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El sector agroalimentario de Castilla-La Mancha es uno de los más pujantes y de mayor peso en la economía regional, su facturación supone el 17% del PIB de la región. A la importancia económica del sector agroalimentario se une su valor social, ya que en casi todos los municipios de nuestra región existe una industria agroalimentaria, desempeñando un papel muy significativo en la cohesión del territorio.
Si de algo podemos presumir en Castilla-La Mancha, y que nos da prestigio como destino y como región, es nuestra gastronomía. Es por ello que hay que poner en valor las señas de identidad gastronómicas variadas que existen en la región que combinan a la perfección tradición y modernidad, además de las materias primas, y las marcas de calidad diferenciada en productos como el vino, el aceite, el queso, el azafrán, la miel, la berenjena, el ajo, el melón, el cordero y el pan, entre otros.
Por ello, el Gobierno regional, la Consejería de Agricultura Agua y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha apuesta por el fomento y garantiza la calidad de nuestros productos agroalimentarios mediante el reconocimiento de figuras de calidad; unos productos de excelencia que son posible gracias a los agricultores, ganaderos y la industria agroalimentaria. Se trata de productos de la Dieta Mediterránea con los que se pretende que los consumidores elijan, además de por su calidad, por su vinculación de origen en este caso de Castilla-La Mancha.
‘El valor de las cosas hechas en casa’ es el lema de la campaña de promoción de los alimentos de calidad diferenciada de Castilla-La Mancha, con la que el Gobierno regional pretende llegar a todos los consumidores, incentivando e incrementando el consumo de los productos castellano-manchegos en los hogares. Los productos de calidad diferenciada juegan un importante papel al generar un gran valor añadido a la hora de competir en un mercado globalizado, nuestros propios productos garantizan una mayor autenticidad y tradición. Y es que los consumidores demandan cada vez mayor especificidad, autenticidad y tradición, condiciones que cumplen muchos alimentos castellano-manchegos, abarcando una gran variedad fiel reflejo de la riqueza gastronómica que tiene Castilla-La Mancha.
La Unión Europea ha creado distintos sellos de calidad que permiten a los consumidores identificar los productos y alimentos de origen agropecuario que cumplen con estos estándares de calidad: Dos de ellos tienen connotación geográfica: la Denominación de Origen Protegida (DOP) y la Indicación Geográfica Protegida (IGP). Uno se relaciona con métodos de producción particulares: Especialidad Tradicional Garantizada (ETG) y otro identifica a los productos elaborados conforme a la normativa de Agricultura Ecológica. En concreto, hay nueve denominaciones de origen protegidas de vinos, cuatro de aceites, tres de productos ganaderos y dos de otros productos de origen agrícola. Respecto a las indicaciones geográficas protegidas, hay una única de vinos, tres de productos ganaderos y cinco de otros productos alimentarios.
Vino
La principal característica de los productos con DOP es que todo el proceso de elaboración tiene lugar en la zona geográfica de donde proceden dichos productos. Esto es así porque las características ambientales y humanas de esa zona (el suelo, el clima, las variedades utilizadas, los métodos de cultivo tradicionales utilizados, etc.) influyen mucho en las propiedades del producto final.
Castilla-La Mancha se conoce como el mayor viñedo del mundo, con una enorme extensión de viñas que caracterizan el paisaje de la región. El buen hacer de los viticultores y de las bodegas y cooperativas ofrecen hoy cualquier vino de calidad que, elaborado con distintas variedades de uva, dan excelentes blancos y tintos, rosados y vinos envejecidos en barricas o espumosos.
Contamos con diferentes denominaciones de origen, tales como: DOP ‘Almansa’, incluye ocho municipios en el este de la provincia de Albacete; DOP ‘La Mancha’, provincias de Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo. Es la DO con mayor superficie de viñedo. DOP ‘Manchuela’, abarca varios municipios situados al sureste de la provincia de Cuenca y noreste de la provincia de Albacete, entre los ríos Júcar y Cabriel. DOP ‘Méntrida’, siendo su zona de producción viñedos situados al norte de la provincia de Toledo, al pie de la Sierra de Gredos, limitando con las provincias de Ávila y Madrid. DOP ‘Mondéjar’, abarca varios municipios situados al suroeste de la provincia de Guadalajara. DOP ‘Ribera del Júcar’, siete municipios situados al sur de Cuenca. DOP ‘Uclés’, viñedos situados entre Cuenca y Toledo. DOP ‘Valdepeñas’, provincia de Ciudad Real al sur de la llanura manchega y al norte de Sierra Morena. DOP ‘Jumilla’, denominación compartida con Murcia ya que abarca una amplia comarca en el norte de la región de Murcia y parte sureste de la provincia de Albacete.
Las restantes denominaciones corresponden a las que utilizan el término tradicional Vino de Pago, caracterizadas por una zona de producción ubicada en un paraje o sitio rural con características edáficas y de microclima propias que lo diferencian y distinguen de otros de su entorno, conocido con un nombre vinculado de forma tradicional y notoria al cultivo de los viñedos. Los pagos registrados son: Dominio de Valdepusa, Finca Élez, Guijoso, Dehesa del Carrizal, Florentino, Casa del Blanco, Campo de la Guardia y Calzadilla.
Además la región cuenta con una Indicación Geográfica Protegida (IGP) ‘Vino de la Tierra de Castilla’ y abarca todo el territorio de Castilla-La Mancha. Ofrecen al consumidor una alternativa intermedia entre los vinos con denominación de origen y los vinos sin indicación geográfica.
Aceite
El aceite de oliva ha sido apreciado a lo largo de la historia de la humanidad por su capacidad para enriquecer los alimentos, así como por sus cualidades curativas. Es oro líquido, con una gran cantidad de matices y que llena nuestros sentidos con tonos que pueden ir desde el dorado al verdoso, con aromas intensos y con una gran variedad de sabores, donde predomina el aceite de cornicabra y de otras variedades de olivo como picual, arbequina, verdeja, etc.
Castilla-La Mancha es hoy la segunda región olivarera de España y, gracias a un trabajo arduo y constante en las cerca de 400.000 hectáreas de nuestras tierras castellano-manchegas, contamos con cuatro denominaciones de origen, con las que seguiremos enriqueciendo nuestros platos: DOP ‘Campo de Calatrava’, zona de producción central de la provincia de Ciudad Real; DOP ‘Campo de Montiel’, provincia de Ciudad Real, en las comarcas agrarias de Mancha, Pastos y Campo de Montiel; DOP ‘Aceite de La Alcarria’, en la comarca natural de La Alcarria incluye 95 municipios de Guadalajara y 42 municipios de Cuenca; y DOP ‘Montes de Toledo’, incluye 106 municipios de Toledo y 22 de Ciudad Real, teniendo como eje central los Montes de Toledo.
Queso
Nuestros quesos llevan produciéndose en la región desde hace miles de años y desde entonces La Mancha, reconocida por el pastoreo de sus ovejas manchegas, se ha volcado en la tradición de la creación de sabrosos quesos que, hoy más que nunca, ha sabido llevar a su punto más álgido. El queso sigue siendo uno de los productos más característicos e inconfundibles de nuestra región, ofreciendo unos aromas y sabores excepcionales.
Bajo la DOP ‘Queso Manchego’ incluye municipios de Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo, que constituyen la comarca de La Mancha. La oveja de raza manchega es la mejor adaptada a las condiciones edafoclimáticas de la zona. Esta raza produce una leche que confiere al “Queso Manchego” su color, olor, sabor y textura peculiares.
Miel
La miel, de cualidades intensas y calidad imperecedera, es el único alimento que puede conservarse durante años. En Castilla-La Mancha, tierra de tonos ocres y dorados, sabemos endulzar la vida con productos sencillos y tradicionales, como la miel, que representa una gota de vida y la esencia más pura de nuestras tierras.
La producción de miel se concentra en la zona de La Alcarria, entre Cuenca y Guadalajara. Esta miel cuenta con una denominación de origen desde 1993, destacando las monoflorales de romero, monoflorales de espliego y las mieles multiflorales, muy especiales por su aroma y sabor. DOP ‘Miel de La Alcarria’ su zona de producción se sitúa en la comarca agraria de La Alcarria, que se extiende por las provincias de Guadalajara y Cuenca. La flora silvestre que habita en La Alcarria es rica en especies melíferas como romero, tomillo, espliego, cantueso, ajedrea, brezo, jara, gayuba y aliaga que aportan sus características a la miel elaborada por las abejas.
Azafrán
Las primeras referencias del azafrán nos transportan a hace miles de años, pero no nos hablan únicamente de su relevancia gastronómica sino también de su uso en ritos y ceremonias religiosas, así como en medicina. La delicadeza de la flor y su alto valor en el mercado nos llevan a conocer este producto en nuestra región como el “oro de la Mancha”, ya que, aparte de la elaborada producción que necesita, son necesarias más de 200.000 flores para obtener un solo kilo de azafrán.
El azafrán se ha constituido como un símbolo de La Mancha. Ha exportado nuestro nombre por todos los países del mundo, ganando prestigio y fama por su indudable calidad, fruto del tamaño de su hebra, de su inmejorable color, sabor y olor, y del esmero en su elaboración.
La región cuenta con la DOP ‘Azafrán de La Mancha’ con zona de producción ubicada en los municipios pertenecientes a las provincias de Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo. Se trata de un azafrán en hebras, de color rojo vivo brillante y presentado en envases con un contenido neto máximo de 100g. El proceso de desecado se realiza mediante tostado a fuego lento (en lugar de hacerlo al sol), parece ser el responsable de un mayor contenido en safranal y poder colorante.
Cordero
Otra de las IGPs con la que cuenta la región es la IGP ‘Cordero Manchego’. La característica principal de esta IGP es la utilización exclusiva de la raza ovina autóctona manchega, que aprovecha prados, forrajes, barbechos, rastrojos y monte bajo. Esta dieta, junto con las peculiaridades de la raza, proporciona una carne con una jugosidad, color y aroma especiales. Esta IGP, región natural de La Mancha, incluye municipios de Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo.
Se trata de carne fresca, de las categorías extra y primera, procedente de corderos de raza manchega, alimentados con leche materna como mínimo durante treinta días, con paja blanca y concentrados autorizados como complemento.
Ajo, berenjena, melón
El ajo castellano-manchego es un producto de reconocido prestigio a nivel internacional demandado por su calidad. Desde 2001, el ajo morado supone el 50 por ciento de todo el ajo cultivado en la región, que dispone de la protección de la IGP ‘Ajo Morado de las Pedroñeras’. Gracias a este sello se garantiza al consumidor la autenticidad y calidad del producto. Un arma imprescindible para diferenciar el ajo castellano-manchego del importado de terceros países.
El ‘Ajo Morado de Las Pedroñeras’ se produce principalmente en las localidades pertenecientes a las comarcas naturales de La Mancha, Mancha, Mancha Alta, Mancha Baja, Manchuela y Centro, pertenecientes a las provincias de Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo.
También es de destacar la IGP ‘Berenjena de Almagro’, producida principalmente en siete términos municipales de Ciudad Real, cultivada en la zona desde tiempo inmemorial. El fruto de la berenjena es sometido a un proceso tradicional de conserva consistente en la cocción, fermentación, aliño y posterior envasado. La receta tradicional para su elaboración ha otorgado al producto final gran reputación a nivel nacional.
La IGP ‘Melón de La Mancha’ se produce en la comarca natural Mancha, junto al Alto Guadiana. Zona nororiental de la provincia de Ciudad Real. Se trata de melones de la variedad botánica “Saccharinus”, de los cultivares “Piñonet” o “Piel de sapo”, en cualquiera de sus variedades comerciales. Las condiciones edafoclimáticas de su cultivo aportan al melón unas cualidades propias de tamaño, color, escriturado de la piel y, en su interior, una textura, fibrosidad de la pulpa, jugosidad y dulzor de la carne que lo hacen muy apreciado.
Mazapán, pan de Cruz
La IGP ‘Mazapán de Toledo’. Es una pasta fina y compacta resultante de la mezcla o amasado de almendras crudas, repeladas y molidas, con azúcar o azúcares, siendo las almendras el principal ingrediente de la pasta del mazapán.
Y, por último, la IGP ‘Pan de Cruz’ se produce en la provincia de Ciudad Real. Es una hogaza abombada, con corteza lisa, formando una pieza compacta y densa de trigo candeal, bregado de miga consistente y blanca. Pan de elaboración artesana, tanto el formado, como el cortado y horneado.
Comprar y consumir alimentos de calidad diferenciada de Castilla-La Mancha es apostar por la excelencia, por ‘El valor de las cosas hechas en casa’, sobre todo en unas fechas tan especiales como la Navidad.
