/El Digital de Albacete/
Agentes de la Guardia Civil que investigaron la muerte de una mujer presuntamente a manos de su marido en 2018 en la A-5 han asegurado que la hermana y cuñado de la víctima dijeron que el acusado, conducía en estado de embriaguez cuando protagonizó el atropello mortal.
La Audiencia Provincial de Madrid ha continuado este viernes el juicio contra el acusado, para quien la Fiscalía pide 39 años y medio de cárcel por el asesinato de su mujer en la madrugada del 24 de marzo de 2018 en la A-5, a la altura de la localidad toledana de Santa Cruz de Retamar, y por intentar asesinar a su cuñado, que le acompañaba.
En sesión de hoy han declarado varios agentes de la Guardia Civil, entre ellos los dos que fueron los primeros en llegar al lugar en el que se produjo el atropello mortal, así como dos testigos de los hechos.
Su versión no coincide con la ofrecida ayer jueves por la hermana y el cuñado de la fallecida, quienes sostuvieron ante el tribunal de jurado que el procesado estaba «perfectamente» cuando atropelló a su mujer, y le tacharon de violento. El acusado defendió por su parte que había consumido mucho alcohol y drogas.
Este viernes los dos agentes que llegaron primero al lugar del suceso han explicado que recibieron dos avisos: una llamada de un vecino de la localidad de Santa Cruz de Retamar que había visto a dos personas sospechosas llamando a las viviendas de la localidad, y otra alerta de un vigilante de seguridad de un polígono que había observado una situación extraña.
Los guardias acudieron al encuentro del vigilante, quien les dio una matrícula que había encontrado en la carretera a la salida su puesto de trabajo, donde también halló un paragolpes que retiró de la calzada.
El vigilante les relató que desde su garita había visto “un coche circulando en sentido contrario y a gran velocidad”, algo que ha explicado el propio testigo durante su declaración en el juicio.
Los agentes acudieron al lugar donde habían sido hallados los objetos y comprobaron la matrícula para identificar al titular del vehículo.
Seguidamente se dirigieron al pueblo para atender el segundo aviso, donde se encontraron con dos individuos que respondían ante las características descritas por el alertante: se trataba de la hermana y el cuñado de la víctima, quienes dijeron que habían tenido un accidente y que en el vehículo iban dos personas más y podían estar heridas.
Los guardias civiles han declarado que ambos afirmaron que el conductor se encontraba en estado de embriaguez cuando se produjo la colisión, motivo por el que se habían bajado del vehículo, ya que “tenían miedo de sufrir otro accidente”.
Cuando los guardias conocieron el apellido de esta persona comenzaron a relacionar los hechos con la matricula encontrada.
También han declarado los agentes que acudieron a tomar declaración de estos dos testigos en el centro sanitario, quienes han explicado que en un primer momento relataron los mismos hechos, pero, cuando les informaron que la otra mujer que iba en el vehículo había fallecido, cambiaron la versión de lo sucedido: contaron que había sido un atropello.
Durante la sesión de hoy también han declarado agentes de la policía judicial, quienes llevaron a cabo las escuchas de los teléfonos móviles intervenidos, lo que les permitió seguir la pista del acusado y finalmente proceder a su localización y detención en una vivienda situada en el barrio madrileño de Vallecas, han añadido.
También ha declarado el testigo que encontró el cuerpo en la carretera, quien ha asegurado que se encontraba semidesnudo y alrededor había restos de un coche, lo que han confirmado los agentes que acudieron la escena del atropello, y un abrigo rosa.
El juicio continuará el lunes 15 de febrero con la declaración de más peritos policiales.