas que se podían hacer”, recuerda.

Con la aparición de las cámaras digitales descubrió el mundo de la macrofotografía, en el que se fue adentrando hasta especializarse en ella, realizando fotografías cada vez más cerca y con más detalle. Muñoz pone de relieve que “con la fotografía analógica había que elegir bien cuando disparabas y era complicado. Con lo digital, se me abrió un mundo de posibilidades. Hoy en día sigo investigando, mirando objetivos nuevos y lo inventos caseros que hace la gente para conseguir más aumento”.

Colectivo Foto

Buscando gente que tuviera intereses parecidos, en 2011 llegó a Colectivo Foto, una Asociación Cultural fotográfica de Albacete que ya llevaba varios años funcionando, y con la que siguió con su constante aprendizaje. “El fotógrafo refleja que “dentro de la asociación cada uno se ha especializado en lo que más le gusta, y vamos aprendiendo los unos de los otros. Es muy interesante esa retroalimentación. Aprendemos cosas de los demás, y a su vez cada uno enseña lo que sabe y puede aportar. Ese es el espíritu”.

De formación autodidacta, reconoce que “he aprendido a base de juntarme con gente que sabe mucho, como Juan Zamora, presidente de la asociación, con el que tengo una gran amistad”. Gracias a Colectivo Foto conoció el mundo de las exposiciones, realizando diversas muestras colectivas, como las organizadas dentro del marco de actividades del programa ‘Miradas, primavera Fotográfica’, una iniciativa impulsada y coordinada por la Diputación de Albacete, que “es una verdadera maravilla para nuestra provincia. Durante unos meses la ciudad se mueve en torno a la fotografía, y eso para una asociación como la nuestra es vital, ya que solemos participar con varias actividades”, resalta.

Hasta el momento solo había realizado exposiciones colectivas y algunas conjuntas con la fotógrafa Almudena Marcos. No ha sido hasta este año, cuando por fin se ha animado a realizar su primera exposición individual. “Me apetecía mucho hacerlo. Enseñar mis fotos a mis amigos y a la gente que me conoce”, confiesa. Así, esta primavera, a través de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha presentó ‘Un pequeño gran mundo’, su primera muestra individual dedicada a la macrofotografía, en el espacio expositivo de la Casa Perona.

El pequeño gran mundo que quiere mostrar Antonio Muñoz a través de sus fotografías no se ve a simple vista pero está ahí, a nuestro alrededor, para todo el que quiera pararse a verlo. Está lleno de vida, de color, de caprichosas formas e inesperados encuentros. Es lo bueno de la fotografía macro, que “no hay que irse muy lejos para disfrutarla, basta con unas macetas en la terraza o un pequeño solar entre edificios para observar y, con suerte, fotografiar a nuestros pequeños vecinos y disfrutar con las formas tan variadas que la flora nos ofrece”, describe.

Suele realizar todas sus fotografías en Albacete y provincia, pretendiendo mostrar así la variedad de flora y fauna de nuestro entorno. “Me calzo las botas, me cuelgo la cámara y me  voy a las afueras de Albacete por la vía verde en busca de lo que me rodea. Las mariposas, las mantis religiosas, las arañas, todo eso lo tenemos aquí, al lado de nuestra casa. Otro sitio al que me gusta ir es el Jardín Botánico. Es un lugar maravilloso que te da unas posibilidades fotográficas inmensas”, asegura.

Estos paseos fotográficos se convierten en safaris, ya que “siento la misma curiosidad observando el vuelo de un águila real que el de una libélula o al contemplar un imponente ciervo que un diminuto saltamontes. En vez de elefantes veo escarabajos, en vez de tigres veo arañas, una brizna parece un bosque y una mantis se convierte en una criatura de ciencia ficción. Incluso encuentro escenas de caza, aunque no veo un león que se va comer una cebra, sino a una araña, que acaba de coger una mariposa”, detalla.

Se dice que la macrofotografía es el yoga de la fotografía. Una descripción que viene por el estado de concentración en el que se debe entrar para poder practicarla. El artista destaca que “hay que dejar la mente relajada y estar totalmente concentrado. Los movimientos tienen que ser lentos para que los insectos no se vayan. Es muy importante saber cómo posicionarse, no proyectar sombra, no pisar nada, e ir acercándose con cuidado. Una vez posicionado comienza la caza fotográfica: enfocar, componer para que quede lo más bonita posible, tener un fondo adecuado y encontrar el momento para disparar”.

Además de hacer fotos, está muy interesado en aprender más sobre las especies que se encuentra y capta con su cámara, por lo que participa activamente en un grupo de Facebook denominado ‘Fauna y flora de Albacete’, donde se comparte información y datos sobre el sorprendente patrimonio natural de la provincia de Albacete y sus seres vivos. “Me encanta participar porque aprendo muchísimo. Subo mis fotos de insectos, y como se ven con tanto detalle, hay gente capaz de decir justamente de qué clase de insecto se trata por sus características. Es una colaboración entre todos. Yo ayudo con las fotos y otras personas identifican a los bichos”, explica.

Al subir fotos a grupos dedicados a la fotografía y a la naturaleza en redes sociales, recibía muchas reacciones positivas de la gente, que además se interesaban por su trabajo y le preguntaban aspectos técnicos de las fotos y de su realización. Gracias a ese feedback, a través de Colectivo Foto surgió la posibilidad de hacer una presentación de su trabajo. La conferencia tuvo tanto éxito que a partir de ese momento recibió la invitación de otras asociaciones, para realizar charlas sobre su experiencia con la macrofotografía, e incluso para llevar a cabo cursos de fin de semana con la asociación ‘Formación Fotográfica Digital’. Hasta que, hace dos años, el aula de naturaleza de la Universidad Popular le invitó a dar una charla de macrofotografía y naturaleza, y a partir de ahí le propusieron impartir diferentes cursos, algo por lo que el fotógrafo está “sorprendido y encantado a la vez. Con el tiempo he ido evolucionando hasta darme cuenta de que disfruto mucho con la formación. Explico mi manera de hacer las cosas y parece que a la gente le gusta”, señala.

Además de un equipo profesional, la macrofotografía implica una técnica y una visión especial. Una disciplina que nos da la posibilidad de conocer ese pequeño gran mundo que tenemos a nuestro alcance y que en nuestro día a día suele pasar inadvertido. Antonio Muñoz, que tiene la capacidad de ver lo que otros no ven, nos invita a descubrirlo a través de sus charlas, cursos, exposiciones, o de su cuenta en Instagram: @asalto123.

/Modesto Colorado/

Modesto Colorado

Comunicador y cantante de Albacete. Más de 20 años de experiencia en medios de comunicación, especializado en información y reportajes de ámbito cultural.
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