Antonio J. Garcia Vidal, el escritor albaceteño que nos transporta a la costa

El escritor albaceteño Antonio J. García Vidal ha presentado su primera novela ‘Las edades del puerto’. Una historia sobre el amor y la pérdida, sobre el poder de la amistad verdadera y la capacidad de enfrentarnos a nuestros propios monstruos, por muy terroríficos que sean.

El libro comienza cuando Roberto vuelve al pequeño pueblo pesquero en el que pasó su infancia para curar las heridas de la reciente pérdida de su esposa. Allí, entre las calas, junto al puerto, va desmadejando los recuerdos de su pasado, recuerdos de los juegos infantiles junto a sus amigos Nora y Pedro, inseparables y fieles, de los días hermosos y de las largas noches de verano junto al faro. Pero también salen a flote los momentos más amargos que le tocó vivir junto a ellos y que los separaron para siempre. El amor, el destino y el tiempo son testigos de esta historia que nos regala momentos inolvidables al amparo del eterno faro.

Hace ya un tiempo, Antonio J. García Vidal escribió un cuento sobre un viejo cuadro que había en la casa que sus padres compraron en la playa. Esa historia fue rondando en su cabeza a lo largo de los años hasta que sintió la necesidad de sacarla a la luz. El escritor recuerda que “el cuadro era horrible. En él salían dos niños y una niña cogidos por los hombros en un puerto. Tenían cara de tristeza y me despertaba mucha curiosidad. Me asaltaban miles de preguntas mientras lo miraba: ¿Cómo se llamarán? ¿Qué les pasará? ¿Qué les habrá llevado a estar así?”

Este fue el germen del libro, ya que a partir de ahí, el autor comenzó a crear la historia y los personajes. El cuento se llamó ‘El vestido de Nora’. Una historia sobre una niña que volvía al colegio en septiembre. Era de una familia humilde que cada año ponía un retal nuevo en su vestido para hacerlo más largo. En este cuento, el autor dibujaba un poco a los personajes principales y el lugar. “Desde ese momento me quedé con la idea de desarrollar la historia, porque sabía que podía dar mucho más”, asegura.

A pesar de que la novela llevaba muchos años rondándole, el autor no encontraba el momento de darle el empujón que necesitaba para sacarla adelante. “Uno no se da cuenta del tiempo que pierde en cosas sin importancia, mientras va aplazando indefinidamente algo que realmente quiere hacer”, refleja García Vidal, añadiendo que “tuvo que llegar una pandemia para poder dedicarle el tiempo que necesitaba. Empecé un año antes a darle forma, pero no fue hasta que llegó el confinamiento cuando por fin tuve tiempo para poner en orden la historia y los personajes. Fue una etapa muy creativa y ahora es toda una satisfacción verlo terminado”.

Convencido de que un escritor nuevo lo tiene muy difícil a la hora de calar en una editorial, Antonio J. García Vidal ha utilizado para su primer libro la fórmula de “yo me lo guiso y yo me lo como”, ya que además de escribirlo, se encargó del diseño de portada y eligió la autoedición como vía de publicación de su trabajo. “Tenía claro que no quería hacerlo de la manera tradicional. Las editoriales al final no dejan de ser un negocio y buscan nombres conocidos, así que ni siquiera me lo planteé. En la actualidad existen plataformas digitales que cuentan con herramientas que permiten llevar a cabo una publicación. De esta manera, cualquier persona que tenga la inquietud de sacar a la luz un proyecto tiene la posibilidad de hacerlo. Así que tiré por ahí y decidí encargarme de todo, aunque conté con la escritora albaceteña Nieves Jurado, que me ayudó con la corrección”, apunta.

La novela está ambientada en un pueblo pesquero del mar Mediterráneo, en una localidad de la región de Murcia. El escritor pone de relieve que “es una ficción, pero los nombres de los sitios y los bares que aparecen son reales”. Aunque la novela respira un aire romántico y gira alrededor del crecimiento de los niños y de todo lo que les va pasando, también tiene un trasfondo reivindicativo, ya que “de algún modo se podría decir que tiene un corte feminista y defiende la figura de la mujer. He querido reflejar la postura de la sociedad actual en torno a este tema, porque considero que tenemos mucho que aprender”, reivindica.

Lleva muchos años escribiendo cuentos y microrrelatos que ha ido publicando a través de su blog: garvidal.com, aunque como él mismo indica “lo hacía en voz baja. Solo escribía cosas para mí hasta que por fin me he animado a dar el salto”.

Además de su distribución en las plataformas digitales, ‘Las edades del puerto’ ya se puede adquirir en las librerías de nuestra ciudad. El autor pone de relieve que “las plataformas te dan la posibilidad de llegar a cualquier lado, pero hay mucha gente que sigue apostando por comprar en las librerías locales. En Albacete tenemos la suerte de contar con algunas magníficas, así que por aclamación popular decidí hacer una pequeña tirada para distribuirla en tiendas. La verdad es que estoy contento porque ha quedado una edición muy bonita”.

El libro está teniendo una gran aceptación, algo por lo que el escritor está “muy agradecido y contento. Me llama mucho la atención la respuesta, porque está funcionando mucho mejor de lo que yo esperaba. Me ha escrito mucha gente a través del correo y de las redes sociales para felicitarme y estoy sorprendido y encantado de todo esto”, confiesa.

Antonio J. García Vidal está saboreando las mieles del éxito con su primera novela, pero ya tiene la mirada puesta en su próximo proyecto, ya que reconoce que “escribir es adictivo”. Mientras, nos quedaremos disfrutando de ‘Las edades del puerto’.

/Modesto Colorado/

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