/Marta López/
El preocupante estado de deterioro en el que se encuentra el conocido edificio Belda suponía la necesidad de tomar medidas preventivas con el fin de evitar males mayores. Así a mediados de febrero la propiedad procedía al vallado del exterior del edificio.
Con esta medida puesta en marcha por los propietarios de este inmueble situado en el principal eje histórico de Albacete se pretende evitar que el posible desprendimiento de material de la cubierta cause daños personales.
Tras esta medida preventiva, podría ser inminente, una vez que el Servicio de Patrimonio de la Delegación provincial de Educación, Cultura y Deporte determine cuáles son los elementos del edificio que quedan protegidos y el Ayuntamiento de Albacete proporcione las pertinentes licencias, el inicio de la modificación de la cubierta del edificio Belda seriamente dañada tras las nevadas que traía consigo la borrasca ‘Filomena’.
Así, según trasladaban fuentes oficiales a El Digital de Albacete, el Servicio de Patrimonio de la Delegación provincial de Educación, Cultura y Deporte emitía la Resolución sobre el valor cultural y el estado de conservación del edificio Belda, localizado en la céntrica calle Marqués de Molins. Mediante esta Resolución se determinan qué elementos del inmueble deben ser conservados como representativos de su valor cultural y, por tanto, pertenecientes al Patrimonio Cultural de Castilla-La Mancha. Del mismo modo, se establecen las pautas o condicionantes de las actuaciones que se llevarán a cabo a futuro con el fin de promover el uso y la vida útil del inmueble respetando la conservación de sus valores culturales.
La Resolución establece que “la fachada del inmueble constituye el elemento estructural que representa el valor cultural del mismo, dado que su estética, características arquitectónicas, composición, imagen y configuración, constituyen los caracteres más significativos que lo definen perteneciente a una determinada época y tipología”. Por tanto establecen como requisito fundamental “la conservación de la fachada” debido a su “valor cultural” que supondrá a su vez la conservación de la imagen y los valores del modelo urbano de uno de los ejes históricos de la ciudad de Albacete.
Además, desde el Servicio de Patrimonio establecen la necesidad de “llevar a cabo cuantas actuaciones posibiliten el uso efectivo del inmueble con la finalidad de promover la protección y conservación de los elementos que representan los valores culturales del mismo”. A todos ellos debe aplicarse el correspondiente régimen jurídico de protección establecido en la Ley 4/2013 de Patrimonio Cultural de Castilla-La Mancha para los bienes inmuebles con valor cultural.
Determinaban que la protección a la que está sujeta el edificio Belda, “en función de los artículos 27 y 28.2 de la Ley 4/2013 de Patrimonio Cultural de Castilla-La Mancha establece la previa autorización de la Administración competente en materia de cultura para cualquier intervención que se proyecte realizar en un inmueble del Patrimonio Cultural de Castilla-La Mancha”. Además, esta misma legislación determina los condicionantes requeridos para preservar los valores arquitectónicos y paisajísticos de los bienes pertenecientes al Patrimonio Cultural y sus entornos.
La Resolución también hacía hincapié en los condicionantes que deberán respetar las futuras actuaciones en el inmueble, autorizándose la realización de intervenciones y obras de restauración, rehabilitación, recuperación y conservación de aquellos elementos del inmueble que representen su valor cultural. En concreto señalaban la fachada del edificio Belda y los pilares de fundición presentes en el local comercial del inmueble.
A excepción de estos dos elementos, la autorización para el resto del inmueble en relación a la realización de obras de acondicionamiento y reestructuración que posibiliten su uso efectivo y, a través del mismo, la protección y conservación de sus valores culturales deben seguir otra serie de condicionantes. En primer lugar, la Resolución del Servicio de Patrimonio determina que “cualquier intervención que se proyecte realizar en el inmueble requerirá de una autorización previa de la Consejería competente en materia de Patrimonio Cultural”.
En segunda instancia, ponían de manifiesto que cualquier intervención que modifique las características volumétricas del inmueble “deberá respetar los valores culturales de la fachada del mismo, evitando alterar la imagen del inmueble y/o competir con sus valores arquitectónicos y con los valores culturales de los inmuebles declarados Bienes de Interés Patrimonial, de cuyo entorno el edificio Belda forma parte”. Además, las intervenciones que se efectúen en el inmueble deberán contribuir “a mejorar los valores arquitectónicos, visuales y la imagen del paisaje urbano del entorno” de este eje histórico de la ciudad de Albacete.
Gracias a estas intervenciones se está elaborando el Inventario Cultural del término municipal que recogerá todos aquellos bienes merecedores de protección por sus valores culturales. Este documento permitirá revisar y actualizar el Catálogo de Bienes y Espacios Protegidos del Plan General de Ordenación Urbana de Albacete, introduciendo nuevos bienes a través de la elaboración del Inventario y revisando los niveles de protección y condicionantes marcados sobre los mismos.
Todo ello cuenta con una doble finalidad: la conservación de sus valores culturales, y las determinaciones necesarias para hacer posible su uso efectivo, “partiendo de la base de que el Patrimonio Cultural debe ser un bien vivo, presente en nuestra sociedad y que la utilización del mismo promueve su conservación”, concluye la Resolución.
El edificio Belda
En este histórico inmueble tenía su sede el conocido estudio fotográfico Belda. Un edificio que es la sombra de lo que un día fue y pese a su deteriorado estado resiste a duras penas el paso del tiempo. En concreto el edificio es obra de Ramón Casas y vio la luz en el año 1903. Sin embargo, pese a ser uno de los inmuebles con mayor historia del principal eje de Albacete, la situación de abandono en la que se encuentra el edificio se puede sentir cuando se pasea por esta céntrica calle de la capital, y preocupa que debido a su estado sea declarado en ruinas desapareciendo para siempre.
No son ajenos a la vista de los transeúntes los agujeros que ya tiene la cubierta del edificio Belda y que incluso se pueden ver a través de la fachada. Pero si observamos el edificio desde arriba, preocupa el estado en el que se encuentra el tejado del inmueble.
Cabe destacar que debido al peso de la nieve tras el paso de la borrasca ‘Filomena’ en el techo del edificio ha empeorado la situación en la que se encontraba el inmueble. Así, tal y como se aprecia en las imágenes la cubierta está totalmente combada y amenaza con derrumbarse si no se realiza una intervención lo antes posible.
