Más del 70 por ciento de los ganaderos de vacuno de la provincia de Guadalajara disponen de pastores eléctricos para delimitar e impedir no solo la salida de los animales de la zona acotada sino la entrada de otros en la misma.
Pero si bien la utilización de este recurso en el ganado vacuno ha sido muy bien aceptada y está prácticamente generalizada porque registra un funcionamiento “muy eficaz”, la Agrupación de Agricultores y Ganaderos de Guadalajara (APAG) ha precisado que no funciona de la misma forma para el ovino ya que “coge mucha superficie y es prácticamente inviable”.
Otro recurso cada vez más utilizado entre el sector ganadero es el GPS. Sin embargo, de momento solo se usa para controlar la ubicación de algún animal representativo de las explotaciones, situándose aún el porcentaje de ganaderos que hacen uso del mismo entre el cinco y el diez por ciento.
El presidente de la Agrupación de Ganaderos de la Sierra Norte de Guadalajara, Francisco García, es uno de los muchos ganaderos que cuenta con este sistema de vallado y control del ganado, un recurso que, si bien considera eficaz en términos generales, no vale para ahuyentar lobos. “Se lo chulea porque se cuela por debajo o por los tubos”.
“Aquí el lobo ataca pegado a los pueblos y como no se pueden matar, el resultado es que cada vez hay más ganaderos vendiendo su ganado”, ha apuntado.
En todo caso, para García los pastores eléctricos son un sistema al que recurren cada vez más ganaderos de vacuno en sustitución del pastor, reconociendo que una de las razones es la falta de personal que quiera dedicarse a esta profesión.
