/Modesto Colorado/
Hace unos días, el director albaceteño Enrique Buleo consiguió otro nuevo galardón con su cortometraje ‘El infierno y tal’ en el certamen que organiza el programa ‘Versión Española’ de la 2 de TVE.
Se trata de un relato posmoderno, agridulce y tragicómico, donde conviven lo surrealista y el costumbrismo manchego con total naturalidad. Buleo teje una trama ligera y descriptiva, alrededor de la angustia de una mujer que se siente atrapada en un limbo espacio temporal y que solo espera la llegada de un Armagedón liberador. El director manchego lo describe como “una bufonada perversa. Una mañana en la vida de una joven que gracias a ingentes cantidades de libros de autoayuda y su propia fantasía, intenta escapar de su difícil situación”, explica.
Desde que se estrenó en noviembre de 2019 en el Festival Internacional de Cine de Gijón, el cortometraje ha tenido una extraordinaria trayectoria. El creador albaceteño pone de relieve que “considerando que su andadura prácticamente ha sido durante la pandemia, el corto está funcionando realmente bien”.
Unos meses después de su presentación, el cortometraje consiguió la mención especial del jurado en el Festival de Cine de Clermont-Ferrand, en Francia. Ha sido seleccionado en varios festivales de Estados Unidos, como el de Palm Springs, Nashville o Nueva Orleans, que califican para la candidatura a los premios Oscar. El autor confiesa estar sorprendido, teniendo en cuenta que “es una comedia negra, un poco macabra e incómoda de ver” y añade que “no es el típico corto para clase de tutoría de la ESO. No tiene una moraleja positiva ni nada, pero a mí me apetecía hacerlo así”.
Además de ser seleccionado y recibir algunas menciones importantes en varios festivales a nivel nacional e internacional, ‘El infierno y tal’ ha ganado el premio al mejor cortometraje en el ‘Film Fest’ de Dresden (Alemania), un premio otorgado por la televisión franco-alemana ‘Arte TV’, cadena cultural europea en la que se ha emitido la cinta a primeros de año. También ganó el premio del público en el Festival de Cine Independiente de Albacete, y ahora ha logrado el tercer premio en el certamen del programa ‘Versión española’, de la 2 de TVE. “Ha sido increíble. Estamos muy agradecidos con el equipo de TVE2, porque nos trataron fenomenal, y apostaron completamente por el corto. Se notaba que les entusiasmaba y realmente ha sido un espaldarazo muy grande y un reconocimiento que no nos esperábamos, estamos súper contentos”, confiesa.
Además de la emisión en abierto de ‘El infierno y tal’ en la 2 de TVE, el cortometraje recibió un premio económico otorgado por la Sociedad General de Autores y Editores. “Los otros dos trabajos ganadores fueron ‘Suc de Sindria’ y ‘Carne’, cortometrajes que están recorriendo todo el mundo, por lo que es un verdadero lujo estar al lado de ellos”, aclara.
El cortometraje dirigido por Enrique Buleo y producido por Alejandra Mora de Quatre Films, fue rodado en el sur de Cuenca, en la zona de la Manchuela conquense, con un equipo artístico formado, en su mayoría, por gente de Albacete. Con muchos de ellos ya había trabajado en ‘Decorosa’, su anterior trabajo, para el que Buleo hizo un gran casting en busca de actores no profesionales, creando así, una base de datos bastante grande que ha aprovechado para ‘El Infierno y tal’. “Me interesa mucho trabajar con ellos por su frescura y esa forma de actuar tan natural”, indica el director, añadiendo que su trabajo con los actores es “muy intuitivo”.
En este último trabajo, el director manchego ha vuelto a plasmar su original sello personal. Ahora, tras su éxito, ya se puede decir que existe un ‘estilo Buleo’. “Intento ser fiel a mí mismo haciendo las cosas que de verdad me apetecen, sin cortapisas de ningún tipo. No es que busque incomodar, pero si incomodo no me importa. No dejo de hacer algo porque sea políticamente incorrecto, si me apetece lo hago, y esa es la base de mi estilo. Yo no vivo del cine, por lo cual me puedo permitir arriesgarme y hacer lo que realmente me dé la gana”, asegura.
Anteriores Rodajes
Sus primeros pasos fueron por puro placer. Con 18 años, un jovencísimo Enrique Buleo comenzó a hacer cortometrajes de manera amateur con los amigos, pero nunca pensó que lo iba a hacer de forma profesional, aunque cuando entró a estudiar Bellas Artes eligió la rama audiovisual.
En 2007 escribió su primer guion, dejándolo en un cajón hasta que llegara el momento de armarse de valor para poder rodarlo. “Soy profesor de dibujo y por aquel entonces trabajaba en Hellín. Cuando me mudé a Albacete conocí el Festival de Cine Independiente de Albacete al llevar a mis alumnos a algunas de las proyecciones. Empezar a ver otro tipo de cine me hizo darme cuenta de que a veces la falta de medios agudiza el ingenio. Este fue el germen de que me animara a intentarlo”, narra el director.
Así que, tras unos años en los que compaginó el cine con la música y el arte plástico, en 2011 rodó su primer corto y desde ese momento no ha parado, desvinculándose así, de cualquier otra expresión artística para dedicarse plenamente al séptimo arte. Los primeros cortometrajes los realizó con la técnica de “yo me lo guiso y yo me lo como”, explica Buleo añadiendo que “era como un hombre orquesta: colocaba el micro, la cámara, cogía la claqueta, daba acción, etc. Menos actuar lo hacía todo”, recuerda.
Decorosa
Con ‘Decorosa’, su tercer cortometraje, comenzó a contar con gente profesional en el equipo técnico, dando así un paso importante de calidad. Gracias a esto, la cinta fue seleccionada en varios festivales importantes. “Antes de esto ya estaba decidido a intentarlo con todas mis fuerzas pero fue ahí, cuando me empezaron a llegar muy buenas críticas de gente ajena a mí, y me di cuenta de que esto no se me daba tan mal, de que debía confiar en mí mismo y de que podía funcionar”, destaca.
‘Decorosa’ se presentó en algunos de los mejores festivales del país, algo que ayudó al cineasta albaceteño a la hora de hacer contactos importantes para su futuro. “En esos encuentros se crean sinergias muy necesarias, que son clave para el circuito independiente donde me muevo. Pude conocer a gente con la que he acabado trabajando, ya que, entre otros, conocí a los que más tarde serían la productora, el director de fotografía y el ayudante de dirección de mi siguiente trabajo”.
Tras el rodaje de ‘Decorosa’, Buleo acabó muy contento pero a la vez agotado. Tenía algunos retazos de historias que pensó llevar a cabo de manera independiente, volviendo al formato de sus inicios, con la idea de coger fuerzas y volver luego para hacer algo con más medios, pero en uno de estos festivales conoció a la productora Sandra Mora, con la que consiguió un proyecto a la altura profesional de ‘Decorosa’. “Al final puse toda la carne en el asador y todo el empeño para que saliera lo mejor posible”, subraya.
Los proyectos de futuro pasan por comenzar con un nuevo cortometraje que se rodará en Albacete, Chinchilla y Valencia. “Tenía el guion preparado cuando llegó la pandemia y tuvimos que posponer todo. Ahora estamos esperando que la situación mejore para poder hacerlo. Con las restricciones de movilidad es imposible, y además necesitamos grabar con gente mayor, a la que no podemos exponer a ningún peligro”, concluye.
Mientras llega el momento de rodar este nuevo corto, sabemos que, Enrique Buleo, se encuentra enfrascado en la escritura de la primera versión de guion de su primer largometraje. Una buena noticia que nos hace presagiar un gran futuro, ya que estamos ante una promesa de nuestra tierra; tierra de la que han salido grandes directores de cine.
