/El Digital de Albacete/
Agentes de la Policía Nacional han detenido en la localidad de Alicante a cuatro personas de nacionalidad italiana y colombiana, de edades comprendidas entre 21 y 33 años de edad, acusadas de cometer presuntamente un delito de secuestro, tráfico de drogas y lesiones.
En concreto, uno de los detenidos, que se alojaba en un hostal céntrico de la ciudad, tras ser identificado por su implicación en un presunto delito de falsificación y distribución de moneda falsa relató a los agentes que acababa de estar secuestrado en una vivienda durante varias horas por tres individuos.
El encausado declaró que los autores le maniataron y torturaron con agresiones y amenazas, llegando a quemar sus manos con unas tijeras calentadas con fuego, exigiéndole la cantidad de 3.000 euros para dejarlo en libertad. Asimismo, el arrestado dijo a los agentes que tenía que conseguir el dinero porque había recibido “amenazas de muerte”, así como que los secuestradores se habían quedado con su documentación.
La investigación ha determinado que el origen del secuestro se debió a que esta persona intentó realizar con dinero falso la compra de sustancias estupefacientes con tres conocidos suyos que al percatarse de la falsificación del dinero, lo privaron de libertad como consecuencia del engaño.
Los efectivos llegaron a dicha conclusión debido a que en el registro realizado en el domicilio de los captores, se encontró la documentación y el teléfono móvil de la víctima e intervinieron gran variedad de sustancias estupefacientes y diversos útiles utilizados para maniatar y torturar a la víctima como bridas, cinta aislante y las tijeras que utilizaron para quemar sus manos.
Por todo ello, la investigación ha culminado con la detención de todos los autores, tres varones y una mujer, que fueron acusados por un presunto delito de secuestro, lesiones y tráfico de drogas.
De todos los arrestados, tres de ellos han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción en funciones de guardia de la localidad de Alicante. La mujer ha quedado en libertad, que solo ha sido acusada por tráfico de drogas, así como la supuesta víctima del secuestro, acusada por un delito de falsificación de moneda.
La investigación ha sido llevada a cabo por agentes del Grupo I de Crimen Organizado de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Alicante.
HOSTAL
Los hechos tuvieron su inicio en un céntrico hostal de la ciudad, donde un joven de nacionalidad italiana y de 19 años de edad realizó una reserva de habitación de un par de días.
El día de su salida, y ante la inasistencia del cliente la segunda noche, uno de los trabajadores del servicio de limpieza encontró en el interior de la habitación varios objetos, entre ellos, diversos billetes de 50 euros falsos y sustancias estupefacientes, efectos que pertenecían a la persona que se había alojado.
Ante estos hechos, el personal del hostal realizó una llamada a la Sala del 091 para ponerlo en conocimiento e inmediatamente una patrulla de Seguridad Ciudadana y de Policía Judicial acudieron hasta el lugar para comprobar lo sucedido.
Una vez en el lugar, los agentes se entrevistaron con el responsable del hostal, el cual tras comunicarle lo sucedido, mostró a los policías los objetos que el huésped había dejado en la habitación, entre los que se encontraban seis billetes de 50 euros falsos, una envasadora al vacío, varios tickets de compra de diferentes comercios y dos envoltorios con cocaína.
Ante la sospecha de que el individuo propietario de esos objetos hubiera hecho uso de los billetes falsos para pagar en los establecimientos de los tickets de compra encontrados, los agentes realizaron gestiones con los comercios donde se habrían realizado las compras para poder recuperar los billetes y evitar su circulación.
Por último, el arrestado relató a los agentes que había estado secuestrado en una vivienda durante varias horas por tres individuos, habiendo sido liberado momentos antes de ser detenido.
Mediante una llamada telefónica que obligaron a realizar a la víctima, los autores del secuestro pidieron el dinero a su padre por su rescate, el cual habría intentado realizar una transferencia desde Italia, lugar donde residía.
Al no hacerse efectiva dicha transferencia, sus captores dejaron en libertad al joven para que consiguiera el dinero en España quedándose con su documentación y con su teléfono móvil como garantía, amenazándole con matarle si iba a la policía y debiendo entregarles el dinero en unas horas después.
