/El Digital de Albacete/Fotos: Hispania Nostra/
Este mismo martes, 9 de febrero, entraba a engrosar la ‘Lista Roja del Patrimonio’ de Hispania Nostra la histórica Torre de Haches de Bogarra.
La ‘Lista Roja del Patrimonio’ es una iniciada puesta en marcha desde la Asociación Hispania Nostra con el fin de dar a conocer y proteger aquella parte de nuestro patrimonio cultural y natural que se encuentra en situación de abandono y que corre un especial peligro. Se tarta de un listado que recoge aquellos elementos del patrimonio histórico español que se encuentran en riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores.
La Torre de Haches data del siglo XII y tuvo un importante papel en las luchas entre cristianos y musulmanes en la época bajomedieval. Se trata de una torre almohade cuya función fue la vigilancia de este enclave árabe en la provincia de Albacete. Una construcción de planta rectangular, realizada en tapial de hormigón, y que está situada en pequeño cerro, desde donde vigila el territorio.
Sin embargo con el paso de los años y el desgaste del tiempo lo que se conserva es muy poco, y parece ser que podría haber formado parte de un conjunto defensivo mayor. De hecho hay restos suficientes en los alrededores para llevar a cabo un estudio mayor. En su base hay un aljibe. Sabemos que su construcción pudo hacerse en varias fases que estarían en relación con el resto de construcciones fortificadas que tendría cerca. Así, desde Hispania Nostra aseguran que el motivo de inclusión de esta histórica edificación en la ‘Lista Roja del Patrimonio se debe al “posible derrumbe total de sus paredes por el mal estado en el que se encuentra”.
Esta ha sido la última en entrar a formar parte de la ‘Lista Roja del Patrimonio’, pero no es la única de la provincia de Albacete que se encuentra en este listado. En concreto forman parte del mismo un total de 6 elementos del patrimonio histórico de la provincia.
Estación de Chinchilla
Este complejo ferroviario también forma parte de la ‘Lista Roja del Patrimonio’. Originariamente perteneció a la empresa MZA y se conserva un muelle de carga, taller, antiguas viviendas de empleados de Renfe y el edificio principal, la estación, de ladrillo rojo y piedra, hoy enfoscado, la cual incluía una fonda.
Sostienen desde Hispania Nostra que la edificación presenta “un riesgo avanzado de derrumbe en la mayor parte del complejo”. Además, subrayaban que la conexión ferroviaria entre Madrid y Albacete se remonta a finales del año 1857 y un año después, llegará al Mediterráneo, a la ciudad de Alicante. La llegada del ferrocarril a Murcia y Cartagena desde la capital, se hizo esperar hasta el año 1868, y fue la localidad de Chinchilla de Montearagón el punto elegido para conectar ambas líneas, aunque no en el mismo municipio, sino a unos 3 kilómetros, en un amplio espacio deshabitado hasta entonces, que reunía las condiciones óptimas para establecer un gran complejo ferroviario convirtiéndose en uno de los más importantes del país con un total de 16 vías.
La barriada de la estación Chinchilla llegó a tener una población mayor que la del propio municipio de Chinchilla de Montearagón, pues su cifra se situó en torno a las 500 personas, en su mayoría personal ferroviario y sus familias. Así, el edificio de la estación se construyó en 1912, en sustitución del antiguo de 1857. La decadencia comenzó con la creación de la estación de Albacete en 1967. En los años 70 la población había mermado hasta la cincuentena y continuó el declive hasta su clausura en el año 2002.
Acueducto de Albatana
Los datos sobre el origen de este acueducto son todo un misterio, ya que debido a los hallazgos arqueológicos en la zona podría haber sido levantado entre los siglos III y IV. La función de este acueducto era la de proporcionar energía al molino primitivo de origen romano, sobre cuyas ruinas se construyó el Molino de Arriba, allá por 1742.
Una construcción que ha sido modificada a lo largo del tiempo y que tras varias intervenciones estuvo en funcionamiento con caudal circulante hasta 2011, sufriendo en el proceso numerosos sellados y parchados.
Este acueducto entró a formar parte de la ‘Lista Roja del Patrimonio en 2016 y fue construido con pilares de tierra arenisca carbonatada de color amarillento. Tiene una longitud de 389 metros desde la toma de agua hasta el Molino de Arriba. El número total de arcos y pilares supera los 60 y su altura oscila entre 1,68 y 2,55 metros.
Torre del Castellar de Sierra
Ubicada en Sierra, pedanía de Tobarra, esta torre entró a formar parte de la ‘Lista Roja del Patrimonio’ en 2015.
Esta magnífica torre de tabiya (tapial), resto de un antiguo castillo musulmán, está situada en lo alto de una atalaya y aún conserva aljibes para almacenamiento de agua y algunos paños de murallas. Hubo otra torre que aguantó en pie en este mismo recinto hasta finales del siglo XIX. Además la torre tiene un valor ecológico porque en ella anidan cernícalos, especie que ha sufrido una dramática disminución en los últimos años, destacaban desde Hispania Nostra.
Recordaban que durante el dominio musulmán, Tobarra perteneció a la küra de Tudmir, surgida tiempo después del pacto del mismo nombre por el cual el visigodo Teodomiro se sometió a los musulmanes para salvar vidas y haciendas en el año 713. La torre, enclave militar hispanomusulmán, está situada a 714 metros de altitud en una sierra de difícil acceso con el mismo nombre.
Este fuerte-castillo data ni más ni menos que del siglo XI y su decadencia empezó en el siglo XIII. Allá por el año 1268, Alfonso X el Sabio lo cedió a un noble musulmán con el fin de favorecer la integración de la nobleza islámica en el proceso repoblador, pero este intento fracasó al ser vendido al concejo de Alcaraz en 1268 por el hijo del noble musulmán, Abú Abd Allah. Aquel contrato fue firmado en Jerez de la Frontera, donde se conserva una parte del original.
Torre almohade de Isso
La pedanía hellinera de Isso también cuenta con una joya patrimonial que debido a su estado de conservación también forma parte de este peculiar listado. Se trata de una edificación que según algunos estudiosos, es de la época almohade, última dinastía musulmana en la zona y dataría del siglo XIII.
Es muy probable que esta edificación sea una de las cuatro torres que formaban un castillo situado en la línea de defensa del camino de Murcia. En 1250 paso la propiedad al infante Don Juan Manuel que lo reconstruyó y fortificó. Este castillo, fue propiedad también del príncipe Pío de Saboya.
Hasta los años noventa aproximadamente, el edificio pertenecía a una familia de terratenientes. Finalmente, los propietarios lo donaron al Ayuntamiento de Hellín quien ha tratado de poner fin a los problemas de abandono en el que se encontraba, pero sin finalizar las intervenciones.
Castillo de la Encomienda
El castillo de la Encomienda se encuentra en Socovos, situado estratégicamente sobre una peña que dominaba el antiguo pueblo. Se trata de un castillo de origen musulmán que, tras la conquista del lugar por parte de los cristianos a mediados del siglo XIII, pasó a la Orden de Santiago.
Pese a su historia, forma parte de la ‘Lista Roja del Patrimonio’ desde en año 2007. La fortaleza está formada por un recinto exterior de planta poligonal en el que se conservan diversas torres de planta cuadrangular, a modo de cubos, que en algunos casos refuerzan el recinto exterior.
