/Javier Romero/
Mientras la noche del 14 al 15 de abril de 1912 el RMS Titanic se hundía las imágenes eran desoladoras. Unos, los pasajeros de primera clase, trataban de escapar en botes hacia un futuro más seguro. Otros, veían como no había botes para todos y temían que su futuro estaría en las frías aguas del Atlántico. Mientras tanto, la orquesta del Titanic seguía tocando como si nada estuviera pasando. La culpa del hundimiento fue del capitán, Edward John Smith, que empecinado en su ansia de pasar a la historia llevó el buque a una velocidad demasiado alta por una zona de icebergs.
Resulta fácil ver como casi 109 años después podemos aplicar el símil a una formación política, Ciudadanos, que comenzó la semana con viento de cola y surcando las aguas en busca de la Presidencia del Gobierno Murciano. Arrimadas, empecinada en tocar poder donde no ha ganado y con los cantos de sirena de Pedro Sánchez de fondo metió una marcha más y acabó chocando con el iceberg de la mitad de su grupo político en la Asamblea de Murcia. La lideresa no controla ni a los suyos, a los que considera meros lacayos dispuestos a firmar lo que sea y seguir las directrices que marque Madrid sin rechistar. En Murcia no fue así, aunque en otros sitios como Albacete sí que encontró súbditos políticos más domesticados.
Pues bien, el Titanic naranja se hunde y ya comienzan algunos pasajeros de primera clase a abandonar el buque con los botes salvavidas que ha puesto a su disposición el PP. En las últimas horas hemos visto como el Partido Popular ha dado la bienvenida al hasta ahora senador de Ciudadanos y exsecretario de Organización del partido durante la etapa de Albert Rivera, Fran Hervías.
«Bienvenido Fran Hervías», ha celebrado la formación, después de que Hervías anunciara este sábado por la noche que abandona la formación ‘naranja’ y su acta como parlamentario en la Cámara Alta por desavenencias con la actual dirección del partido encabezada por Inés Arrimadas, a la que acusa de convertirse en «una muleta más del sanchismo», y se suma a las filas del Partido Popular.
A Hervías le seguirán sin duda otros, mucho cuidado que en ese bote también se puede subir algún pirata.
Por otro lado, militantes de base y cargos locales siguen en un buque lleno de vías de agua esperando que no se hunda, al igual que hicieron hace más de un siglo los pasajeros del Titanic, que agarrados al buque confiaban en un giro del destino que volviera a reflotar al trasatlántico, ¡que ilusos!.
De fondo, durante el hundimiento de Ciudadanos escuchamos a la orquesta del Titanic tocar, ahí está Edmundo Bal cargando contra el iceberg, curioso, ¿se imaginan al capitán del Titanic echando la culpa del hundimiento a un iceberg mal puesto?. Pues eso, el señor Bal habla de tránsfugas para referirse a sus diputados que se mantienen firmes al pacto firmado por Ciudadanos hace dos años, en cambio, para los que han cambiado su criterio y donde dijeron PP ahora dicen PSOE todo son buenas palabras.
El portavoz adjunto de Ciudadanos en el Congreso de los Diputados, Edmundo Bal, ha advertido de que el Partido Popular «ha abierto la caja B y está dispuesto a pagar lo que haga falta para comprar a miembros de Ciudadanos». «Parece que el PP ha abierto la caja B y está dispuesto a pagar lo que haga falta para comprar a miembros de Ciudadanos», ha señalado el portavoz de la formación naranja en una publicación en su cuenta de Twitter.
Ver para creer, los malos son los que mantienen el pacto, los buenos son los que obedecen sin rechistar a los golpes de timón de la capitana Arrimadas. Una melodía que suena bastante desafinada pero que se comprende cuando se tienen varios palmos de agua sobre los tobillos. Hay que seguir tocando para animar al pasaje.
El final del Titanic es de sobra conocidos por todos. A las 2:20 del 15 de abril quedó completamente hundido y murieron más de 1.500 personas, incluido el capitán y la orquesta. Para los de primera clase hubo botes salvavidas, para los demás no…¿Cuál creen ustedes que será el final de Ciudadanos?
PD: A la familia del fallecido director de la orquesta del Titanic la naviera le llegó a cobrar el coste del uniforme al ser dañado en el hundimiento…