Durante el Ejercicio Sirio 21 los aviones F-18 del Ala-15 del Ejército del Aire operaron desde la Base Aérea de Albacete. En concreto realizaron misiones tipo ‘Defensive Counter Air’, ‘Offensive Counter Air’ o ‘Close Air Support’. Entre los días 21 y 28 de junio se llevó a cabo el denominado Ejercicio Sirio 21.
El Mando Aéreo de Combate (MACOM) es el responsable de la instrucción, adiestramiento y evaluación de las unidades aéreas de combate, apoyo al combate y del sistema de mando y control del Ejército del Aire. Así, en cumplimiento de estas responsabilidades, el MACOM ha desarrollado este ejercicio de adiestramiento avanzado en la zona sur del territorio nacional peninsular, desde la base aérea de Morón (Sevilla), y que contemplará la realización de misiones defensivas y ofensivas, así como la evaluación de diferentes capacidades y cometidos que dichas unidades tienen asignadas.
El Sirio 21 ha sido el mayor ejercicio de adiestramiento avanzado de las unidades operativas del Ejército del Aire a nivel nacional y tiene como objetivo garantizar su preparación para la realización de operaciones, así como para mantener su disponibilidad y estado de alistamiento requerido para construir de forma rápida y eficaz las organizaciones operativas aéreas que se determinen.
El ejercicio se ha ambientado en un escenario complejo que incluye la inyección a la audiencia de adiestramiento de múltiples eventos e incidentes simulados, de forma que se vea forzada a reaccionar a los mismos y, a su vez, dicha reacción pueda ser observada y analizada por su equipo de evaluación. De esta manera, este tipo de ejercicios aportan un enfoque que posibilita que las unidades se adiestren en un entorno lo más realista posible.
Adicionalmente, la evolución de las potenciales amenazas y las variadas contingencias a las que tendrían que hacer frente las unidades del Ejército del Aire obligan a realizar un adiestramiento cada vez más especializado y realista, y una parte fundamental de este adiestramiento avanzado debe contemplar el empleo de armamento real. Por este motivo, el Sirio 21 incluye, entre otros muchos objetivos, el adiestramiento de los pilotos de caza del Ejército del Aire en las técnicas y procedimientos de lanzamiento de misiles aire-superficie reales y en tiro de cañón aire-aire.
Para estas misiones concretas de empleo de armamento real en el golfo de Cádiz se ha contado con el apoyo del Centro de Experimentación de El Arenosillo (CEDEA) del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), y de patrulleras de la Armada y Guardia Civil, que ha colaborado en el dispositivo de seguridad establecido para mantener las zonas de lanzamiento libres de barcos.
En la ejecución del Sirio 21 han participado 29 unidades del Ejército del Aire, además de unidades del Ejército de Tierra, (BRIPAC, unidades de artillería antiaérea y FAMET) y de la Armada (Fragata Blas de Lezo y aviones AV-8B Harrier II de la 9ª Escuadrilla). En total han participado, como audiencia de adiestramiento 2.145 efectivos, así como medios aéreos entre los que destacan 34 aeronaves de caza (Eurofighter y F-18), 5 aeronaves de transporte (A400, C295 y C212), 2 helicópteros Súper Puma y dos MQ-9 Predator. Estos últimos suponen una novedad por ser la primera vez que han participado en un ejercicio de estas características desde que este sistema RPA (Remotely Piloted Aircraft / avión pilotado remotamente) fuera entregado oficialmente al Ejército del Aire el pasado mes de febrero.
Por otra parte, el Sirio 21 ha incluido el adiestramiento de la capacidad expedicionaria del Ejército del Aire, mediante la instalación de una base aérea desplegable en la base aérea de Morón, desde la que han operado 750 efectivos de unidades de apoyo al despliegue y de operaciones especiales.
Todo estos medios han sido controlados desde el Centro de Operaciones Aeroespaciales del MACOM en la base aérea de Torrejón, a través del sistema integrado de vigilancia y control aeroespacial del Ejercito del Aire, que con sus escuadrones de Vigilancia Aérea y centros de Mando y Control constituyen la espina dorsal de la misión permanente del Ejército de Aire de vigilancia y control del espacio aéreo de soberanía nacional.
Además de todo lo anterior el ejercicio ha incluido el entrenamiento en guerra electrónica, en cuyo diseño ha participado el Centro Combinado de Operaciones Aéreas (CAOC) Torrejón y el NATO Joint Electronic Warfare Core Staff (NATO JEWCS).Asimismo, dentro de las actividades planeadas se ha incluido la integración de medios asignados al Mando Operativo Aeroespacial (MOA) en la activación ‘Eagle Eye 21-02’, que se ha desarrollado en las mismas fechas.
En cuanto a los procesos de evaluación, este año el ejercicio Sirio 21 ha dado un paso más allá, debido a que ha incluido por primera vez en el Ejército del Aire la implementación del nuevo modelo de evaluación táctica de la OTAN (TACEVAL), mediante el cual las naciones evalúan y certifican en ejercicios nacionales la preparación de las fuerzas ofrecidas a la OTAN dentro de los compromisos adquiridos por España como miembro de la Alianza Atlántica.
Todo lo anterior refleja la importancia y complejidad del ejercicio Sirio 21 y su importancia para el Ejército del Aire en el cumplimiento de sus misiones. A este respecto, conviene señalar que a pesar de la situación de crisis sanitaria generada por la pandemia del COVID-19, el Ejército del Aire mantiene su estado de alistamiento y preparación gracias a ejercicios como este, en el que se han implementado numerosas medidas de mitigación del riesgo de contagio, de forma que se puedan alcanzar los objetivos establecidos para el ejercicio, a la vez que se preserva la seguridad y salud del personal participante.
/El Digital de Albacete/Fotos: Ejército del Aire/
