/Marta López/Fotos: Ángel Chacón/
La Diputación de Albacete tiene como uno de sus grandes retos a nivel provincial evitar el abandono de los pueblos a través de iniciativas que promuevan el mantenimiento del tejido productivo local y la generación de empleo en entornos rurales. Este reto es el hilo conductor del Proyecto ‘Dipualba Protege’.
“Es un proyecto cofinanciado por el Fondo Social Europeo en el marco operativo de Empleo, Formación y Educación de la convocatoria de 2018”, puntualizaba a El Digital de Albacete la coordinadora de la Unidad de Gestión del Fondo Social Europeo en la Diputación, Elena Iniesta.
Se trata de una propuesta que “quiere involucrar a los ayuntamientos como administración más cercana a la ciudadanía y que quiere llegar a las personas que tienen más dificultades para conseguir mejorar su empleabilidad”, explicaba.
Además añadía que ‘Dipualba Protege’ “es una propuesta de acompañamiento de itinerarios personalizados de inclusión socio-laboral con participación de profesionales de la orientación que contribuyen al seguimiento y a una atención más individualizada”. En definitiva, lo que se pretende con la puesta en marcha de este proyecto “es acompañar a las personas para mejorar sus habilidades que favorezcan la autonomía y el desarrollo de proyectos tanto personales como profesionales”, subrayaba Elena Iniesta.
De este modo los objetivos genéricos del proyecto ‘Dipualba Protege’ son, en primer lugar, “realizar itinerarios integrados de formación e inserción socio-laboral para mejorar la empleabilidad”.
El segundo de estos objetivos pasa por “generar una toma de conciencia de las personas de la necesidad de formarse y mejorar sus competencias para ello”, además de “obtener una mejor inserción en un mercado laboral cada vez más competitivo y complicado”, manifestaba. Entre los objetivos del proyecto también se encuentra “apoyar a la contratación de las personas más vulnerables para fomentar el emprendimiento en sectores económicos clave como son las zonas rurales”, destacaba.
Se pueden beneficiar de este proyecto de la Diputación de Albacete “las personas desempleadas inscritas como demandantes de empleo en los servicios públicos de empleo”, y además “deben encontrarse en alguna situación que las enmarque en algún otro tipo de colectivo especialmente vulnerable”, indicaba Elena Iniesta. Así ponía como ejemplo el caso de “personas desempleadas de larga duración; jóvenes menores de 30 años no atendidos por el Programa Operativo de Empleo Juvenil; desempleados mayores de 55 años; personas con discapacidad; inmigrantes; minorías étnicas y comunidades marginadas”.
Otros colectivos desfavorecidos y que pueden optar a formar parte de esta acción formativa son “aquellos participantes que viven en hogares compuestos por un único adultos con hijos a su cargo; personas sin hogar o afectadas por la exclusión en materia de vivienda”, además de “víctimas de violencia de género, de discriminación por origen racial o étnico; orientación sexual e identidad de género; personas reclusas y ex reclusas; perceptoras de rentas mínimas o salarios sociales; y personas con fracaso o abandono escolar”.
Las acciones formativas en competencias clave desarrolladas a través de ‘Dipualba Protege’ son acciones pensadas para aquellas personas que necesitan adquirir los conocimientos básicos para poder cursar con aprovechamiento la formación correspondiente a los Certificados de Profesionalidad. De este modo, las personas que superen esta acción formativa recibirán una Certificación de Competencias Clave, permitiéndoles exclusivamente acceder a cursos dirigidos a la obtención de un Certificado de Profesionalidad de Nivel 2.
El área de actuación de este proyecto es “toda la provincia de Albacete, incluida la capital”, especificaba Elena Iniesta. Del mismo modo desarrollaba que “cada itinerario formativo se intenta encuadrar dependiendo del estudio de prospección de necesidades que se hizo para presentar el proyecto en las zonas que son más adecuadas dependiendo también del momento en el que las lanzamos”. Lo que se ha podido hacer hasta la fecha son diferentes itinerarios, en concreto, “Promoción para la igualdad efectiva de hombres y mujeres; Inserción laboral de personas con discapacidad, Competencias Clave en Matemáticas de Nivel 2 y Comunicación en lengua castellana Nivel 2”, especificaba. En concreto puntualizaba Elena Iniesta que “en Albacete se están desarrollando dos de estas actividades formativas, y hay otras dos que se van a iniciar el 14 de diciembre en Hellín y Alcaraz. Del mismo modo, destacaba que “próximamente habrá otras dos en Yeste y Casas Ibáñez”, y en total “son 160 personas las que se beneficiarán del proyecto ‘Dipualba Protege’”.
Haciendo un balance de lo que ha supuesto 2020 para el desarrollo del proyecto ‘Dipualba Protege’ la coordinadora de la Unidad de Gestión del Fondo Social Europeo en la Diputación provincial sostenía que debido a la llegada de la pandemia de COVID-19 “hemos tenido que reestructurar y reformular la estrategia de trabajo totalmente y cumplir con todos los requisitos que nos exige esta situación sanitaria y los procedimientos de la nueva normalidad”. Por tanto matizaba que “desde el 13 de marzo se paralizó todo, y se retomaron las acciones formativas en julio”.
Señalaba que las acciones formativas desarrolladas desde ‘Dipualba Protege’ son “esencialmente presenciales por la cercanía que hay que tener para hacer todo el seguimiento de integración socio-laboral”. Además, con la llegada de la segunda oleada del coronavirus reconocía que “ha habido municipios donde no hemos podido empezar hasta que no han quitado las medidas especiales de Nivel 3, lo que ha requerido de una reestructuración constante”, manifestaba Elena Iniesta. De cara a 2021 adelantaba que “se han licitado 34 nuevas acciones formativas que se empezarán a difundir a partir del 1 de enero”, y que también “se ha dado a conocer el proyecto en toda la provincia a los grupos de interés implicados, poniéndose en marcha 160 itinerarios individualizados de inclusión social y laboral en 8 acciones formativas”. Así el número de itinerarios previstos hasta la finalización del proyecto serán un total de 68.
Consideraba Elena Iniesta que “todavía es pronto” para conocer el éxito de inserción laboral del proyecto. Así, señalaba que “normalmente hacemos un seguimiento a los participantes un mes después de haber finalizado la formación, 4 y 6 meses después y al año”. El objetivo de este seguimiento es “conocer las cifras de inserción, autoempleo y de seguimiento de formación”, sostenía.
“Lo que más nos preocupa como Diputación es intentar llevar la formación a las zonas donde es más complicado que la gente pueda acceder a ellas”, matizaba Elena Iniesta. Y es que gracias a estas actividades los participantes “obtienen una Formación de Certificado de profesionalidad, lo que les habilita para el ejercicio posterior de todo lo que han estudiado”. Destacaba que “nuestra estrategia va siempre enfocada al desarrollo rural, a la sostenibilidad y al arraigo de las personas en su municipio”.
Para ello reconocía que “muchas veces tenemos que hacer cursos en zonas más grandes porque si no sería imposible cubrir los cupos que nos exigen de éxito de participantes, pero nos parece mucho más importante que gracias a ello podamos llegar con estas acciones formativas a zonas rurales menos pobladas donde quizá no haya tantos participantes”. Así adelantaba que con todo ello “nos gustaría empezar a generar el que se puedan crear cooperativas y empresas para autogenerar recursos en el medio rural de una forma mucho más fluida canalizando todo este tipo de iniciativas”.
El personal docente: Parte fundamental de ‘Dipualba Protege’
Normalmente los itinerarios cuentan con un técnico de orientación con el objetivo de crear una estrategia a seguir para lograr la inserción socio-laboral de cada uno de los participantes. Además, la Diputación de Albacete subcontrata con empresas privadas a través de licitaciones la impartición de los certificados de profesionalidad que a su vez cuentan con varios docentes para impartir la formación en el aula.
Una estructura de recursos humanos de la que forma parte el ‘Grupo Indiver’, desde donde se facilita al alumnado la formación necesaria que integra el proyecto ‘Dipualba Protege’. En concreto, Susana Navarro, es una de las docentes encargadas de impartir la formación en Competencias Clave de Lengua Castellana de Nivel 2 en este centro de Albacete.
“Estos cursos están encaminados a que nuestros alumnos puedan obtener las competencias básicas para acceder a certificados de profesionalidad”, explicaba Susana Navarro. En concreto, matizaba que los cerca de 40 alumnos que integran estas clases en este centro formativo ubicado en Albacete capital “no tienen titulación académica y esta es otra vía para que puedan acceder a los certificados de profesionalidad de Nivel 2”.
Así, indicaba que en clase “te encuentras con personas que forman parte de colectivos especialmente vulnerables”, y añadía que “son personas que llevan mucho tiempo fuera del entorno educativo y formativo”. Por tanto se trata de “empezar desde cero” para “empezar un itinerario formativo de cara a conseguir una cualificación profesional”, algo que aseguraba “es muy gratificante” como docente.
Y es que gracias a esta formación los participantes “saben lo que quieren conseguir y lo que necesitan para poder acceder a otro tipo de cursos y trabajan con muchísima ilusión”, matizaba. En este sentido explicaba que “cuando al final ves que obtienen el aprobado y tienen las competencias clave son ellos mismos los que preguntan qué pueden hacer después”. Un instante en el que estos tutores “hacemos también una parte de orientación socio-laboral para ayudarles y abrirles un poco ese camino”.
En concreto este curso de matemáticas y lengua trata de “acercarlos a competencias básicas en estas materias pero enfocado a la vida real y al día a día”. Así se centran en aprender “cálculos, formas de expresión oral y escrita que les abrirán puertas para estudiar certificados de profesionalidad pero también para su vida cotidiana”, reconocía Susana Navarro. Este curso de competencias clave está compuesto por “120 horas de lengua castellana y 120 horas de matemáticas”. Además, los alumnos “han tenido una formación complementaria de 12 horas en Igualdad de género y de oportunidades y Desarrollo sostenible”, añadía.
Esta es una parte del proyecto ‘Dipualba Protege’ “y en unos meses se van a poner en marcha los itinerarios formativos de actividades auxiliares en agricultura, operaciones auxiliares de elaboración en industrias alimentarias, operaciones básicas de cocina, atención sociosanitaria a personas dependientes en instituciones sociales, y guía por itinerarios de baja y media montaña”, apuntaba Susana Navarro. Y es que estos cursos de competencias clave “son la puerta para que puedan acceder a estos certificados de profesionalidad”.
Además, dada la vulnerabilidad de los colectivos al que va dirigido el proyecto ‘Dipualba Protege’, desde la Diputación de Albacete se ha establecido un incentivo a la participación modulado según el nivel de renta de cada participante en el inicio de la acción formativa en la que se inscriban y sean seleccionados. De este modo, se establecen dos niveles diferenciados según cumplan el requisito de carecer de rentas o ingresos mensuales, iguales o superiores al 75% del IPREM y dependiendo de la asistencia a la acción formativa. Las ayudas que perciban por prestaciones sociales públicas o de asistencia social, computan en el referido límite del 75%. En los casos en los que se carezca de rentas iguales o superiores al 75% del IPREM, tanto en la fase de formación teórica como en el itinerario práctico, se abonará una ayuda económica correspondiente a 13,45 euros por persona formada y día de asistencia. Estas ayudas serán abonadas con periodicidad mensual, con el objetivo de mitigar la situación de vulnerabilidad económica del participante.
Los participantes
Adrián Martínez es uno de los participantes de este curso de competencias clave y reconocía a El Digital de Albacete que decidió apostar por el proyecto ‘Dipualba Protege’ porque “me pareció una muy buena oportunidad para el futuro y creo que nos van a abrir muchas puertas para el sector laboral”. Así, reconocía que esta formación “es una buena salida”.
Desvelaba que su intención es “seguir formándome porque gracias a este curso me han abierto un mundo al que no estaba acostumbrado, pero que al haberlo tocado tengo claro que me gustaría centrarme en realizar una Formación Profesional”. Además, subraya que “personalmente creo que todo lo que estamos aprendiendo nos va a ser de mucha utilidad”.
Un curso en el que “estamos tratando muchas cosas, pero sobre todo, matemáticas y lengua”, explicaba al tiempo que añadía que “son cosas que deberíamos haber estudiado antes y que por situaciones personales no las pudimos estudiar en su momento”. Además apuntaba que “es como recordar viejos tiempos”.
Recordando el pasado pero con la mirada puesta en el futuro Adrián Martínez reconocía que poder formar parte del programa ‘Dipualba Protege’ “es una muy buena oportunidad y nos estamos esforzando mucho para tener esa oportunidad el día de mañana en el sector laboral”. De este modo explicaba que entró a formar parte de este programa de la Diputación de Albacete gracias a otro curso que realiza por las mañanas en ‘Llanero Solidario’, “una asociación sin ánimo de lucro con proyectos enfocados para dar trabajo y formación”.
Son programas que además de formar a estos participantes “te animan a ver un futuro”. Así añadía que “para la gente que está en casa parada supone activarte otra vez” por lo que animaba a “apuntarse a todo el mundo que tenga oportunidad”, ya que reconocía que “ahora con la situación del COVID es más complicado acceder a un puesto de trabajo porque hay más requisitos”. Sin embargo, tiraba de optimismo reconociendo que pese a todo “hay que seguir luchando y tirar para delante”.
