/Llanos García/
Esta noche es el último turno de guardia de Antonia Rodenas, trabajadora del Servicio de Anestesia y Reanimación del Hospital de Albacete.
Toñi, como la llaman sus compañeros, es Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería (TCAE), ha trabajado durante 45 años cuidando de los demás, 26 años en distintos servicios del Hospital de Albacete, los últimos seis en Reanimación. Aseguran sus compañeros de Reanimación que es muy buena compañera y sobre todo “buena profesional, cariñosa, generosa… Todos vamos a notar que no está”.
Y es que tras su jubilación no sólo sus compañeros la echarán de menos sino que sus pacientes también lo harán porque matizan que la adoran, “siempre tenía una palabra de consuelo para ellos” así como “esa sonrisa que le caracteriza”.
Su mayor defecto, aunque también su mayor virtud, señalan es “lo despistada que es. Los relevos y cambios de turno con ella pueden ser eternos porque habla sin parar” aunque insisten en que “siempre se preocupa por todos”.
Deja como anécdota en el recuerdo de sus compañeros “esas noches antes de la pandemia cuando en las guardias podíamos cenar y ella siempre quería pedir una pizza por cabeza”.
Sus compañeros del servicio de Reanimación quieren desearle a Toñi “una muy feliz nueva vida. Aunque la vamos a echar de menos cada segundo. Es la alegría de la “Rea”.
