Una operación policial ha terminado con la desarticulación de un grupo criminal que traficaba con cocaína en la provincia de Albacete. La operación ‘Malecón’ se trata de una intervención contra el tráfico de cocaína que se ha desarrollado en Castilla-La Mancha y Madrid en la que han participado el Grupo de Estupefacientes de la Comisaría Provincial de Albacete, el Grupo 42 de la Brigada Central de Estupefacientes y Gruías Caninos de la Jefatura Superior de Murcia.
El subdelegado del Gobierno en Albacete, Miguel Juan Espinosa; acompañado por la inspectora del Cuerpo de Policía Nacional, Genoveva Armero, daban a conocer este jueves, 22 de julio, los detalles de la operación ‘Malecón’.
“La organización criminal desarticulada se dedicaba a la adulteración y distribución de cocaína y estaba asentada en las comunidades de Castilla-La Mancha y Madrid”, detallaba el subdelegado del Gobierno, Miguel Juan Espinosa. Además disponían de un complejo laboratorio de cocaína en la localidad toledana de Villaluenga de la Sagra.
Los 9 integrantes de la banda que han sido detenidos suministraban, presuntamente, la sustancia estupefaciente a traficantes de varios puntos de España. La operación ha culminado con la “incautación de 9,422 kilos de cocaína, más de 91.000 euros en efectivo, dos vehículos y un arma simulada”, subrayaba Miguel Juan Espinosa.
Reconocía que se trata de “una de las operaciones más importantes realizadas en los últimos años en la provincia de Albacete”. Del mismo modo detallaba que “se han producido detenciones en Villarrobledo y en la capital albaceteña”.
“La investigación policial se inició en el verano de 2020 en Albacete cuando los agentes tuvieron conocimiento de la presencia de un presunto traficante dedicado a la venta de cocaína que estaba distribuyendo esta sustancia de forma habitual desde su domicilio en la capital albaceteña”, exponía la inspectora del Cuerpo de Policía Nacional, Genoveva Armero. Indicaba que este individuo “también suministraba cocaína de alta pureza a otros traficantes locales, que a su vez la vendían directamente a los consumidores finales”.
Matizaba que desde el inicio de la investigación “se pudo descubrir que esta persona no actuaba en solitario, sino que contaba con la estrecha colaboración de un tercero al que le constaban diversos antecedentes policiales por tráfico de drogas y que recientemente había salido de prisión”. Además aseveraba que “a través de la puesta en práctica de diversas y complejas técnicas de investigación se llegó a averiguar que estos dos individuos adquirían la droga a una organización criminal de origen colombiano asentada en el sur de la Comunidad de Madrid”.
Explicaba que esta organización criminal “tenía empleados a varios ‘correos’ que iban perfectamente ataviados con uniformes de trabajo para hacerse pasar por repartidores o trabajadores de la construcción”. Estos supuestos transportistas se encargaban de conducir furgonetas de carga con la droga oculta a las ciudades de destino.
DETENCIONES
“Las primeras detenciones se produjeron en la ciudad de Albacete cundo los agentes interceptaron una de estas furgonetas en el momento en el que se disponía a entrar en la capital”, detallaba la inspectora de la Policía Nacional. Del mismo modo indicaba que “a bordo del vehículo viajaban dos individuos procedentes de Madrid que simulaban ser operarios de una empresa de transporte de mercancías, si bien la furgoneta disponía de un habitáculo oculto en el que guardaban dos kilos de cocaína de gran pureza”.
Tras esta detención se desplegó un amplio dispositivo policial gracias al que se detuvo a dos personas. Se trata de “un padre y una hija residentes en la localidad de Villarrobledo, que acababan de comprar 50 gramos de cocaína a uno de los principales investigados de Albacete”, manifestaba.
Posteriormente “se llevó a cabo la detención de los dos principales investigados, interviniendo en el lugar de trabajo de uno de ellos un paquete de cocaína de 1,2 kilos y 38.000 ruso en efectivo”, relataba la inspectora del Cuerpo Nacional de Policía en Albacete. Del mismo modo detallaba que en los domicilios de ambos detenidos “se descubrieron 360 gramos de cocaína, más de 4.000 euros, un arma simulada y diversos útiles empleados para la adulteración, dosificación y distribución de esta sustancia estupefaciente”.
Los tres últimos miembros de la organización fueron detenidos en la localidad madrileña de Leganés y en Villaluenga de la Sagra. En concreto, en este pequeño pueblo toledano era donde los traficantes habían instalado el laboratorio de cocaína en el interior de una vivienda unifamiliar en el que se intervinieron 5.700 gramos de cocaína, 13.850 euros en efectivo y todo tipo de sustancias, además de efectos e instrumentos para la extracción y adulteración de la droga.
En el registro llevado a cabo en esta vivienda en la que residía la organización la Policía Nacional localizó 35.000 euros en efectivo.
/Marta López/Fotos: Ángel Chacón/
