/Marta López/Fotos: Ángel Chacón/
Los hosteleros de Albacete han desempolvado sillas y mesas, volviendo a abrir sus establecimientos después de casi un mes cerrados como medida preventiva para frenar los contagios por COVID-19 en la capital.
El pasado 22 de diciembre, el Gobierno regional decretaba el cierre del interior de los establecimientos de hostelería. Una medida que endurecían el 18 de enero, anunciando el cierre total de bares, restaurantes y cafeterías de todo el territorio de Castilla-La Mancha.
Hoy, volvían a levantar sus persianas, recibiendo con los brazos abiertos a los albaceteños que han apostado por disfrutar con cautela de la hostería de la capital. Así, volvía la vida y la actividad a bares y terrazas de la capital albaceteña.
Así, las nuevas medidas permiten la apertura del interior de los establecimientos hosteleros sin superar un tercio de su aforo y sin permitir la atención en barra. Además, también se permite la utilización de terrazas con un 50% del aforo permitido y siempre cumpliendo con la distancia de seguridad entre mesas. El cierre de los locales se producirá a las 21:00 horas.
Código QR
Los clientes, eso sí, tendrán que descargarse un código QR para poder entrar en los locales de ocio y así poder tener un registro detallado de todos los movimientos de personas en estos locales.
Para ello, se ha creado la aplicación Ocio Responsable en Castilla-La Mancha para ayudar en la gestión de la crisis de Salud Pública creada por el COVID-19. Dicha aplicación permitirá reforzar la trazabilidad de los contactos en los bares, restaurantes y resto de establecimientos de hostelería, facilitar y activar el inicio de las labores de rastreo por parte de la autoridad sanitaria en caso necesario.
El Consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, explicaba que esta medida se ha tomado con el objetivo de evitar una transmisión comunitaria y la expansión del COVID-19. Se trata de una medida de control respecto de las actividades en el sector de las actividades de ocio, hostelería y restauración, así como en los que se celebren eventos y actividades multitudinarias, porque “puede ser el momento en el que se inicien los instantes de mayor relajación de las medidas higiénicas frente al COVID-19 como el uso de mascarillas, la distancia de seguridad de un metro y medio o la higiene de manos”.
Entre las medidas de control figura el registro de clientes en bares, restaurantes y resto de establecimientos de hostelería, ya que se considera necesario reforzar las condiciones de rastreo y seguimiento de contactos relacionados con casos de COVID-19.