/El Digital de Albacete/
La presuntas responsables de un burdel de Zaragoza, donde supuestamente se explotaba sexualmente a inmigrantes, han sido absueltas.
Según apuntaba el ‘Heraldo’ “las dos testigos protegidas en las que se apoyaba la Fiscalía para pedir 21 años y medio de prisión para las supuestas proxenetas no acudieron al juicio”. La primera de estas testigos había fallecido y la otra “como suele ocurrir en estos casos, en cuanto pudo abandonar el prostíbulo desapareció”.
Así, la Sección Primera de la Audiencia de Zaragoza escuchó la grabación de las respectivas declaraciones ante el juez de instrucción, pero “no lo ha considerado prueba suficiente para condenar a las investigadas”.
En la grabación que pudo escucharse en el juicio, la mujer de origen paraguayo que denunció las actividades del burdel, aseguraba que “pasó diez años explotada en Zaragoza y que la obligaron a participar en una orgía que duró cinco días seguidos y en la que los clientes entraban y salían pagando 120 euros por hora”. Al respecto, la sentencia recuerda que “no puede permitirse que la simple declaración inculpatoria de la víctima se constituya, por sí misma y de modo automático, en prueba de cargo” que obligue al acusado a tener que demostrar su inocencia.
La denunciante reconocía en su declaración que “había escapado de otro club de Albacete” y que antes de llegar a Zaragoza había puesto anuncios en Miranda de Ebro y Bilbao. Por todo ello los magistrados consideraban que «mal se compagina esa actividad deambulatoria (…)» con las coacciones que decía sufrir. Pues pudo en ese periplo (…) denunciar los hechos y poner coto a tal actividad».
De este modo para los magistrados, queda claro que las dos hermanas de origen ucraniano “eran administradora y apoderada de la mercantil que gestionaba el edificio de la calle Bolivia que funcionaba como burdel y se anunciaba como ‘Casa Girls’. Durante el proceso “las acusadas lo negaron y se limitaron a reconocer que alquilaban habitaciones en las que cada uno hacía lo que quería”, recogía la publicación. Sin embargo el tribunal extrae que “tanto ellas como otras chicas vendían allí su cuerpo con el fin de obtener un beneficio económico”.
Un correo electrónico que envió una de las mujeres que trabajaba en el club supuso la denuncia de la presunta explotación sexual que sufrían estas mujeres.
Así se procedió a la detención de las presuntas explotadoras quienes tras comparecer en el juzgado de guardia ingresaron en prisión provisional hasta el 23 de mayo. Sin embargo, la Audiencia de Zaragoza no encuentra ahora una razón de peso para retornar a las acusadas a la cárcel.
Admite que “estaban al frente del prostíbulo y aplicaban comisiones del 50% sobre los servicios sexuales prestados por las chicas, el tribunal entiende que estas se prostituían por propia voluntad y no porque las acusadas las coaccionaran o amenazaran”, apuntaba la publicación.


