/El Digital de Albacete/
El amor, el desamor y la pasión eran los ejes en torno a los que giraban algunas de las creaciones más conocidas de Federico García Lorca. Y es que la vida sentimental del escritor bien podría equiparse con algunas de sus dramas más famosos.
Bodas de sangre, Romancero Gitano, son algunas de las obras más conocidas de Lorca. Obras a las que cabría sumar la luz y la armonía que irradia en sus Sonetos del amor oscuro, “unos versos cuya redacción comenzó en 1935, meses antes de ser asesinado y que permanecieron inéditos durante casi 50 años”, recoge El País.
“Aquel rubio de Albacete vino, madre, y me miró. ¡No lo puedo mirar yo! Aquel rubio de los trigos hijo de la verde aurora, alto, solo y sin amigos pisó mi calle a deshora…”. Unos versos llenos de luz y de amor que llenaron la vida de Lorca y cuyo protagonista, como bien indican, era un albaceteño. En 2012 veía la luz este poema inédito escrito de puño y letra del mismísimo Lorca en “el reverso de una factura de Academia Orad del 1 de mayo de 1935 y dedicado a Juan Ramírez Lucas”.
Hasta este momento los estudios de esta obra de Federico García Lorca señalaban a “Rafael Rodríguez Rapún, secretario de La Barraca, y con el que el poeta vivió una relación sentimental frustrada, como el gran inspirador de los Sonetos del amor oscuro”. Pero a raíz de este descubrimiento, un poema inédito que obra en poder de su familia, sugieren un cambio de teoría.
Según la publicación “en el último año de su vida, Lorca anda loco por un muchacho con el que pensaba viajar a México”, incluso una amiga del poeta llegó a hacerle llegar el pasaje, pero el granadino debió aplazar estos planes “hasta conseguir el premiso paterno para poder viajar con su amigo”. Mientras tanto su amigo albaceteño esperaba el visto bueno de su familia para emprender la travesía, y Lorca le escribió la que sería su última carta antes de perder la vida, “fechada el 18 de julio de 1936”.
En esta última misiva se lo llamaba Juanito y el poeta se despedía con un íntimo “de este gordinflón que tanto te quiere”. Una historia de amor entre poemas y cartas que podría haber durado cerca de 14 meses. Ramírez de Lucas compaginaba a sus 18 años los estudios en la administración pública con su soñada vocación artística. El albaceteño descubrió en el Madrid republicano la libertad propia del espíritu joven. Cuando se conocieron Lorca se encontraba en la plenitud de su carrera y rozando la cuarentena.
“Llegó a la vida del poeta cuando la relación sentimental con Rodríguez Rapún se desmoronaba debido a su bisexualudad”, apuntaba la publicación. Un romance que Lorca fue plasmando en papel, dando vida con palabras a sus sentimientos hasta el mismo día en que fue fusilado.
Los manuscritos de los Sonetos del amor oscuro se conservan en los archivos de la familia, plagados de tachaduras y correcciones donde Lorca buscaba la perfección. Ramírez de Lucas nunca confesó su secreto hasta el fallecimiento de su madre con 101 años.
